Solo algunos la conocían -y la llamaban- por su verdadero nombre (Bárbara Allende Gil de Biedma), pero fuimos muchos los privilegiados que pudimos gozar y admirar su arte: fotografías en blanco y negro que ella convertía en obras a todo color gracias a su manejo de la acuarela. 

Siempre optimista, y con el claro propósito de unir la pintura, el dibujo y la fotografía y promover esta última como fenómeno cultural y artístico, Ouka Leele marcó a toda una generación -y a las venideras-, hecho que le llevó a convertirse en un claro icono de la Movida madrileña y del arte contemporáneo patrio, fuera y dentro de nuestras fronteras. 

Serie Peluquería. María Espetus, 1978

 

Su debut con la fotografía coloreada vino presentado bajo 'Peluquería', una serie en la que la artista retrató a varios de sus amigos con tocados surrealistas construidos por ella misma con objetos domésticos. 

Presentada por primera vez en 1978, en la galería catalana de Albert Guspi, 'Peluquería' se convertía así en una declaración de intenciones por parte de la artista, que lejos de querer que su arte se convirtiera en objeto de crítica social -como algunos (mal)interpretaban-, describió que lo que buscaba generar era justamente lo contrario: una mirada libre hacia la cotidianidad.

Serie Peluquería. Ramón Corominas, 1980

 

Entre sus logros también se encuentra el Premio Nacional de Fotografía que recibió en 2005, así como una nominación a los Goya de 2010 que Bárbara consiguió por su intervención en el documental 'La mirada de Ouka Leele', donde a lo largo de cinco años, Rafael Gordon se sumerge, con todos los recursos cinematográficos, en el proceso de trabajo de Ouka Leele, dándonos la oportunidad de ver cómo trabaja y siente esta polifacética creadora.

Desde sus inicios, sus obras optimistas no han hecho más que recorrer el mundo (y Ouka Leele con ellas), así que desde Vanidad solo esperamos que sigan viajando muchos años más.

¡D.E.P Ouka Leele!

 

Redacción Vanidad

Imágenes: ©Ouka Leele