Pasada la resaca de
ARCO y el resto de ferias de arte contemporáneo, toca reflexionar sobre el contexto español. En Vanidad elegimos a
cinco jóvenes representantes de diferentes ámbitos del
mundo del arte, les mandamos un
cuestionario y les invitamos a reenviarlo a
cinco personas, que según ellos, tuvieran algo que decir al respecto.
De izquierda a derecha: Manuela Villa, David Armengol, Valerie Maasburg, Iván López Munuera y el colectivo RMS (Sergio Rubira y Marta de la Torriente).
MANUELA VILLA. RESPONSABLE DE CONTENIDOS DE MATADERO MADRID.
¿Podrías describir, brevemente, quién eres y qué es lo que haces?
Me llamo
Manuela Villa Acosta, tengo 33 años, vivo en Madrid y actualmente trabajo como Responsable de contenidos de
Matadero Madrid. Esto es, comisario el espacio de intervenciones site-specific Abierto x Obras y produzco proyectos culturales como Archivo de creadores de Madrid (
www.archivodecreadores.es) o El Ranchito.
Primer contacto con el mundo del arte.
Como espectadora, el primer contacto que recuerdo es una exposición de Popova en el Reina Sofía a la que me llevó mi hermana, que es pintora. Más tarde, en mi vida adolescente frecuentaba y participaba en ambientes artísticos y profesionalmente empecé a escribir sobre arte en el suplemento Tentaciones (ahora EP3) de El País. Y a partir de aquí me fui especializando.
¿Cuál es, según tú, la función del arte?
Comunicar ideas, sentimientos o experiencias que no se pueden contar desde ningún otro lugar.
¿Cómo describirías, brevemente, el contexto artístico español?
Me interesa el trabajo de muchos artistas españoles, pero el contexto artístico me resulta muy aburrido. Salvo raras excepciones, detecto bastante poco interés en experimentar y bastante repetición de patrones establecidos.
¿"Cosas" con las que has disfrutado últimamente?
Con la visita al taller de Julio Falagán, la exposición de Hans Peter Feldmann en el Museo Reina Sofía o la lectura de la compilación de textos Situation de Claire Doherty.
LOS 5 ELEGIDOS POR MANUELA, AQUÍ.
DAVID ARMENGOL. COMISARIO INDEPENDIENTE.
¿Podrías describir, brevemente, quién eres y qué es lo que haces?
Me llamo David Armengol. Soy comisario independiente, así que combino diferentes proyectos en una suerte de pluriempleo precario. Proyectos curatoriales en los que investigo y exploro ciertas líneas de trabajo en arte que me interesan, y otros en los que más bien actúo como gestor cultural en contextos vinculados al arte contemporáneo. (actualmente el Concurs d’Arts Visuals Premi Miquel Casablancas afincado en Barcelona).
Primer contacto con el mundo del arte.
A nivel biográfico-emocional, el primer contacto con el mundo del arte que recuerdo con claridad es visitar en MNAC (Museu Nacional d’Art de Catalunya) con mi padre. Tendría cuatro o cinco años. A nivel profesional, mi primer contacto significativo con el arte fue trabajar de informador de sala en el MACBA cuando estaba acabando la carrera de Historia del Arte. Ahí empecé a hacer visitas comentadas. Y entonces empecé a entender, a interpretar y a pensar por mí mismo.
¿Cuál es, según tú, la función del arte?
Para mi, una de las ventajas más fructíferas del arte (aunque parezca una desventaja) es precisamente su carácter disfuncional. No creo en una funcionalidad precisa del arte, sino en como su ausencia de función le permite unas estrategias de liberación de lo normativo que le llevan (o le pueden llevar) a incidir en nuestra realidad de un modo más preciso y crítico que otros ámbitos de nuestra vida. Me gusta pensar y trabajar en esos términos: positivar y rentabilizar la disfuncionalidad del arte.
¿Cómo describirías, brevemente, el contexto artístico español?
El contexto artístico español me parece complejo y ambiguo. Por un lado, creo que es un campo de actuación rico, con buenos artistas y buenos espacios de trabajo. Por el otro, me parece que es un contexto siempre acomplejado, que se siente inferior. Quizás sería mejor no acotar territorialmente los contextos, olvidarse de lo local y lo internacional, liberarse de lo endogámico y hablar más bien de contextos artísticos capaces de establecer redes y apostar así por una lectura más plural de lo que supone trabajar en arte.
¿"Cosas" con las que has disfrutado últimamente?
Con la exposición
Atlas. ¿Cómo llevar el mundo a cuestas? comisariada por George Didi-Hubermann en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía sobre la influencia en arte del Atlas Mnemosyne de Aby Warburg. Y, aprovechando el genérico de “cosas” del enunciado, con un ensayo llamado
La fábula mística de Michel de Certeau. Un tratado sobre mística cristiana que, leído en clave de lo que supone trabajar en arte, y pensando en la condición del artista en la actualidad en lugar de la del místico, realmente es fascinante.
