Tras la repercusión internacional de “Subiza”, desconozco si andáis asustados ante las expectativas que tanta gente tiene puestas sobre este nuevo álbum. Ekhi: De tanto preguntárnoslo nos vamos a acojonar. Sí que hay cierta incertidumbre que hasta ahora nunca habíamos notado, pero intentamos que no nos influya lo más mínimo porque nos impediría seguir adelante. No puedes componer pensando en la gente, sino dejarte llevar por tu instinto a la hora de trabajar. Tienes que ser sincero contigo mismo. Los instrumentos orgánicos han vuelto a tener un merecido protagonismo en estas canciones. ¿Os sentíais demasiado prisioneros de la pantalla del ordenador? Ekhi: En mi caso, me he colgado el bajo y la guitarra más que nunca frente al ordenador. Con un laptop siempre puedes empezar más fácilmente la composición de un tema. Obviamente, hemos partido de él, pero desde el principio existía la conciencia de no quedarnos solo en eso. Las canciones no se han compuesto en plan jam en el local, sino que hemos ido trasformando las pistas del ordenador en melodías más orgánicas.
Delorean, la reconquista
Hay un cierto ejercicio de contención al prescindir de la borrachera de pistas de “Subiza”. ¿Os resulta más fácil moderaros o pasaros de vueltas sobrecargando las canciones? Ekhi: Todo depende de la pieza. Cuando nos cuesta más tendemos a sobrecargarla, algo así como intentar desatacarla llenándola de arreglos. En este disco había la premisa clara de no ornamentar demasiado. Guillermo: Antes funcionábamos más por progresiones que iban marcando los cambios, y en esta ocasión todo funciona bajo una premisa más pop con sus estrofas, puentes y estribillos bien marcados. Otro punto destacado es la ausencia de samples, algo realmente característico de vuestro anterior trabajo. Ekhi: Si no recuerdo mal, sólo se ha quedado uno en el disco. Los samples de voz esta vez los hemos cambiado por voces de verdad. No es que por norma nos hubiésemos marcado eso, sino que los hemos utilizado de forma más espontánea y teniendo presente que en el resultado final los intercambiaríamos por un elemento natural. Llámale guitarra o la voz de una de nuestras chicas. Escuchando “Apar”, inevitablemente, vienen a la cabeza muchas producciones musicales en alta definición de finales de los ochenta. ¿También os ocurría a vosotros mientras estabais de encierro en el estudio? Igor: Pues lo cierto es que sí. Quizás es el tipo de discos que más hemos escuchado durante la grabación del álbum. Las canciones tenían que sonar limpias, grandes y con mucha fuerza. Aunque ni mucho menos queríamos firmar un disco del 1987, sino más bien intentar emular los trucos de aquella época de la mejor manera posible y adaptándolos a los tiempos que corren. ¡Otra gran noticia es que, por fin, escuchamos la voz de Ekhi en primer plano! Ekhi: Como este no es un disco basado en atmósferas y sampleos, mi voz tenía que estar más presente que nunca. Esto ha implicado un mayor trabajo en las letras y la pronunciación. El inglés no es mi primera lengua y uno se expone más. Me ha encantado encontrarme a Caroline Polachek de Chairlift en “Unhold”. ¿Cómo disteis con ella? Unai: Todas las chicas que han cantado en el disco nos las han recomendado nuestros amigos. En principio era un sampleo de voz invertido y troceado que Igor convirtió en una melodía brutal, a la par que antinatural. Sin embargo, Caroline la clavó sin autotune ni ningún otro efecto en el estudio. Ella es súper técnica. Hasta que no la vimos en acción no nos pudimos creer que lo bordara de esa manera sin ninguna ayuda tecnológica. ¿Cómo es un día a día en vuestro estudio-local de ensayo? Ekhi: Nada más llegar a Barcelona dimos con este local que tiene un aura más profesional. Venimos aquí por la mañana, metemos unas cuantas horas y después cada uno se va para su casa o a tomar unas cervezas. Lo vemos como algo normal desde hace años. Al compartir el espacio con otras tres bandas los mediodías son muy curiosos porque se montan auténticas terapias de grupo. Como embajadores internacionales de nuestro país que en realidad sois, ¿qué consejo le daríais a las bandas que os están leyendo y quieren seguir vuestros pasos? Unai: Siempre decimos que al final es una mezcla de muchos factores, unos que controlas y otros tantos que se escapan de tus manos. Nuestro ascenso fue gracias al networking que dedicamos, sobre todo, a nuestras primerizas remezclas. Ekhi: Pese a ello, el networking no sirve de nada sino traes algo consistente. Tienes que exprimirte al máximo y medirte cara a cara tanto con las cosas que se hacen aquí como fuera de España. La auto-exigencia es esencial. Sergio del Amo Fotografía: Mahala Marcet

También te puede interesar