Hace un tiempo la revista norteamericana Allure dirigió un estudio para conocer la evolución en el tiempo del estándar de belleza deseable por la sociedad. Los datos revelaron un cambio intuido por todos: ni rubia, ni delgada, ni con ojos azules. El 64% de los encuestados encontró más atractiva a la mujer bi-racial y curvilínea. La tendencia se ha asentado y ahora la silueta curvy se impone en las redes sociales... Y en el mundo de la moda :)
Celebrities como Rihanna se han declarado seguidoras de las curvas y formas rotundas, aunque en muchos casos se les ha tildado de condescendientes. Ni excesivamente delgada, ni fortalecida. En una especie de vuelta de tuerca en los paradigmas de belleza, la población parece anhelar la silueta de los 40 y 50. ¿Tendrá algo que ver la gran influencia que ha ejercido en los últimos años la serie Mad Men? Como dato curioso señalaremos que su creador alentaba a sus actrices a no ejercitarse ni comer excesivamente sano para parecer curvilíneas y poco definidas. Así, January Jones se entregaba con cariño a los carbohidratos y cerveza para no parecer demasiado delgada. Pero no nos engañemos, conseguir un perfil sinuosamente armónico es más complicado que eso.
1. Tonificación: imprescindible fortalecer el cuerpo con el fin de armonizar los volúmenes. Ejercicios de sentadillas, planchas laterales y squats serán tus grandes aliados para desarrollar volumen o reducirlo, según te convenga. ¡Ah! Y olvida esa tan manida frase de “no hago pesas porque musculo demasiado”, siempre puedes adecuar las repeticiones y cargas a tus necesidades ¡No hay excusas!
2. Alimentación consciente: no hablamos de seguir una dieta, a no ser que estés motivada y convencida de que tu objetivo es perder peso, pero sí de que tengas cuidado con ciertos alimentos habituales de la dieta occidental, como azúcares refinados, hidratos de carbono a granel o grasas. Te dan alegrías inmediatas, pero son poco saludables y en una silueta por naturaleza curvy, su abuso puede desequilibrarla.
3. Cosmética curvy: elegir productos que alisen y tensen la superficie cutánea puede resultar interesante, así como todos aquellos productos que estimulen la producción de colágeno y elastina, al realizar un efecto push up de relleno y sostén de los tejidos. En las zonas donde sea necesario reducir centímetros sería recomendable optar por nutricosmética y cosmética drenante y reductora, con activadores del metabolismo celular como la cafeína, la carnitina, el té verde, el fucus o la escina.
Redacción Vanidad - @vanidad