La respuesta es SÍ. Muchas mujeres no salen de casa sin maquillarse los ojos y eso, en principio, no tiene que ser malo para su salud visual. El maquillaje es un complemento más en el mundo de la belleza y los productos cosméticos son cada día más seguros y menos agresivos. Sin embargo, los malos hábitos a la hora de maquillarse los ojos pueden generar algunos problemas visuales. ¿Cuáles son estos elementos que debemos tener en cuenta a la hora de resaltar esta parte de nuestro rostro?
1. La composición de los productos, factor clave
El maquillaje puede estar fabricado con algunos productos que pueden ser desencadenantes de alergias. Por esta razón, es muy importante repasar la composición de cada artículo que compremos, sobre todo si alguna vez hemos sufrido algún tipo de alergia cutánea. Además, la utilización de cosméticos inadecuados o agresivos puede provocar la aparición de orzuelos, enrojecimiento ocular o lagrimeo. “El aluminio, el cobre, el zinc… son materiales pesados cuyo uso es muy común en este tipo de productos y que puede ser causantes de muchas alergias oculares”, señala el Dr. Fernando Llovet, Director Médico de Clínica Baviera, compañía médica dedicada a la oftalmología. Por lo tanto, cuando compramos cosméticos, debemos ser conscientes de que son productos que aplicaremos directamente sobre la piel y el contorno ocular y, por lo tanto, debemos asegurarnos de que han pasado todos los controles establecidos y de que sus componentes no son malos para nuestra salud. A la hora de elegir un producto, el precio no ha de ser el único factor que influya en la compra. Debemos procurar comprar cosméticos que especifiquen de forma clara las sustancias que los componen.
2. Ojo con la manipulación de elementos
Es preciso tener cuidado con los elementos que están en contacto con el maquillaje y con el ojo. Por un descuido o una distracción, es bastante habitual rozar el ojo con la máscara o el rizador de pestañas. Debemos estar alerta, hacerlo tranquilamente y, a ser posible, frente a un espejo. También es importante no usar mucha cantidad de producto para evitar que entre en los ojos. “Al poner y quitar el maquillaje, sobre todo en las zonas próximas a la córnea (párpados, pestañas…), se pueden producir úlceras corneales que pueden llegar a convertirse en lesiones graves y comprometer la visión en el futuro”, advierte el Dr. Llovet.
3. Higiene para evitar infecciones
Además, es importante respetar ciertas medidas higiénicas y, en ningún caso, debemos compartir los productos con otras personas. “Los recipientes de maquillaje se abren y se cierran en multitud de ocasiones y, no siempre lo hacemos con las manos limpias… Debemos mantener ciertas normas higiénicas, como mantener limpios los utensilios con los que se aplica el maquillaje, porque dentro de nuestros ojos encontramos una flora bacteriana (saprofitas) que, a su vez, protege el ojo. Si sobreinfectamos esta flora bacteriana, podemos enfrentarnos a una infección grave o muy grave”, indica el especialista en oftalmología de Clínica Baviera.
4. Fecha de caducidad
Otro elemento a tener en cuenta es que, como todos los productos, el maquillaje tiene fecha de caducidad. A partir de esa fecha, el producto debería retirarse del uso. “En cualquier caso, si se nota cualquier tipo de molestia lo más aconsejable es lavarse con agua. Si las molestias continúan, debemos acudir al oftalmólogo”, concluye el Dr. Fernando Llovet. Contradiciendo el dicho popular: Para presumir… No hay que sufrir. Un problema visual relacionado con el maquillaje, que puede parecer aparatoso en un primer momento, bien tratado por un oftalmólogo experto probablemente no vaya a más. Como siempre en medicina, es mejor prevenir.
Redacción Vanidad
Imágenes: archivo