Sofia Gabanna, que acaba de lanzar su primer disco titulado «Sideral», es una artista con las cosas muy claras. Sorprende su aplomo a la hora de contestar a cada pregunta, las cuales piensa dos veces para dar una respuesta lo más genuina posible. Tan solo tiene 24 años, pero parece que haya nacido para conquistar los escenarios... Nos lo demuestra en esta entrevista:
SOFIA GABANNA: «Improviso cantando y escribo rapeando»
Sofia, acabas de lanzar tu primer disco y lo has titulado «Sideral». Esta palabra engloba todo lo relativo a las estrellas y los astros, pero también se utiliza cuando nos referimos a grandes distancias. Entonces, ¿por qué definición del término has titulado así tu trabajo?
Me costó elegir esta palabra de hecho, porque el título del disco siempre es difícil de elegir y fue más por el sol, pues yo me ayudo mucho del sol en este disco. Quizás no estaba en mi mejor momento y el sol me ayudaba mucho a levantarme... Empezó todo por la luz y ya me fui acercando a las estrellas, al espacio…
Al final, como digo siempre, la luna, el sol, la vida o la muerte, son como tópicos que nunca se terminan de gastar. Es más, creo que es importante seguir hablando de eso, porque muchas veces estos temas nos pasan a todos y, si hay 100 personas que hablan, por ejemplo, de amor, a mí me gustan 30. En la forma de interpretar el tema, de contar, es donde está la diferencia.
Sin contar tu primer EP «Maté al amor», este es tu primer gran proyecto. ¿Qué sientes al lanzar este trabajo? Ahora que han pasado unos días, ¿qué conclusiones y reflexiones personales sacas?
El primer feedback fue muy bueno y estoy my contenta, porque también al no ser un disco solo de rap, que es por lo que me conoce la gente sobre todo, pues tenía un poco ese miedo de cómo podía reaccionar el público. Este disco es más funky, tiene R&B, rock y predomina el rap, pero son ápices.
Eso sí, el rap siempre es lo que me llama de vuelta, lo siento como mi hogar. No sé si decir siempre, pero sé que voy a hacer muchos años rap porque me encuentro muy a gusto y puedo escribir mucho. Es un género muy genuino, pero yo también lo elegí porque la música une, hace esta función, entonces cuando conocí el hip-hop y el rap, lo que yo percibí fue mucha unión, mucha autenticidad. Y me gustó mucho, aparte de las letras.
¿Y la parte reivindicativa? Porque el rap es uno de los géneros más reivindicativos...
Hay muchas formas de reivindicar y muchas veces se asocia la reivindicación a la política… Estuve reflexionando mucho tiempo sobre esto porque a veces uno siente que si no ataca directamente a la política, está marginando. Yo, por ejemplo, uso el hip-hop de una forma muy introspectiva y, al final, en mis primeras canciones hay cosas que incitan a la unión y eso en cierto modo también es política. Es obvio que nunca es suficiente, pero creo que vale más eso que una discusión destructiva.
Hay muchas formas de hacer las cosas o de luchar por algo. Con el tema del feminismo, por ejemplo, yo solo con ser mujer y hacer música, para mí, eso ya es un acto. Se puede llegar a cuestionar cuando no hablas directamente, pero yo reivindico con mi música y creo que la acción vale más en estos casos.
¿Crees que «Sideral» te define al 100%?
Al 100% es muy difícil de decirlo... Pero sí, me identifica y me gusta porque quien lo escucha, me conozca o no, puede conocer mucho de mí, tanto profesionalmente como personalmente. Es un álbum muy íntimo. Lo hice enamorada, entonces, se nota que en el álbum hay también anhelo, nostalgia…
A propósito, ¿hay diferencias entre Sofia Gabanna y Sofía Peluso? En otras palabras, ¿cuándo cantas te creas un personaje o simplemente eres tú con un nombre artístico?
Antes decía que no, pero ahora empecé a decir que sí. Siento que Sofía Gabanna me exige muchas cosas que Sofía no haría. Creo que me permite tener una constancia en la vida que antes no tenía. Y aun así lo pongo en duda.
Sofía Gabanna me empezó a ayudar mucho en la adolescencia, porque si yo estaba deprimida o angustiada, Sofía Gabanna siempre hacía una canción… Que al final soy yo, pero sí que había una pulsión que estaba por encima de mí. A veces siento que es ajena a mí, cuando estoy mal sobre todo.
Hablando de tus raíces, naciste en Argentina pero desde muy pequeña vives en España. ¿Ha influido este cambio de culturas en tu música?
Sí, desde el principio quise usar la música para unirme al mundo. Yo soy muy solitaria y quizás no aguanto mucho en lugares muy sociales, pero al mismo tiempo me encanta la gente, entonces, ahí la música hace un gran papel en mi vida, porque consigo llegar a personas.