LOS CINCO ELEGIDOS DE DAVID, AQUÍ.
VALERIE MAASBURG. DIRECTORA DE LA LIBRERÍA IVORYPRESS ART+BOOKS.
¿Podrías describir, brevemente, quién eres y qué es lo que haces?
Soy la directora de la librería de Ivorypress Art+Books. Ivorypress Art + Books es un espacio en Madrid con varias salas de exposiciones y una librería, de la editorial Ivorypress, fundada y dirigida por Elena Ochoa y especializada en la edición de libros de artista. Todas nuestras actividades giran en torno al punto de encuentro entre el mundo de arte y de los libros.
Primer contacto con el mundo del arte.
Recuerdo durante toda mi infancia un permanente contacto con el arte, pero la exposición que realmente me impactó, fue cuando estudiaba en Berlín y tuve la oportunidad de visitar la exposición SENSATION - Young British Artists from the Saatchi Collection (1998) en el Hamburger Bahnhof. Esta exposición creo que ha sido la que mas me ha marcado.
¿Cuál es, según tú, la función del arte?
No creo que el arte tenga una sola función claramente definida, y eso es quizá lo mas interesante pues son múltiples las formas a las que podemos acercarnos al arte, desde la puramente estética, a sensibilizarnos sobre cuestiones sociales o humanas. A mí, personalmente, siempre me ha interesado mucho la función didáctica del arte.
¿Cómo describirías, brevemente, el contexto artístico español?
Encuentro que el contexto español es mucho menos abierto al exterior en comparación con otros países. Hay grandes artistas españoles que apenas se conocen fuera y viceversa, muchos artistas internacionales solo se conocen aquí en círculos muy específicos.
¿"Cosas" con las que has disfrutado últimamente?
He disfrutado mucho con el último libro de Alessandra Sanguinetti The adventures of Guille and Belinda un trabajo fotográfico publicado por Nazraeli Press. También me apasiona el trabajo del duo artístico Los Carpinteros, cuyo libro de artista presentamos el 17 de febrero en Ivorypress Art+Books.
LOS 5 DE VALERIE, AQUÍ.
IVÁN LÓPEZ MUNUERA. COMISARIO Y CRÍTICO INDEPENDIENTE.
¿Podrías describir, brevemente, quién eres y qué es lo que haces?
Soy Iván López Munuera, comisario y crítico independiente de arte y arquitectura. Inscribo el arte contemporáneo en el contexto crítico de las ciencias sociales y en el de los canales de comunicación y acción política del presente. Por decirlo de otro modo: si esto fuera un asesinato, a mí no me interesa sólo saber quién es el asesino y el asesinado, sino sus motivaciones, qué contexto ha producido la escena, qué legislación y metodologías deben y pueden aplicarse, qué dinámicas genera, de qué manera se ha configurado el crimen y en qué forma afecta y desafía el orden establecido.
Primer contacto con el mundo del arte.
En mi caso no hay epifanía. No hubo un renacimiento tipo
Avatar o
Poltergeist en el que viese la luz. O, más bien, su operatividad debería ser explicada. El descubrimiento de la AIDS Memorial Quilt como un campo de activismo compartido, la observación de las piezas de Phoebe Washburn o Claude Cahun, los textos de Chantal Mouffe o el Ziggy Stardust de David Bowie puedo verlos no tanto como primer contacto de algo sino más bien como decantación de tejidos en los que opero. No me parece tan relevante su inicio como su posible trayectoria.
¿Cuál es, según tú, la función del arte?
Armar críticamente el contexto en el que nos movemos para configurar un marco con garantías políticas donde pueda incrementarse la representación, la movilización, la diversidad y el número de agentes afectados, cada uno de ellos con sus miedos, sus intereses y deseos. Es una forma relevante para construir conocimiento y afectividad colectiva en el terreno de la cultura. Conecta la creación con la tradición de la democracia agónica.
¿Cómo describirías, brevemente, el contexto artístico español?
No creo que en estos momentos se den adscripciones geográficas tan marcadas. Existen
networks muy localizados y centros de poder influyentes, pero incluso en las redes de exclusividad las figuras de referencia y los canales de comunicación tienen una gran permeabilidad. La mundialización de las publicaciones, las posibilidades para la asociación, la movilidad trasnacional y la internacionalización de los centros de formación hacen que la acción colectiva dependa más de los vínculos y la capacidad de interlocución, que de la proximidad geográfica. De hecho, creo que la actividad artística contemporánea problematiza y explora la obsolescencia de los límites nacionales. Parafreseando a
New Order, “Spain is [or could be] a State of Mind” (aunque los pasaportes, las políticas comunitarias y los sistemas de representación anulan esta frase).
¿"Cosas" con las que has disfrutado últimamente?
