No sólo actúa, sino que canta. Leonor Watling pronto estará de nuevo en los cines con "Amor en su punto" de Teresa de Pelegrí y Dominic Harari y "Another Me" de Isabel Coixet. 
Gabardina de ante de LOEWE y brazalete de HERMÈS Gabardina de ante de LOEWE y brazalete de HERMÈS
  Leonor Watling abre el apetito: no ha perdido ni una pizca  de entusiasmo y su carácter continúa bailando enérgico entre el “Enjoy the ride” y el “It’s all right” (los dos primeros éxitos de su grupo “Marlango”). Ya está preparando las maletas para cocinar en Los Ángeles su sexto álbum de estudio junto con sus compañeros musicales Alejandro Pelayo y Óscar Ybarra, y además estrena doble ración cinematográfica, la receta para el “Amor en su punto” (dime qué comes y te diré cómo te enamoras), y lo nuevo de Isabel Coixet, el thriller adolescente con dobles, o lo que es lo mismo, experimentar un “Another Me” en tu colegio británico. Y ella no tiene una doble que valga: fue la primera “chica Almodóvar” en coma; el erotómano Bigas Luna le sacó toda la pulpa en “Son de Mar” (con esa icónica imagen de ella succionando una naranja); era algo más que una vecina en “Mi vida sin mí”; demostraba que las matemáticas son la muerte en “Los crímenes de Oxford”; y perdía sus papeles de letrada (y el sujetador) por Miguel Ángel Silvestre en “Lo mejor de Eva” y su código ideológico por Leonardo Sbaraglia en “Deseo”. Nominada al Goya como Mejor Actriz en dos ocasiones: la primera por salvar de la quema de la Guerra Civil precisamente un autorretrato de Goya (“La hora de los valientes”), y la segunda, por sufrir una crisis neurótica-cómica  por la repentina homosexualidad de su madre (Rosa María Sarda) en “A mí madre le gustan las mujeres”. Y hemos hecho un gran ejercicio de contención para poder resumir su larga carrera de fondo. Por estar, incluso te la puedes encontrar rescatando capítulos en las míticas “Farmacia de guardia” y “Hermanos de leche”. Pero, y aunque ya han pasado 14 años, seguro que muchos siguen recordándola como esa vitalista Raquel que buscaba su sitio en el mundo… algo que la actriz y cantante madrileña ha encontrado desde hace tiempo con el cantautor uruguayo Jorge Drexler con el que tiene dos hijos: el menú completo. Descubrimos a qué sabe Leonor Watling, y por supuesto que el gusto es nuestro. El 9 de mayo estrenas la comedia romántica y gastronómica “Amor en su punto”, en la que interpretas a Bibiana, una española en Dublín que se enamorará de un popular escritor gastronómico irlandés y al que le enseñará a guiarse más por su corazón que por su estómago. Los directores escribieron el papel pensando en ti. ¿Qué tiene Bibiana que tengas tú? Al principio Bibiana parece muy normal y cabal pero también tiene su punto enloquecido. El personaje de él (Richard Coyle) es el que está girando y ella en cambio parece más centrada. Pero en realidad los dos están en un camino de crecer, aprender y encontrarse. Los directores de “Amor en su punto” son imbatibles y son unos líderes, tenían muy clara la historia. Cuando me llegó el guión por primera vez yo acababa de terminar “Los crímenes de Oxford”. Coincidió que cuando ellos podían rodar yo no podía, y viceversa. Y al final, creo recordar que estaba a punto de dar a luz a mi segunda hija cuando por fin pudimos coordinarnos. En la película se habla del concepto de “la media naranja” y se compara mucho la gastronomía y el comer con la experiencia del amor y la receta para conseguir la felicidad. Siempre me ha gustado mucho la comedia romántica, pero también es un género muy manoseado, aunque nunca hace daño. Me encantó el guión porque tiene un humor muy clásico, muy Howard Hawks. Se habla del amor con mucha realidad y