Septiembre es por excelencia el mes de la rentrée, de la vuelta a casa y el comienzo de la rutina. Y, como consecuencia, también es el mes en el que la gran mayoría dejan atrás sus vacaciones. Se acaban los días de descanso, de playa y sol pero nos queda un recuerdo de ello: el bronceado. No obstante, este no es eterno y con el paso de las semanas termina desapareciendo de manera progresiva. A todos nos gustaría que ese buen color durase un poco más y tenemos tres trucos que te ayudarán a conseguirlo. Los tratamientos adecuados Hay una serie de hábitos que debemos adquirir y aprender a ser constante en ellos, como la eliminación de las células muertas. Esta rutina es clave, ya que conseguirá reactivar la circulación sanguínea y regenerar las células. Para ello, la clave está en la exfoliación. Nos ayudará a conseguir una piel suave, flexible e iluminada, pero también a conseguir nuestro gran objetivo: un bronceado más duradero. Mejorará mucho el aspecto de nuestra piel que habrá sido dañada por las exposiciones al sol. Para realizar un peeling correcto tienes varias opciones. La más sencilla es ponerte en manos de un buen profesional que elegirá el tratamiento especifico para tu piel. Pero también puedes hacerlo tú misma en casa. Hoy en día existe una enorme oferta de estos productos. Nosotros nos quedamos con el Exfoliante Ocean Salt de Lush y el Corporal Revitalizante Detox, de Freshly Cosmetics. Aunque, si lo prefieres, puedes optar por productos naturales (como azúcar o sal mezclados con miel, aceite, coco o limón). Eso sí, siempre con mucho cuidado sobre todo si tu piel es sensible. Después una correcta exfoliación e hidratación verás como tu moreno no solo no desaparecerá, sino que además tu piel estará tersa y cuidada. Alimentación y bronceado El tema de la alimentación es algo clave. Existen ciertos nutrientes que ayudan a activar la melanina y, como consecuencia, consiguen que el bronceado sea más duradero. Estos alimentos (zanahorias, calabaza, tomate, mango, espinacas, entre otros), ricos en betacarotenos, tienen gran cantidad de ventajas ya que son fáciles de encontrar y preparar. Crudos o cocinados, en ensaladas o zumos, en cremas frías o calientes. Las opciones son de lo más variadas. Aunque no son los únicos, podemos optar por otros productos ricos en vitamina E o vitamina C como los frutos rojos, el kiwi, el aguacate, los cítricos o frutos secos. Estos también ayudan a frenar el envejecimiento haciendo que el bronceado pueda conservarse un poco más. Si quieres salir de casa y seguir cuidando tu dieta, escoge un restaurante en el que tengan la comida sana como bandera. Si estás en Madrid, Bump Green es la apuesta ideal con propuestas sostenibles y saludables.

Piel siempre hidratada

Mantener nuestra piel hidratada es un hábito saludable que deberíamos mantener durante todo el año, todavía más si queremos mantener nuestro bronceado lo máximo posible. Por eso, aunque a simple vista parezca no tener demasiada relación, beber entre litro y medio y dos litros de agua al día es clave. En verano el sol reseca nuestra piel y este hábito consigue, no solo que se mantenga brillante e hidratada, sino que también evita que se produzcan tiranteces. Además, utilizar aftersun durante unos días puede ser de gran utilidad. Conseguirá que nuestro cuerpo esté mas bronceado, especialmente si apostamos por el producto adecuado ya que algunos de ellos tienen extractos naturales que estimulan la melanina y consiguen que el color perdure más tiempo. Nosotros te recomendamos tres: Silk Hydration Aftersun, de Hawaiian Tropic, Bruma Hidratante Calmante, de Sephora, y Loción Prolongadora del Bronceado, de Nivea. Todos ellos conseguirán calmar tu piel a la vez que reparan y regeneran las células dañadas por el sol. Aunque si prefieres apostar por otros elementos naturales, el aloe vera o el aceite de almendras son otras opciones muy recomendables gracias a su alta hidratación. ¡Ahora es tu turno! Aplica estos tips y consigue que este año tu bronceado dure todavía más.

 

Leyre Ferrando - @leyreferrando