Entrevistando al arquitecto Teddy Cruz, cuyo trabajo se centra en la radicalidad de lo local. Con el libro “Enric Miralles a izquierda y derecha (también sin gafas)” de David Bestué. Comisariando “Circuitos MMX”. Con los “Bailes apretaos” de La Tabacalera CSA. Formando parte del grupo de trabajo e investigación “El Ranchito”. Con “This Is Happening” de LCD Soundsytem y con “Bend Over Magazine”. Y con el programa de radio en el que colaboro, “Planeta Beta” (en Radio Círculo de Bellas Artes), como el día en que entrevistamos a José Antonio Corrales, ¡eso es punk!
LOS 5 ELEGIDOS DE IVÁN LÓPEZ MUNUERA, AQUÍ.
RMS. AGENCIA DE PRODUCCIÓN CULTURAL INDEPENDIENTE.
¿Podrías describir, brevemente, quién eres y qué es lo que haces?
Somos una agencia de producción cultural fundada en Madrid en 1999. Actualmente la formamos Rocio Gracia, Sergio Rubira y Marta de la Torriente. Nos dedicamos a la producción, la coordinación y el comisariado de exposiciones; la gestión de comunicación y prensa, y la realización de programas didácticos en el ámbito del arte contemporáneo.
Acabamos de abrir en el barrio de Las Ventas de Madrid, RMS, El Espacio, un espacio sin ánimo de lucro e independiente que esperamos que se convierta en un lugar de trabajo sobre lo contemporáneo, un laboratorio de proyectos en el que prime el sistema de prueba y error, un entorno para el debate en el que se perfilen diferentes modos de pensar y hacer y discursos en proceso de ser formulados, un punto de encuentro e intercambio de experiencias, y una sala de ensayo en la que se presenten prácticas emergentes o que no tengan cabida en otros canales.
Primer contacto con el mundo del arte.
Nuestro primer contacto con el “mundo del arte”, que no es lo mismo que primer contacto con el arte, fue en la Galería & Ediciones Ginkgo en la que trabajamos como becarios en prácticas durante el último año de la carrera de Historia del Arte. Fue una muy buena escuela para nosotros. Después comenzamos con RMS, La Asociación al mismo tiempo que trabajábamos –con distintos tipos de contrato y niveles de responsabilidad– de forma individual en otros lugares, museos como el del Prado y el Reina Sofía, centros como La Casa Encendida, instituciones como el Ministerio de Asuntos Exteriores, revistas especializadas como Lápiz o EXIT, en la Universidad Complutense o, incluso, en una agencia de publicidad, para poder desarrollar y mantener el proyecto. Algo que nos permitió también acumular experiencias que luego han sido muy útiles en nuestro trabajo en RMS, La Asociación. Creemos en la inteligencia múltiple y colectiva.
¿Cuál es, según tú, la función del arte?
La cultura no tiene ninguna utilidad más allá de su propio ejercicio. A lo largo de la historia al arte se le han dado muy distintas funciones. Ha sido: ilustrativo, ejemplificador, didáctico, iluminador, místico, representativo, subversivo, complaciente, autocomplaciente, decorativo, expresivo, político, social, propagandístico, y la lista de adjetivos no se agotaría aquí. Hoy podríamos decir que puede tener todas las funciones que se la han otorgado, muchas, algunas, pocas o ninguna. Los que sí tienen, o por lo menos deberían tener, una función definida son las instituciones –museos, centros de arte, salas de exposiciones– y sus mediadores.
¿Cómo describirías, brevemente, el contexto artístico español?
Hemos disfrutado de la abundancia. Los años de “nuevorriquismo”, a partir de finales de los ochenta pero sobre todo en los noventa y dos mil, han generado un mapa de infraestructuras quizá excesivo por sobredimensionado, pero ahí está, ahora toca "utilizarlo" de una forma razonada y razonable y, sobre todo, crítica y reflexiva.
Tenemos infraestructuras y tenemos “tejido” pero nos falta una mayor conciencia de nuestros valores y de nuestras limitaciones: un poco de orgullo (realista).
¿"Cosas" con las que has disfrutado últimamente?
Somos bastante “disfrutones” en general. Han sido muchas. Algunas confesables, otras inconfesables: libros sesudos (o no tanto), discos de electrónica o de rock alternativo (o no tanto), películas de lo que nuestros padres llamaban arte y ensayo (o no tanto), exposiciones con mucho discurso (o no tanto), o mencionar nuestros últimos proyectos, con los que obviamente disfrutamos. Sin embargo, nos quedamos con otras “cosas” como, por ejemplo, una buena cena con amigos en la que se empieza hablando de la última exposición en la galería tal y se acaba hablando del sexo de los ángeles o de la última gracia de nuestra “sobrina”.
LOS 5 ELEGIDOS DE RMS, AQUÍ.
Por José Ganga.
Fotografía de Mario Chavarría.
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-ANTONIO BALLESTER MORENO.
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