sensatez, no hay ningún personaje esperando a que le salven. Al final son dos personas buscando. Llega un momento en el que la pareja está tirando el uno del otro, dando y pidiendo cosas que en el fondo quieren y buscan para sí mismos… Algo en lo que también influye mucho el momento de la vida, porque hay momentos que no son los adecuados. Ella quiere que él haga algo importante, cuando en realidad lo que necesita es hacerlo ella. También se habla de otro tipo de amor, el paternal. Al final, “Amar en su punto” habla de lo que uno debería aspirar a encontrar en el amor desde muchas perspectivas. “Dime qué comes y te diré quién eres”… Los directores, Teresa de Pelegrí y Dominic Harari, querían que todo girara alrededor de la comida. Ellos viven, trabajan, cocinan juntos… Y por norma, uno suele comer tres veces al día. Al final, la comida es algo muy importante en la convivencia diaria. Ellos querían hablar de una comida doméstica, la relación que todos tenemos con la comida (buena, mala, de placer o de culpa…) cuando por ejemplo nos reunimos en una mesa a comer.  Intentemos sacar una receta efectiva para conseguir mantener una relación… ¿Cuáles serían los ingredientes básicos para conseguir un equilibrado “Amor en su punto”? El sentido del humor es fundamental, y también el respeto, y la complicidad. ¿Y a ti te gusta cocinar? Me gusta mucho cocinar cuando no tengo que cocinar. ¿Y qué plato te sueles preparar para alegrarte los sentidos y el día? La verdad es que soy muy de abrir la nevera, ver qué hay e improvisar algo. ¿Con quién compartirías mesa y una buena comida? Con mis amigos y la gente que quiero, para poder estar muy relajada y así disfrutar más la comida. Por ejemplo, la manera que tenía Bigas Luna de hacer castings era comiendo contigo. Precisamente Bigas Luna siempre le dio mucha importancia a la gastronomía y a los placeres del comer en sus películas. Tuvo que ser un placer extrasensorial rodar con el erotómano más provocador e imaginativo del cine español. ¿Cómo fue trabajar bajo la dirección de Bigas Luna en la mediterránea “Son de mar”? Bigas era maravilloso, tenía una filosofía y un universo propios, con sus propias reglas. Decidió que yo interpretaría a Martina (mi personaje en la película) cenando con él, viéndome comer. Él creía que si podía estar sentado en una mesa comiendo con alguien y pasárselo bien, también podría rodar una película con esa persona. Si no aguantas una comida, nunca podrías aguantar un rodaje entero. ¿Qué te hace la boca agua? Encontrarme con gente apasionada que le gusta lo que hace y que le pone energía, a lo que sea: ya sea un cocinero, un fotógrafo, un actor… ¿Y qué te produce ardor de estómago? Yo soy una persona tranquila y no soy de odiar, pero me da muchísima pereza el paternalismo, en cualquier situación. Tras un papel como secundaria (y vecina) en “Mi vida sin mí”, un pequeño cameo pero con guinda en “La vida secreta de las palabras”, repites por tercera vez con Isabel Coixet en el thriller “Another me” interpretando a la directora del Instituto en el que su protagonista Sophie Turner descubre a su doble. ¿Qué tienes con Isabel Coixet? Isabel dice que soy su talismán. Sería fan si no la quisiera tanto. La admiro mucho a todos los niveles, me río muchísimo con ella, me encanta escucharla, ver las cosas que hace… y me voy a donde me llame. Me encantaría trabajar más con ella pero entiendo que no sea tan fácil. A mí también me pasa con músicos que me encantan y con los que no encuentro el tema perfecto para poder colaborar. “Another me” es un thriller adolescente, basado en la novela homónima de Cathy MacPhail, ella le da la vuelta a la historia, con una estética impactante… Es un genio.
