El cuerpo humano es como una locomotora, funciona como una máquina totalmente química, que reacciona de una manera u otra al tipo de alimentación con la que la nutrimos.

En estos momentos de máxima preocupación por la salud, el tener un organismo fuerte nos ayudará a resistir los ataques de patógenos externos, como el temido Coronavirus.

La objetivo de este artículo es que aprovechemos esta cuarentena para comenzar a practicar una dieta de base vegetal, complementada con vitaminas y productos que ayudarán a fortalecer nuestro sistema inmunológico, preparándolo para defenderse de cualquier ataque.

La base de esta dieta, es la sustitución de proteínas animales por alimentos altamente proteicos, de origen vegetal, complementados por súper vitaminas.

Lo primero a lo que tienes que acostumbrar a tu cuerpo, es a una ingesta diaria de frutas, legumbres y verduras. Este tipo de alimentos te harán sentir con más energía al aumentar  los niveles de vitaminas, minerales, fibra y por supuesto tus defensas.

Empecemos por la mañana:

DESAYUNO

Dicen que es la comida más importante del día. No es cierto. Sí es el momento en el que tu cuerpo asimila mejor lo que ingieres, por las horas de ayuno que le preceden, pero eso no significa que te tengas que atiborrar, ni dedicarle más tiempo del necesario.

Si te es posible antes de desayunar, dedica quince o veinte minutos a tu rutina deportiva, es el momento en el que tu cuerpo mejor lo asimila. Luego bébete un gran vaso de agua y ya estás preparado.

Una pieza de fruta. Mejor cítrica, por su alto contenido en vitamina C, como Naranjas, Pomelos, Kiwis....

Un café con leche. Te parecerá una obviedad, pero el café no sólo estimula nuestro cuerpo, sino que le aporta antioxidantes y nos ayuda a levantarnos con más energía. La leche además es imprescindible en una dieta equilibrada. Un adulto debe de ingerir por lo menos un cuarto de litro de leche al día, por su alto contenido en calcio. La puedes ingerir desnatada, o sin lactosa (si eres intolerante a los lácteos), si te es posible tómala fresca y de granjas de proximidad.

Un chute de super vitaminas. Mezcla en un recipiente, dos cucharadas de polen, un poco de gingseng rallado, un limón exprimido y una cucharadita de miel de Manuka (de venta en herbolarios). La miel de Manuka original de Nueva Zelanda, contiene una concentración de sustancias con propiedades antibióticas y antiinflamatorias hasta 400 veces mayor que la miel tradicional y puede ayudar a combatir infecciones.

Imagen: Instagram @nespresso.es

 

MEDIA MAÑANA

Alrededor de las doce de la mañana, seguro que se te habrá abierto ya el apetito. Ingiere una segunda pieza de fruta y una infusión. La fruta que elijas depende de lo que vayas a hacer durante el resto del día, pero en una situación sedentaria os aconsejamos evitar las frutas tropicales, los plátanos...y optar mejor por mandarinas, ciruelas....

Es un momento ideal para una segunda ingesta de lácteos, un yogurt, un segundo café o té con leche, pueden hacer su función.

ALMUERZO

Intenta basarla en una sola ingesta, es decir no prepares un primero, segundo y sobre todo evita el postre. 

Nuestra recomendación es: Un buen plato de legumbres, garbanzos, alubias o lentejas. Los puedes preparar con tu acompañamiento favorito. Si te gustan los embutidos, este es el un buen momento de ingerirlos, pero con moderación, aunque lo ideal es cocinar tus legumbres con verduras, o conservas. Un plato delicioso que te ayudará a engancharte a las legumbres son las verdinas (una alubia muy pequeña, verde) con almejas.

Un consejo, cocina cantidades en abundancia para dejar comida preparada para toda la semana. Los platos de legumbres se pueden congelar o guardar en la nevera para consumirlos mas adelante.

MERIENDA

Es otro momento ideal para consumir otra ración de lácteos. Un poco de queso fresco o yogurt con fruta y un segundo chute de super vitaminas. Una merienda ideal son 150 gramos de queso de burgos (si puedes también de proximidad) con rodajas de melón y menta fresca con una cucharada de polen o miel de romero.

CENA

Dicen los nutricionistas que idealmente hay que ingerir un solo plato cocinado al día, así que siguiendo este consejo, este es el momento ideal del día para hacerte un buen bol de verduras.

Una cena ideal puede ser: un bol con espinacas, rúcula, escarola, radicchiotomate kumato, queso feta  o queso parmesano (y ya tienes cubierta la ingesta diaria de calcio) y bonito del norte o anchoas. La puedes aliñar con una vinagreta de aceite de oliva y mostaza de Dijon y limón, añadiéndole otro chute de vitaminas.

Imagen: Instagram @rawcocogreenbar

 

ALIMENTOS QUE DEBES TOMAR Y QUE DEBES EVITAR. COMPLEMENTOS VITAMÍNICOS

Este es un ejemplo de una dieta vitamínica ideal. Después de tres o cuatro días, te sentirás mucho más fuerte y lleno de energía.

Aquí hay una pequeña guía de los alimentos que debes almacenar siempre en tu despensa y de los que debes evitar.

Siempre

  1. Verduras
  2. Legumbres
  3. Fruta
  4. Verdura

 A veces

  1. Lácteos 
  2. Pescado, aves, huevos
  3. Aceites vegetales
  4. Frutos secos
  5. Mieles
  6. Complementos vitamínicos (B12, C...)
  7. Vino tinto

Uso esporádico

  1. Carnes rojas
  2. Pan
  3. Arroz
  4. Pasta
  5. Alcohol 
  6. Cereales

No nos gusta decir, nunca comas esto o aquello, pero si puedes, evita siempre la bollería industrial e intenta mirar el origen y la composición de todo lo que compres.

Es muy importante que vigiles (via análisis) tu nivel de vitamina B12, un nutriente esencial para el funcionamiento de las células sanguíneas y del sistema nervioso. La Vitamina B12 está presente en la carne roja y en los productos de origen animal. Es necesario también controlar tu nivel de Vitamina D. Ambos niveles se pueden compensar fácilmente con complejos vitamínicos. Nuestro favorito es Vibracell, una especie de jarabe de origen 100% vegetal de venta en farmacias.

En cualquiera de los casos, esta guía es tan solo ordinativa y recomendamos el control médico de cualquier dieta.

 

Texto: Emilio Saliquet

Fotos: Instagram