Considerada como una de las artistas españolas con más proyección del panorama musical, Samuraï se coloca en el punto de mira del mercado latinoamericano con «Por si mañana no estoy», un nuevo single que sigue las líneas de su ya característico pop-rock bailable y del que podrás disfrutar en directo por toda la geografía española este verano. Antes, ¡sigue leyendo!
SAMURAÏ: «Afronto mis decisiones con sus consecuencias»
Aroa, acabas de lanzar un nuevo single titulado «Por si mañana no estoy», así que tenemos que preguntarte: si mañana el mundo se acabara, ¿qué harías en estas últimas horas?
Probablemente me iría al a ver el atardecer con un buen vino y escucharía «Fifty on our foreheads», de White Lies.
Entendemos con esta canción y, casi que con toda tu discografía, que tú eres de las que hace las cosas de forma bastante impulsiva... ¿Es así?
¡Sí! Siempre tiro para adelante y afronto mis decisiones con sus consecuencias.
Llevas aproximadamente desde 2020 en la industria, ¿dirías que ya es hora de consagrarse con un disco?
Creo que ya es hora, sí… Dentro de muy poco anuncio cosas. Ahí lo dejo...
¿Por qué no te has lanzado antes a grabar un álbum? ¿Cosas de la vida o estabas dándole vueltas para hacer algo realmente significativo para ti?
Nunca me ha gustado trabajar en singles aislados, casi siempre todo mi trabajo ha ido en EPs o trabajos pequeños. Me gusta crear proyectos sólidos. Es más, creo que estos me han dado la experiencia para poder adelantarme a dar el salto del álbum.
Como decíamos, llevas en la industria bastante tiempo. ¿Qué has aprendido del mundo de la música en estos años? ¿Cambiarías algo de cómo funciona todo?
Creo que he aprendido, sobre todo, el trabajo constante que supone esta industria. El tener la cabeza en dentro de dos años, cuando el público está viendo lo de hace dos.
¿Si hay alguna cosa que cambiaría? Seguramente (risas), pero eso sería una conversación de dos cafés...
Tu sencillo «Tirando Balas» lo petó mucho. ¿Qué pensaste en ese momento? ¿Sentiste que ya habías conseguido hacerte un hueco en la industria?
Para mí ha sido –y está siendo– un progreso muy orgánico y de pasito a pasito, a mi ritmo. No hay ningún momento que haya considerado «el momento», al revés. Siento que las cosas que voy viviendo y con las que voy aprendiendo son las que me hacen ganarme un huequito.
Tu estética acompaña mucho a tus canciones, ¿le das muchas vueltas a eso? ¿Te implicas también en este tipo de procesos creativos?
¡Por supuesto! Me encanta el mundo del estilismo y todo el imaginario de un proyecto. Desde la ropa a la tipografía… Me parece un mundo apasionante y súper divertido, a la par que importante.
La gente se siente muy identificada con tus letras porque, al final, en muchas ocasiones hablas de situaciones que pueden pasarle a cualquiera. ¿Alguna vez te ha dado miedo abrirte con tu música?
Nunca. Como dices, lo que hablo en mis canciones le pasa a más gente y eso, a mí, al menos, me hace sentir menos sola.
Muchas de tus letras parecen auténticos poemas llenos de metáforas, comparaciones y demás figuras literarias. ¿De dónde sacas la inspiración –a parte de experiencias personales– para componer?
Leo mucha poesía desde adolescente. ¡Me encanta retorcer las palabras! También creo que siempre he sido una niña muy observadora, con la cabeza en otros lugares y eso inspira a cualquiera (risas).
Tu actitud en el escenario es muy arrolladora, ¿disfrutas a partes iguales el proceso de componer y grabar que del de giras y actuaciones en directo?
¡Sí! Aunque no me parecen comparables. Son emociones tan distintas…
Este verano estarás recorriendo España entera dando conciertos, ¿qué pensaría Aroa cuando todavía no conocía a Samuraï?
Creo que fliparía, sobre todo con lo que me encanta estar fuera de casa (risas). Adoro estar de gira y hace años me daba miedo hasta el estar fuera de Madrid...
Hablando de hace unos años, ¿siempre has querido ser cantante?
¡Siempre! No hay plan B, eso es problema de algún futuro hipotético (risas).
¿Qué ha cambiado de la Samuraï de «Cobardes» o «Time 2 Run» a la de hoy?
Para empezar, que he pasado de los 19 a los 24 años y, quieras que no, aunque no mucho, una madura. También he conocido tanta música, a tantas personas... He vivido tantas cosas, que siento que soy una esponja nutriéndome de muchos estímulos, cogiendo lo que más me gusta de las cosas que vivo, guardándolas para mí y, consecuentemente, plasmándolas en mi música.
¿Qué nos puedes adelantar de lo que te espera antes de que termine el año?
Va a salir algo en lo que llevo trabajando ya un año y medio. El proyecto más grande que he hecho hasta la fecha y del que estoy muy, muy orgullosa.
Texto: Alba Ramos @alba_rr22
Imágenes: ©Andrea Contreras