De Argentina, lo que más me quedó fue el acento (risas). Antes hablaba mucho castellano porque hice el cole acá y, cuando acabé el colegio, me decidí y me quedé con el argentino porque pensé en esa nostalgia, que me acompaña a través del acento.
En una entrevista afirmas que cuando dejaste de bailar ballet y flamenco con 14 años, fue cuando el rap llegó a tu vida. En primer lugar, ¿por qué decides dejar esas disciplinas? ¿Dejaron de llenarte y aportarte?
Fue un acto inesperado en mi adolescencia. La vida se me interpuso y tuve que decidir muchas cosa rápido y casi que ni las pensé. Me arrepentí. De hecho, es de las pocas cosas de las que aún me arrepiento.
Dejé de estudiar, empecé a trabajar… Como que no sabia muy bien hacia dónde ir y me acabé distanciando de lo que había hecho hasta entonces. Sin embargo, también se me abrieron otras puertas, como la música. A día de hoy, aspiro a hacer una fusión de danza y música. Me encantaría.
Cuentas que conociste a un chico que hacía freestyle y, también, eso dio pie a que empezaras a explorar el rap. ¿Nunca te has planteado participar en batallas de gallos?
La verdad es que a veces he jugado con mis amigas a rapear así como de freestyle, pero no tengo esa agilidad. Me gusta pensar y reflexionar, es algo que realmente me apasiona y también me contradigo mucho (risas). Nunca podría ser freestyler porque para mí todo tiene una forma mejor de decirse. El freestyle es muy impulsivo y no hay vuelta atrás, por lo que hay que tener mucho valor para poder decir lo que se te pasa por la cabeza. Yo no vivo así, entonces, no podría llevar eso a mi música. Nunca podría llegar a decir cosas sin pensar. Justo el filtro es lo que me apasiona de componer.
También tengo mucha información en mi cabeza, hasta me molesta te diría. Todos los días voy escribiendo cosas, ya sean frases o palabras. Por ejemplo, en esta transición en la que ha salido el disco, que uno no puede trabajar tanto en composición, todas esas palabras o frases que voy dejando, que parecen no tener sentido, en mi cabeza tienen mucho sentido, porque me evocan recuerdos. Con una palabra me acuerdo de todo lo que pensé con eso. Entonces, para mí es muy importante te la reflexión, para vivir incluso. Es cierto que, quizás en mi caso, es excesiva, aunque necesaria para mi proyecto y lo que yo quiero ofrecer, pero es cierto que el filtro es muy necesario para poder respetarnos.
A veces somos demasiado impulsivos. Yo de esto me di cuenta de adolescente. Creo que si uno fuera más consciente y reflexivo, quizás llegaría a otros lugares para poder relacionarse y entenderse a sí mismo incluso, y por ende al otro. El problema, por llamarlo de alguna forma, de que no funcionemos, es que no reflexionamos sobre nosotros mismos para luego poder entender mejor al otro.
Escribir es lo que realmente te llena, por eso también te decantas por el rap o hip-hop. Sin embargo, ¿te ves, por ejemplo, dedicándote exclusivamente a componer temas para otros?
Nunca me lo planteé. Creo que antes escribiría un libro, ¡me encantaría! Con el tiempo he aprendido que a la hora de componer soy muy mía, así que tal vez me gustaría probarlo, no me cierro la puerta, pero creo que me decantaría antes por un libro (risas).
¿Te sientes cómoda etiquetando y encasillando tu música en un género concreto?
Me gusta mucho definirme en mi vida en general para acotarme en las opciones y que todo me sea un poco más fácil, pero es cierto que en la música creo que es más correcto decir «hacer música» en el caso de hacer un género que sea no sea fácil de identificar. Yo tengo canciones grabadas que no tienen nada que ver con lo que conocen de mí, pero me van saliendo del alma.
Siempre improvisé cantando, rapeando escribo. Entonces, improviso cantando y escribo rapeando, así aprovechó ambas fuentes porque una me da la melodía y otra me da la escritura y la reflexión y del bombo caja, porque me encantan los ritmos de rap. En todo en mi vida tengo un contraste y eso es lo que me gusta tanto y tan poco de mí.
Muchas veces has afirmado que eres muy genuina. Esa sinceridad, ¿te ha jugado malas pasadas alguna vez en la industria?
Quizás te quedes un poco más solo si eres genuino o quizás no encajes tanto en lo que se concibe como normal, pero se puede.
Haciendo acopio de esa sinceridad, ¿podrías definir «Sideral» en tres palabras?
Se me ocurren un montón de palabras: intimidad, languidez, luz, espacio, color, rock, fuerza, constancia… En «Sideral» hay muchas palabras y frases a destacar... Mi barra favorita es: «La historia siempre sigue». Empezaremos gira este verano por festivales y luego en salas en septiembre. Además, ya estoy pensando en mi próximo disco...
Alba Ramos: @alba_rr22
Imágenes: ©Voe Art Erik Zambrano