VanidArte: El refresh de ARCO

Y un año más ARCO llegó a la ciudad sin perder el trono que ocupa hace 33 años. Es imposible desbancar a la feria más controvertida de nuestro país.

Ahora que ya ha pasado toda la fiebre maniaco artística y ese punto de “no sé nada pero voy a hacer que sí porque soy cool que te peinas”, después de exposiciones, y sobre todo después de ARCO, en el artículo de hoy voy a hacer una cavilación que acompañaré de una breve crónica reflexiva sobre la feria más icónica de nuestro país.

Como bien habréis podido leer he apuntado contante y sonantemente a ARCO como FERIA, por si finalmente no ha quedado claro: en mayúsculas resolveré ese enigma que lleva a padres ansiosos, y a masas perdidas, a visitar IFEMA a mediados de febrero de cada año. ARCO ES UNA FERIA DE ARTE no es una exposición, es una compra venta donde galerías, tanto nacionales como foráneas, llevan las que consideran sus mejores obras anuales, para que entendidos y coleccionistas disfruten de ellas, pero sobre todo para que las compren. En resumen queridos lectores, si lo que deseáis es ver una exposición de arte actual mejor movilizaos al Reina Sofía, o investigad sobre las numerosas y fantásticas expos que siembran de talento los museos de nuestra geografía.

ARCO 2014 ARCO 2014

Disculpen la “reprimenda”, pero tras quince años una se cansa de ir sorteando carritos de bebe, y los nervios se desatan entre gritos de “¡mamá he visto un pene!”, cuando el único deseo que tienes es disfrutar de las creaciones de tan estupendos, y ,es cierto que a veces menos, artistazos. Afortunadamente en esta edición decidieron montar un taller de arte para los más peques, es probable que a alguien le sucediera lo mismo que a esta servidora…

En la 33ª edición de la feria no podían faltar las controversias, qué lo importante es que hablen, y a pesar de la acertada intención de “limpiar” el espacio visual con el programa SOLO/DUO, en el que 60 de las 217 galerías sólo mostrarían las obras de dos de sus artistas, seguíamos viendo bombardeos en nuestras retinas, con tanta información que nuestros críticos cerebros artísticos se obstruían a cada paso. Pero en esta ocasión ha sido de agradecer que Carlos Urroz (en su cuarto año dirigiendo ARCO) con su deseo de hacer refresh de la feria haya “adecentado” los stands de IFEMA.

Escultura en la galería de Juana de Aizpuru Escultura en la galería de Juana de Aizpuru

Otro de los puntos a destacar es esa bajada del IVA por la que tantos estaban tan contentos y satisfechos, y por lo que se supondría habría más numero de compras, y así parece haber sido… pero claro siempre depende de con qué lo compares. No tanta ha sido la alegría de los galeristas, que ya declararon que esta maravillosa bajada no les afectaba a ellos, que seguirían teniendo a la espalda un 21%. Eso sí, tener una obra de arte en tu salón te saldrá mucho mas económico que a ellos. Si tu deseo es comprar a lo grande la creación Zen Arbeit de Hanne Darboven ha sido la más cara, con un precio de 2,8 millones de euros (ahí es nada), pasando por encima de por ejemplo un cuadro de Picasso valorado en un millón, increíble pero cierto…

La obra de Rikko Sakkinen La obra de Rikko Sakkinen

Para concluir, este año nos hemos despedido del video; la fotografía ha quedado en un segundo (o tercero, o cuarto…) plano; porque si alguien ha triunfado ha sido la pintura, dejando tras ella un pequeño hueco para consagrar el principio de los años de oro venideros de la escultura (atención, maravilla la que pudimos ver en la galería de Juana de Aizpuru). Imposible pasar sin nombrar otra de las obras más sonadas de la edición, la de Rikko Sakkinen: De la mano de Finlandia, país invitado, nos instiga a pedirle trabajo al señor de barba blanca más entrañable del mundo. Pensamos ¿nos están vacilando? Pues no, tiene truco, ya que Rikko lleva años viviendo en un pueblo de Toledo, así que puede que haya pedido en sueños trabajo para todos sus vecinos cada noche buena.

Y tras observar que este año el buen hacer de los artistas ha sido la conclusión a la que podemos llegar, es de agradecer que vuelva esa parte de artesano, y menos de arrogante, que ha de definir el significado artístico de la persona. Este año ARCO tiene un pequeño like más.

Lucía Fernández Alonso (Luceral)

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