Curiosamente huimos de lo que nos hace especiales, y es que Dom Pérignon intentó evitar durante años las burbujas en su vino, el elemento que le caracterizó durante toda su historia convirtiéndolo en un meticuloso champagne -que suena tal y como es, elegante-.

¿Las culpables? Las uvas Pinot Noir empadronadas en las parcelas “Chants de Linottes” en Hautvillers y “Vauzelles” en Aÿ – seguramente la ciudad reciba ese nombre por la recurrente expresión “ay, qué rico” -, protagonistas del brebaje más glamuroso y contradictorio de la vinoteca.

Paco Morales y Alejandro Serrano durante el evento de presentación de Dom Pérignon Rosé Vintage 2008 en Sevilla

 

Paco Morales y Alejandro Serrano, el chef español más joven en conseguir una estrella Michelin, no esperaron a que nadie se lo contara y por ello, el pasado 1 de junio –cual buena manera de inaugurar el mes– crearon un menú inspirado en la Pantera Rosa de los champanes. Así, mediante las siguientes características: "magnético, claroscuro, vibrante, táctil, carnal y salvaje", los chefs recibían el reto de crear un menú de 10 platos que reflejara estos valores... ¡y vaya si lo consiguieron! 

Bogavante a la barbacoa y éclair de queso 

 

Los platos de los chefs, ambos con estrella Michelin, poseían un carácter marítimo, suave y una ausencia total de carne, por lo que se envolvían en un excelente maridaje con el champagne. Algunos de los platos están bautizados con nombres como “atún con bilbaína de ají amarillo” o “bogavante a la barbacoa con éclair de queso”.

Sí… sabemos que solo con nombrarlos ya te hacen salivar... así que para aquellos que os quedasteis con las ganas de probarlos durante su evento de presentación en las mágicas Setas de Sevilla, os traemos una alternativa con la que disfrutar de nuestro querido Rosé Vintage 2008 a lo homemade

Alejandro Serrano 

 

Si tenemos en cuenta que su sabor es inteligentemente afrutado, optar por platos frescos con los que brillen los toques florales de tulipán, naranja y cereza dulce -contrapuestos por café y azafrán-, será la mejor elección

Por otro lado, nuestro Dom Pérignon Rosé Vintage 2008 hará el match perfecto con pescados y mariscos. Ahora bien, si queremos ir más allá y llevar a nuestros comensales al paraíso gustativo, no tendrá ningún tipo de reparo en mezclarse con comidas ligeramente picantes. Así, mientras las ostras obligarán al paladar a armonizar ambos sabores, la jugosidad de un carpaccio de gamba con un toque spicy, yuxtapuesto junto al champagne, nos ayudará a limpiar nuestras papilas entre bocados. 

Paco Morales

 

Como veis, en gastronomía, los polos opuestos también se atraen, y los antónimos de este champagne -literalmente- lo hacen más fuerte (o, dicho de otra manera, le hacen cobrar más cuerpo).

La libertad y el misterio son dos conceptos que se reúnen en cada copa, aparentemente con la misma proporción de contradicción –y eso nos encanta-. La autooposición es una acción naturalmente humana, y que Dom Pérignon la haya materializado impolutamente dentro de una botella, es algo por lo que solo podemos brindar.

Y vosotros, ¿os unís al brindis? Cheers!

 

Sara Bosch: @sarebosch 

Imágenes: Cortesía de la firma