A veces sería genial que en la vida existiera una varita mágica que, al toque, solucionara los desaciertos de manera instantánea. Volver atrás, enmendar y arrancar sin ese peso en la conciencia. Pero, por ahora solo es una fantasía mental con toques de ciencia ficción...
Lo que sí es real (y muy cercano, además), es corregir las equivocaciones en maquillaje. Manchas de máscara, borrones, labiales transferidos al bigote... Por suerte para nosotras, en el mundo de la belleza podemos hacer nuestros sueños realidad y arreglar todo. Pocos errores se pueden deshacer, pero con estas herramientas de maquillaje, nunca fue tan fácil:
Make-up corrector pen, de Clarins
Cualquiera puede meter la pata, pero con este borrador de Clarins no hay de qué preocupare si así ocurre. Con un formato similar a un lápiz, facilita corregir los fallos en cualquier lugar y momento. Su punta de fieltro, con tres recargas que ofrecen hasta 300 usos, permite ser muy preciso y retirar el detalle fuera de lugar sin alterar el resto. Además, el aceite de jojoba de su fórmula hace que deslice perfectamente sin dejar sensación grasa.
Esponja, de Beauty Blender
Hay muchas esponjitas en el mercado, desde las más profesionales hasta las de andar por casa, pero pocas han alcanzado el estatus de icono de la Beauty Blender. Aplica, difumina y bate el producto en cuestión, dejando un acabado perfectamente pulido gracias a su diseño de huevo acabado en punta. Su material se activa con el agua, evitando que absorba en exceso el cosmético. A nosotras nos encanta para limpiar sombras de ojos que han manchado la ojera, rebajar un colorete muy subido o suavizar un contouring muy marcado.
Surgically precise makeup eraser, de Rude Cosmetics
En maquillaje admitimos todo, menos volver a empezar desde el principio. Antes intentaremos todo lo posible por remediar aquello que no ha resultado como queríamos. Con este aplicador en forma de pincel, se pueden limpiar todos aquellos pequeños errores de manera rápida y efectiva, incluso si son palabras mayores y el producto en cuestión es waterproof.
Abeille Royale Eye R Repair Serum, de Guerlain
Cuando hablamos de nuestra mirada y ante un descuido, suele pasar que intentemos cubrirlo con otros productos. En estos casos, en los que las capas y capas terminan en una acumulación nada favorecedora o un tono pastiche lejos del original, lo mejor es volver unos pasos atrás. Con un tratamiento de precisión, como este de Guerlain, y un bastoncillo, aplica un poco de sérum para fundir el color, retirarlo y rehidratar la zona. Unos toquecitos para favorecer la absorción y que este néctar con miel pura de abeja negra y polímeros tensores haga su magia ¡y podrás recuperar un lienzo fresco con el que trabajar!
Discos desmaquillantes reutilizables Eco-pads, de Garnier
Inicialmente pensados para desmaquillar completamente la piel, estos discos de microfibra de Garnier nos encantan por ser lavables y reutilizables hasta mil veces. Así, pueden servir para limpiar suavemente errores o como tiento a la hora de crear un look. Todas esas veces que, sin darte cuenta, has trasferido un producto de un lugar a otro con tu mano al apoyarte en la cara, tienen los días contados si los utilizas.
Touch Éclat, de Yves Saint Laurent
Otro incombustible: el clásico iluminador de Yves Saint Laurent. Y es que no solo corrige un contorno de ojos cansado, oscuro o con pequeñas arrugas, sino que es una pequeña navaja suiza en cuanto a versatilidad en el kit de make up. Su fórmula fina y ligera, aporta un velo transparente de color casi imperceptible, perfecto para definir las cejas (sobre todo cuando te sales rellenándola o definiéndola), corregir contourings fuera de lugar, o una boca llamativa en colores que suelen migrar a la zona peribucal.
Airbrush Corrector de ojeras iluminador, de Clinique
Fue verlo hace años en un tutorial de Lisa Eldridge y surgir el flechazo. No es novedoso ni tiene tecnologías extraterrestres, lo que sí ofrece es una efectividad a prueba de modas. Un corrector que ilumina suavemente, fundiéndose con la piel al instante, ayudando a desvanecer las sombras. Por eso lo utilizamos para retocar la zona de la ojera después de maquillar los párpados, eliminando el producto que haya podido caer o llegar hasta ahí, y especialmente el ángulo exterior del ojo, para que levante la mirada.
Berta Almagro: @balmagro
Imágenes: Cortesía de las firmas