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En la comedia canadiense “If I were you” (inédita en las salas españolas) aconsejas y pides consejo a la mujer de tu amante (interpretada ni más ni menos que por la grande Marcia Gay Harden). ¿A quién pides consejo cuando tienes que tomar una decisión laboral o vital? Yo pregunto mucho, a mi pareja, a mi madre, a mi hermana, a mi representante del que me fio mucho... Luego, tomo la decisión que yo quiero. Nada de lo que hago es culpa de nadie (risas). Muchos te siguen recordando, entre nostálgicos y enamorados, como esa tenaz y luchadora trabajadora social en la serie de televisión “Raquel busca su sitio”. En los tiempos que corren, Raquel tendría mucho trabajo… Raquel estaría muy quemada… Ella era súper idealista y tenía mucha energía, todavía no había sido defraudada. Por eso era bonito verla en acción. Te has movido entre muchos géneros aunque personalmente creo que brillas con la comedia. También se te ha vinculado mucho con el erotismo. ¿Con qué tono cinematográfico te sientes más a gusto? Me cuesta un poco hacer escenas con desnudos, pero entiendo que a veces es necesario. Hice uno en “Malas temporadas”, por ejemplo, que para el director era muy importante ya que decía mucho del personaje… Así que lo entendí. Pero a mí me encanta hacer comedia (precisamente los guionistas de una de sus comedias, “Inconscientes”, son los directores de “Amar en su punto”). Me gusta mucho que la gente salga con una sonrisa del cine. Has grabado una versión musical de “Pedro y el lobo”, narrando el popular cuento y acompañada por el Ensemble de la Orquestra de Cadaqués. También le has puesto voz a Caperucita en “La auténtica historia de Caperucita Roja” e hiciste de hada en “Viaje mágico a África”. Y ahora que ya eres madre de dos niños… ¿Te has planteando escribir un cuento infantil? No se me ha ocurrido… pero escribir para niños es dificilísimo. ¿Y alguna vez has pensado en dirigir ? Codirigí un videoclip de Marlango para el tema “Los sueños de Ulma”. Hicimos un tráiler de una película falsa (con Maribel Verdú, Juan Diego Botto, Nur Al Levi y Eloy Azorín) y quedó tan bién que la gente nos preguntaba cuándo iba a salir la película. Pero dirigir un largo requiere una personalidad que yo admiro profundamente pero que no tengo. Son palabras mayores, he trabajado con grandes directores, les he visto trabajar… y se lo dejo a ellos. Resumiendo… Has trabajado con Coixet, Almodóvar, Bigas, Vicente Aranda, Ray Loriga y Álex de la Iglesia, entre otros muchos. Y eres cantante y letrista de Marlango, y con un disco de oro.  ¿Te alimentas de la misma manera de la música y del cine? El cine y la música son muy compatibles y se alimentan muchísimo la una a la otra. Me encanta la parte del cine en la que te entregas a un equipo, la sensación de grupo. El trabajo de actor pertenece a un todo, te llevan 60 personas… eres una pieza en el juego de otro, tú tienes tu parcela de creación importante pero perteneces a un todo. Y la música es todo lo contrario, tú eres tu jefe, es tu proyecto, tú decides… No hay un equipo tan grande intentando conquistar una colina. Además, descanso mucho de la una en la otra. Uno de tus primeros éxitos con Marlango fue el tema “It’s all right” (con un videoclip dirigido por Isabel Coixet) cuya letra habla de sentirnos observados y grabados. ¿Cómo llevas tú la fama y sus efectos colaterales? Siento que tengo un regalo, una capa de invisibilidad como la de Harry Potter. La verdad es que recibo un trato muy amable, sutil y muy discreto. No tengo fotógrafos, no salgo en la tele… no tengo ese nivel de popularidad con el que es más difícil convivir. Lo llevo muy bien. Próximamente marcháis a Los Ángeles a grabar el sexto álbum… ¿Cómo te sientes? Con muchas ganas y muchos nervios, siempre