Qué ha sido de... Zack Morris
Qué ha sido de... Zach Morris. Mark Paul Gosselaar interpretó durante cinco largas temporadas al truhán de pelo rubio que revolvía el instituto
Aunque sus intervenciones anteriores al universo "Save by the Bell" son en series más que reconocibles: “Autopista Hacia el Cielo”, “Aquellos Maravillosos Años” o "Punky Brewster”; su éxito no llega hasta 1987 en "Good Morning, Miss Bliss". Esta serie sería el nacimiento del personaje Zacharias Morris junto al de Lisa y Screech. Duró sólo una temporada. Pero un spin off planeaba sobre las cabezas de estos tres personajes.
Así fue como estos amigos del colegio dieron el salto al instituto Bayside para reunirse con el resto del elenco de la serie. Y Zack se enamoraría de Kelly Kapowski, y sus idas y venidas con ella nos mantendrían pegados al televisor. Pero el instituto se acaba y, al parecer, la fama con él.
Después de que se agotara la idea y el instituto, lo intentaron en la universidad. Fiasco de los fiascos. Así que para agotar la franquicia decidieron grabar un par de telefilms, ya sabéis, para cerrar página y todas estas cosas que se pueden cerrar si uno quiere. En el último de éstos, “Save by the Bell: Wedding in Las Vegas”, los fans más absolutos pudieron disfrutar de la boda de Zack con Kelly, Kapowski, ¡qué nos gusta este apellido!
Pero Mark Paul luchó por salvaguardar su carrera de actor y se dejó la piel. Lo intentó en el cine con “Clausula de Escape”, pero como que no. Así que volvió sin más a la televisión para sentirse como pez en el agua y saltar de un telefilm a una serie. Ha trabajado en “Policias de New York” , “Señora Presidenta” y en “Ganando el Juicio”.
Ahora es uno de los protagonistas de la serie de abogados “Franklin & Bash”. Y aunque hace un tiempo se rumoreó sobre la vuelta de la serie, todo quedó en agua de borrajas. En el pasado quedaron las travesuras de Zack, junto a Jessie, Slater, Screech, Lisa, la Kapowski y el bueno del director Belding. Y junto a esa estridente campana de esa canción de apertura que ha envejecido tan jodidamente mal.
Raúl Rustarazo