El continuo estrés al que estamos sometidos actualmente hace que, tendencias como el mindfulness, nos tengan especialmente intrigados. Pero, ¿en qué consiste realmente? Vivir el presente en vez de darle vueltas al pasado o preocuparse por el futuro. Conseguir concentrarnos en nuestros pensamientos, emociones y sensaciones del momento, sin juzgarlos o anticiparnos. ¿A qué suena bien?. El mindfulness puede llegar a cambiar vuestra vida amigos...
El caso es que en los últimos años, el origen del mindfulness se ha extendido tanto que ha llegado incluso hasta nuestra alimentación. Seguro que tú también tienes la sensación de que muchas veces comes por el estómago (o por los ojos), en vez de hacerlo con la cabeza. Y más en estos días de cuarentena, donde las visitas a la nevera se convierten en paseos más que habituales... Pues en eso se basa especialmente el mindful eating, en la alimentación consciente.
Alimentarte de forma consciente, es decir, utilizando el control de la mente, es una de las técnicas más noevedosas (y eficaces) para cuidar nuestro cuerpo sin necesidad de recurrir a dietas. Por eso el mindful eating se centra en llevar un estilo de vida que te lleva a conocer tu propio organismo, relacionándote de manera sana con la comida para que te pongas en la cabeza que "comes para vivir", no "vives para comer".
Además, pretende que cada uno sea consciente de las sensaciones fisiológicas y emocionales de su organismo, aprendiendo así a diferenciar entre el hambre fisiológico y el psicológico. ¡Qué no son lo mismo!
Ya lo ves, olvídate de contar calorías y céntrate en qué alimentos comer, cómo y cuándo. Y tú, ¿ya eres todo un mindful foodie?
Anna Alarcón: @_annalarcon
Imágenes: Archivo y Giphy