Ahora que está tan de moda hablar de los superalimentos, esos que llevamos comiendo toda la vida pero que ahora se les atribuye este adjetivo por sus numerosas propiedades y beneficios, nos acordamos de las algas. Sí, las algas. Porque probablemente hayas oído hablar muchas veces de ellas, de sus atributos y en las numerosas cocinas que se emplea este alimento. Sin embargo, aunque cada vez se utiliza más, parece que aún nos resistimos a añadirlo en nuestra cocina.
Las algas son ricas en vitamina A, C, K y B12, contienen yodo, potasio y hierro a unos niveles 10 veces mayores que los de cualquier verdura. También son un alimento altamente proteico y con omega 3. Además, produce el quinto sabor conocido como umami junto con los champiñones o las anchoas entre otros; un sabor descubierto hace más de 100 años por un químico japonés que le puso el nombre de 'delicioso'.
Si bien todas estas razones deberían ser suficientes para incorporar las algas a nuestra dieta, aún hay más porque en unos años deberemos duplicar o incluso triplicar la producción de alimentos para mantener a toda la población y la producción de estas algas no necesitan ni agua dulce, ni tierra ni ningún tipo de fertilizante. Además, ayudan a mejorar el medio ambiente.
Este alimento se ha popularizado principalmente en la cocina asiática, donde han ido explorando las mil y una combinaciones y recetas que se pueden elaborar con este alimento. Desde caldos, mantequilla o tartas. Un principio fundamental es usar siempre poca cantidad ya que es un alimento muy concentrado y apenas unos gramos es una cantidad más que suficiente para obtener todos sus nutrientes en un alto contenido.
Se pueden usar como una alternativa sana al marisco como por ejemplo en las dietas vegana o vegetariana. El marisco es una de las principales fuentes de alergias alimentarias y las algas son la fuente ideal para sustituir la frescura y el sabor a mar del marisco. Podemos añadirlas a las ensaladas, siempre en pequeñas cantidades o agregarlas a nuestras cremas de verduras o smoothies, son la fuente perfecta de proteínas.
Ahora que ya sabes cómo comerlas, te diremos que son como el alimento mágico, una pequeña porción y estos son sus beneficios:
Nos ayuda en la digestión
Algunos tipos de alga forman una barrera protectora sobre las mucosas del estómago lo que hace que nuestras digestiones sean mucho más ligeras, sin pesadez ni dolor. Nos sacian más rápido por lo que son perfectas para las dietas de pérdida de peso.
Previenen la osteoporosis y las enfermedades vasculares
Sus alto contenido en calcio, magnesio y fósforo hará que nuestros huesos estén mucho más fuertes y sanos. Además, al ser un alimento bajo en grasas ayuda a que nuestro colesterol malo esté siempre en su lugar. También su alto contenido en hierro será nuestro mejor aliado para recuperarnos de una anemia o prevenir su aparición.
Lucía Pandiella - @luciapandiella
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