Debéis tomar nota, queridos. Como buenos adictos a cualquier app que os permita alardear de algo -sea lo que sea-, Instagram es ya parte de nuestra vuestra rutina diaria, así que si os empeñáis en subir una media de cinco imágenes al día, al menos sabed qué mola y qué no mola; qué cosas harán que vuestros followers aumenten -o al menos no mengüen- y qué otras te harán ser comidilla de terraceo. Ahí va una lista de cosas que deberás recordar siempre. 1. La comida es para comérsela, aunque no lo creáis. Es genial ver que os alimentáis y nos encanta saber que tenéis una dieta rica en cebada y tapas de bar, pero ya cansa. Y ¿quién quiere cansar cuando puede simplemente no caer en lo obvio? Además, sabes tan bien como quienes te siguen que aunque comas sushi dos veces por semana, en tu casa también te haces lentejas, aunque sean menos fotogénicas.
El menú de la modelo Jourdan Dunn El menú de la modelo Jourdan Dunn
2. Los baños, un lugar prohibido. No caigáis en la ordinariez más absoluta por favor. Da igual que os lo patrocine Ikea, o que sea digno de la mejor revista sobre Deco. No. Ya en Tuenti nos cansamos de ver toalleros y waters, esto ya es una súplica. Los baños de discoteca tampoco pasan la criba. Un water menos es un follower más feliz. 3. Sobredosis de hashtags. Aquí ya depende más de los gustos de cada uno, pero servidor no quiere ni verlos. Unos cuantos están bien, más aún sí los pones por motivos laborales -véanse las bloggers-, pero nunca superes los límites de lo lógico. #Instapic #Instasummer. Personalmente, creemos, que están demás. #Consejo. 4. Hay vida más allá de Amaro. Sabemos que siempre existe un filtro especial. Ese que entiende vuestras rojeces mejor, incluso, que vuestra madre, pero debéis evitar usar siempre el mismo efecto. Pura estética, sí. Pero para eso hemos nacido, ¿no? 5. Encantado de conocerte, Copyright. Hay quienes no conocen bien el uso correcto de Instagram. Una panda de ingenieros -o lo que bien quieran ser- se parten el pecho para idear una app de éxito, ¿y así se lo pagas? ¿Cogiendo una imagen de Google? Luego querrás likes...
Cara Delevingne tenía que ser modelo Cara Delevingne tenía que ser modelo
6. Yo, mi, me, conmigo. Mira, te sigo porque te quiero. O te sigo porque me caes bien. O porque soy de naturaleza cotilla, más bien. Así que no me lo pongas fácil y deja de quererte tanto. Lo poco gusta y lo mucho cansa, y aunque todos tengamos nuestro día bien, no es plan de estar cenando y verte, siempre tan estupendo, poniendo caras como sí sorprendentemente todas te quedasen bien. Veo escaso cariño maternal. 7. Ah, y antes de que se nos olvide: Instagram no tiene intereses pornográficos. Abdominales, pechos, culos y demás amigos vuestros deberían estar, cuanto menos, mínimamente cubiertos. Sí alguien quiere verlos, ya irán a ese gimnasio con cientos de espejos en los que -¡ERROR!- tantos momentos visuales has inmortalizado.
Una de las últimas joyitas de Heidi Klum Una de las últimas joyitas de Heidi Klum
8. ¿Vivís en la playa? ¿O lo hacéis simplemente por ser puñeteros? Las pistas de esquí por lo visto os gustan menos. Basta, por dios. Los hay que no tienen verano, o que si lo tienen viven en una ciudad sin costa. No seáis crueles. El karma existe, ¿sabéis? 9. Y a veces, esos mismos que os tomáis tan a pecho lo de mediterráneamente, estáis enamorados. ¡Acabáramos! Algunas imágenes deberían llevar un aviso por los subidones de azúcar y demás. Lo que no ha conseguido la serie de "Las chicas Gilmore" lo conseguís vosotros con una única imagen de dos copas y una vela. Viva el amor, pero privado.
La siempre natural Paris Hilton y su novio River Viperii La siempre natural Paris Hilton y su novio River Viperii
10. Vale, tenemos miedo. Instagram ahora, también acepta vídeos, y dios sabe que os gustan poco. Gatos, perros, amigos lerdos... Estamos de acuerdo en que empleéis esta app para lo que os venga en gana, pero intentad salvaguardar algo. Sí sé que tienes un pekinés, tres amigos bastante simples y una vida tirando a como la de todos, mantén algo en secreto para la imaginación de cada uno. Dicho esto, quedáis avisados. Que Cara Delevingne lo haga no quiere decir que nosotros también podamos. Desde Vanidad esperamos haberos introducido en un Instagram correcto, entretenido, visualmente atractivo y que dé mucha mucha envidia. Porque hasta esos ingenieros que la crearon sabían que no había otro fin que ese. Provocad, que es lo que les gusta. Alejandro Bernad Perié