Hay ocasiones en que las situaciones que vivimos nos superan, llegando a crear ansiedad, depresión u otros problemas psicológicos que a la larga, pueden afectar con gravedad a nuestra salud. Por eso es recomendable que, de vez en cuando, conectemos con nuestro interior para sentir esa paz que tanto necesitamos y que tan beneficiosa es para nosotros. Desde Vanidad, te contamos cuáles son los ejercicios perfectos para seguir una rutina mindfulness diaria perfecta:
Emerger del sueño
Cuando te despiertes, sin moverte de la cama y completamente tumbado, mantén los ojos cerrados y haz un par de respiraciones pensando en cómo has dormido, si has descansado y en las cosas buenas que te esperan en el día. Está comprobado que si comenzamos el día de forma positiva y relajada, evitaremos el estrés y los problemas mentales que tanto tememos.
Estírate
Las jornadas laborales largas o estar siempre en una misma posición, son algunas de las causas más perjudiciales para nuestra mente: mientras estés en el trabajo, tómate un descanso y estírate por completo. Mientras lo haces, en tu mente imagina que la buena energía fluye por cada una de las partes de tu cuerpo que estés estirando y pon los 5 sentidos en ellas. Estamos seguros de que cambiarás tu perspectiva sobre estirarte y se convertirá en tu ejercicio favorito del momento.
Coge lápiz y papel
Aunque pienses que este ejercicio no es para ti porque no dibujas bien, estás muy equivocada: boceta trazos con la mente en blanco, sin significado alguno hasta que desconectes. Cuando lo hagas, podrás dibujar algo que tu mente deseé en esos momentos, sin responsabilidad de hacerlo bien o mal y sentirás como tu paz interior comienza a exteriorizarse... ¡Funciona!
Auto-chequeo
¿Quién no ha sentido alguna vez estrés e incluso ansiedad en el trabajo?. Cuando estés en casa, frente al espejo, comienza a comprobar todas tus partes del cuerpo: ¿Aprietas mucho la mandíbula?, ¿estás deshidratada?, ¿tienes la piernas encorvadas? Pues todo esto son síntomas de futuras enfermedades que podemos corregir y que nos ayudan a conocernos mejor a nosotros mismos, algo que a la larga, vamos a agradecer (y nuestra salud también).
Comer conscientemente
Te va a parecer raro, pero no disfrutamos de los alimentos y bebidas que tomamos a diario, una de las técnicas más milenarias del mindfulness. Aunque tardes más tiempo en comer, observa en profundidad tu comida, el color, textura, olor... Cuando te la introduzcas en la boca, saborea y mastica con delicadeza para que tu sentido del gusto conecte con tu mente y disfrutes, por fin, de la maravillosa sensación de nutrir tanto tu cuerpo, como tu mente.
Estamos seguros de que si sigues todos estos ejercicios mindfulness, no tendrás ningún tipo de problema con tu mente y conciencia... ¡y empezarás a disfrutar!
Vanesa Soto: @vanesasotog30
Imágenes: Instagram