Cosas que considerar en caso de tener un accidente en vacaciones

Lo primero que quizás te preguntes, en caso de ser un trabajador por cuenta ajena, es qué pasa con tus días de vacaciones si durante las mismas tienes que cogerte una baja por accidente. ¿Los pierdes?

No, no es así.  Cuando se te dé el parte de baja médica, tendrás derecho a parar el periodo vacacional y reprogramarlo para más adelante si así lo deseas. Y decimos “si así lo deseas” porque realmente se puede llegar a combinar vacaciones y baja laboral, siempre y cuando cuentes con el permiso de la Mutua o del médico, tras decidir que la incapacidad provocada por el accidente te permite estar de vacaciones.

Pero ¿qué sucede cuando el accidente se tiene en vacaciones y estas se acaban? Hay que volver al trabajo, pero las consecuencias de ese altercado te lo impiden, lo que en muchas ocasiones supone una pérdida económica. En ese caso lo mejor es tener contratado un seguro de accidentes.

El seguro de accidentes, tu tranquilidad ante cualquier imprevisto

Una familia que mantener, facturas que pagar, cuotas de autónomo (si lo eres…). Los gastos no cesan tras un accidente, pero los ingresos puede que sí, si te es imposible trabajar después del mismo. Incluso pueden sumarse más, por gastos médicos y si la incidencia ahora te supone tener que contratar ayuda para afrontar sus consecuencias (atención psicológica, ayuda por invalidez, etc.).

Tener un seguro de accidentes te aportará la tranquilidad que necesitas en esos casos, pues te protegerá ante cualquier imprevisto surgido durante tus vacaciones.

Dicho seguro garantizará que tengas una indemnización o un ingreso mensual que os permita tanto a ti como a los tuyos afrontar el día a día. Además, incluye muchos servicios, como asesoramiento nutritivo, orientación psicológica y otros tipos de atenciones médicas.

Por supuesto, un seguro de accidentes también cubre los casos más graves, es decir, los de incapacidad permanente total y parcial, así como fallecimiento, aportándole a la familia un capital.

Eso sí, no hay que confundir el seguro de vida con el seguro de accidentes. El primero cubre las incapacidades permanentes o el fallecimiento, sin importar la causa. Por su parte, el seguro de accidentes te cubre todos los casos derivados de un accidente, pudiendo causar la muerte o no, invalidez parcial o total, o solo una incapacidad temporal.

Aclarado esto y sabiendo que sufrir daños por accidentes es uno de los riesgos más comunes que todos podemos padecer, en caso de que suceda estas vacaciones, tener contratado un seguro que nos proteja en este aspecto nos proporcionará la calma de saber que aquellos gastos sanitarios y repercusiones económicas derivadas del accidente estarán cubiertos. De esa forma solo nos quedará preocuparnos por nuestra propia recuperación.

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