me suelo poner enferma de tanto nervio, eso es que la cosa marcha. Ha sido todo un periplo, las cosas han sido complicadas pero por fin va saliendo. Estamos trabajando con el productor Sebastian Krys. Aún no tenemos título, y algunas letras están sin acabar… Habéis hecho varios covers: “Semilla negra” de Radio Futura, “El último habitante del planeta” de Mastretta, “Vete” de Los Amaya y hasta “My favourite things” de “Sonrisas y lágrimas”. ¿Hay alguna canción que jamás te atreverías a versionar? ¿Existe algún tema “prohibido tocar” para ti? Hay muchas canciones que dan mucho respeto pero creo que es una pena sentir que haya algo intocable, si no nadie más haría nada. Si por ejemplo aspiras a empatar con Concha Piquer, lo llevas fatal… Pero si te da placer cantarla y te hace feliz, eso es precisamente lo bonito de las canciones… En el 2010 grabaste un dúo con Jorge (Drexler) para su álbum “Amar la trama”. ¿No tenéis pensado colaborar de nuevo en algún tema o incluso en un disco entero? Grabamos una canción preciosa que se llama “Toque de queda”. Tenemos tanta suerte y estamos tan bien… ¿que para qué? Disfrutamos mucho cada uno del trabajo del otro y nos acercamos a la música desde puntos distintos. Él respeta mucho lo que yo hago y yo lo que hace él. Aunque igual de repente un día nos vuelve a dar de nuevo por colaborar.
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Juguemos a las películas: “La hora de los valientes” de Antonio Mercero (1998): ¿Le tienes miedo a algo? Sí, claro. Tengo miedo al miedo… Y cuando tienes hijos el miedo se vuelve muy poderoso y se concentra mucho. “Hable con ella” de Pedro Almodóvar (2002): Menuda ironía… tuvo que ser complicado no poder hablar, quedarte completamente muda y quieta para interpretar a Alicia, la estudiante de ballet en coma. Si te llama Pedro siempre quieres que te pida que hagas de Ofelia o de Lady Macbeth como mínimo. Fue difícil por una cuestión de ego como actriz, quería impresionar a Pedro, que estuviera orgulloso de mí y poder sacarlo todo fuera. Pero fue muy difícil y todo un reto tener que interpretar físicamente desde dentro: no tragar, no parpadear… “Lo mejor de Eva” de Mariano Barroso (2012): ¿Qué es lo mejor de Leonor? No es el mejor día para hacer esa pregunta… (risas). Creo que soy capaz de reírme de casi todo, y eso me ayuda a hacer más llevadero el día a día. Los favoritos de: Imprescindible en una dieta. El queso. Comida (no española) favorita. Me gusta mucho la comida inglesa, tiene muy mala fama pero mi madre (que es inglesa) cocina muy bien: por ejemplo, un Shepherd’s Pie (un guiso de carne con una capa de puré de patata) o el ruibarbo, una raíz muy ácida que casi no se consume en España (aunque ahora lo venden en Ikea). Un restaurante donde repetir. “La esquina de Santi” en la Calle Pelayo (Madrid) y “El galeón” de Somo (en Cantabria). Una canción para cocinar. Cualquiera de Dean Martin o Frank Sinatra. Tu canción favorita (tuya). Va por días… va cambiando, pero me gusta mucho “Si yo fuera otra” (del disco “Un día extraordinario”, 2012). Tu canción favorita (de Jorge). Su último disco “Bailar en la cueva” me encanta, y por ejemplo la canción “Data data”. Un musical. “Un americano en París” de Vincente Minnelli. Un color para vestir. El negro. Te favorece… El rojo. Cuando visto de rojo siempre me dicen: “Qué buena cara tienes…”. Diseñador favorito. Difícil elegir uno… Miriam Ocariz, David Delfin, Dries Van Noten. “Amor en su punto” se estrena en cines el 9 de mayo y “Another me”, el próximo 27 de junio. Por Asier Iturrate Fotografía Rubén Vega Leonor Watling @A6 CINEMA Realización Blanca Puebla Peluquería y maquillaje Natalia Belda (www.nataliabelda.com) para M.A.C y Redken Asistente de fotografía Fede Delibes Asistente de realización Laura Gurpegui