Fotograma de «Annie Hall», Woody Allen (1977)
Ni vestidos de gala ni escotes imposibles: Diane Keaton conquistó Hollywood con chalecos, camisas blancas y toneladas de sombreros. Con su partida, el cine pierde a una actriz brillante y la moda, a una musa. Repasamos seis de las películas que prueban que, ser auténtica, siempre será tendencia.
Diane Keaton creaba personajes que se vestían con autenticidad, inteligencia y un encanto irrepetible. Con su muerte (11 de octubre de 2025), el cine y la moda pierden a una precursora absoluta, una mujer que supo convertir el vestuario en una extensión de su personalidad. Y es que su estilo —un híbrido perfecto entre androginia, humor y sofisticación— sigue siendo uno de los más imitados y celebrados de Hollywood.
Desde sus primeros pasos en los años 70, Diane Keaton desafió lo que se esperaba de una actriz. Mientras otras estrellas se envolvían en lentejuelas y vestidos ajustados, ella prefería camisas masculinas, corbatas, chalecos y pantalones anchos. Keaton daba la vuelta al código de vestimenta de la época y representaba algo diferente: la libertad de ser ella misma.
Por eso, desde Vanidad, creemos que no podemos hacerle mejor homenaje que recomendándote seis películas en las que Diane Keaton no solo brilló como actriz, sino también como icono de estilo.
No hay forma de hablar del estilo de Diane Keaton sin empezar por «Annie Hall». El personaje que Woody Allen escribió, y que Keaton vistió a su manera, cambió la forma en que entendemos el «estilo masculino» en la moda femenina.
Aquellos chalecos de tweed, los pantalones anchos, la corbata floja y el sombrero fedora, se convirtieron en iconos. Pero lo más interesante es que gran parte de ese vestuario, era de su propio armario: Diane llevó su estilo real al set, y el resultado encantó. Porque Annie Hall no era un personaje que buscara ser sexy ni perfecta, sino auténtica, divertida, un poco torpe y absolutamente magnética.
En «Manhattan», Diane redefinió su estilo con una versión más adulta de su look setentero. Los colores neutros, las camisas blancas impecables y las blazers oversize dominaban su armario. El vestuario de su personaje, Mary Wilkie, reflejaban lo que hoy conocemos como effortless chic. Era la mujer neoyorquina intelectual que no necesita ostentar para destacar.
Esta película se convirtió en un modelo recurrente para el estilo Upper East Side que décadas después seguiría inspirando editoriales de moda.
En los 90, puede que Diane Keaton cambiara de registro, pero no abandonó la elegancia. En «Father of the Bride», su personaje, Nina Banks, redefine la figura de la madre moderna: sofisticada, cálida y con ropa impecable.
Trajes en tonos pastel, faldas midi, suéteres de cashmere y collares de perlas construyen el look perfecto que mezcla tradición y modernidad. Keaton logró que el estilo maternal fuera sinónimo de clase, no de conformismo. Y como ya sabemos, la sencillez bien ejecutada siempre es tendencia.
«The First Wives Club» nos regaló una de las versiones más poderosas del estilo Keaton demostrando que, la elegancia, también puede ser una forma de revancha.
Junto a Goldie Hawn y Bette Midler, su personaje viste trajes monocromáticos y abrigos largos. La escena final, con las tres vestidas completamente de blanco, es casi un símbolo de resiliencia femenina. Y no, los sombreros tampoco desaparecen en esta película.
¿Quién podría olvidar sus jerséis blancos en «Something’s Gotta Give»? Diane Keaton —ya en su madurez— nos regaló uno de los looks más icónicos del cine de los 2000. Su personaje, Erica Barry, es el retrato de una mujer independiente, segura y con un sentido estético que no necesita demostrar nada.
El vestuario se basa casi por completo en tonos cremas y blancos, tejidos ligeros y cortes clásicos. Pero lejos de ser aburrido, el resultado resulta tan fresco como el propio personaje. Esa imagen —ella escribiendo frente al mar, con un suéter blanco y gafas negras— es puro quiet luxury antes de que la tendencia tuviera nombre.
Ya convertida en leyenda, Diane Keaton volvió a recordarnos que el estilo no tiene edad. Su personaje en «Book Club» viste abrigos estructurados, bufandas amplias, guantes de cuero y, por supuesto, sus inseparables sombreros. Es un look que combina su elegancia de siempre sin perder ese toque juguetón, demostrando que la moda puede ser divertida a cualquier edad.
Puede que Diane Keaton nunca se considerase a sí misma una «fashion victim», pero si algo nos enseñó con cada una de sus películas, es que: vestirse bien no es seguir las reglas, sino escribir las propias.
Sofía Villar: @sofiavillarb
Imágenes: Fotogramas oficiales de las películas.
