Con hambre y calor, buscábamos una terraza acogedora y económica en el centro de Madrid, para poder comer, beber y fumar. En Palosanto, encontramos esto y mucho más, ¡una comida deliciosa!
A las tres de la tarde de un martes salíamos de ver la magnífica exposición de Henri Cartier-Bresson en la Fundación Mapfre. Muertos de hambre y asfixiados por la canícula, buscábamos como perturbados una terraza acogedora y económica en el centro de Madrid, para poder fumar y comer y beber y fumar otra vez. La ciudad en verano también se vive al mediodía, y a veces es complicado encontrar lo que buscas.
En esta ocasión tuvimos suerte, ¡y en plena plaza de Chueca, quién nos lo hubiera dicho hace un tiempo! En el número 8 de una de las plazas más transitadas de nuestra
city, la fantástica terraza con gigantescas sombrillas del restaurante Palosanto, con su menú de 10,70 euros, nos atrapó inmediatamente, inminentemente,
ipso facto. Pero eso no fue lo mejor, no. Lo mejor fue que la comida estaba de E-S-C-Á-N-D-A-L-O.
Nos pedimos el menú, que constaba de un rico salmorejo y un carpaccio de calabacín con tomate, pesto y parmesano de primero, y de segundo una gustosa lasaña de salmón con vegetales y soja. Como nos vinimos arriba por tal descubrimiento, hicimos caso al camarero y pedimos para compartir la estrella de la casa, el deleitoso y primoroso
Pancook, un pan de leña con la parte superior cortada, relleno de pollo al curry, mmm… buenísimo, y una hamburguesa con bacon y cebolla confitada exquisita. En el menú entraba el postre, melocotón en almíbar con frutas del bosque y nata montada.
Aun así nos quedamos con las ganas de probar los langostinos con queso crema rebozados en panko, las alitas confitadas, el perrito caliente con piña y salsa rosa, la pizza criolla con carne mechada y salsa de tomate,o la ensalada oriental de aguacate y pollo con salsa de sésamo, entre otras delicias propuestas en la carta. Y nos cuentan que también preparan desayunos, denominados “desayunos a la americana”, con huevos revueltos, bacon y queso.
Regentado por Edi Collazos, uno de los propietarios de la estupenda cafetería HD (con esta referencia la cosa no podía ir mal), el restaurante Palosanto es un lugar desenfadado pero de calidad. Francamente, un lugar altamente recomendable, con un trato estupendo, comida rica y una ubicación excepcional. Otro
must en Madrid.
Por Isabel Calderón
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