Los regalos que no nos gustaría recibir en Navidad
¿Una aspiradora? ¿Utensilios para la cocina? ¿Dinero? Os aconsejamos qué no debes regalar en Navidad para que tus seres queridos te sigan apreciando.
¿Recordáis que hace unos días os mostrábamos nuestras cartas de Navidad? En ellas había bolsos, prendas fetiche y algunos productos de belleza que nos encantaría que nuestra pareja, padres, amigos, hermanos y otros familiares nos colocaran en un bonito paquete bajo nuestro súper árbol adornado. Pues bien, hoy os contamos qué regalos NO nos gustaría recibir y os explicamos las razones.
Atentos a nuestras advertencias si queréis que las personas a las que regaláis pongan esta cara y no esa de asco que demuestra "amablemente" que tu regalo no ha gustado.
En primer lugar, el peor regalo para Navidad es algo para la casa. Si te regalan -por ejemplo- una aspiradora, quiere decir que esa persona no puede ser más cutre. Habrá quien te salga con la excusa "es algo útil que necesitabas en casa y además no es barato". Vale, útil para la casa, pero a las personas les gusta recibir regalos para ellos... ¿y con una aspiradora qué hace? ¿se la pone en la cabeza?
Siguiendo en la misma línea, otro regalo que no nos gustaría recibir estas fiestas son utensilios para la cocina. Seguimos con lo mismo, salvo que seamos chefs, las cosas para la casa son lo menos personal del mundo. Que sí, que necesitaba esa tostadora para los desayunos cada mañana antes de trabajar, ¿pero no le haría más ilusión ese libro de su autor favorito o un bonito bolso? Llamadnos locos, pero que nos regalen una tostadora o una sartén nos hace la misma ilusión que nos ataque un reno (mentalidad navideña ante todo).
Otro regalo que no aconsejamos es dinero. Que vale, que estamos en crisis y cualquier ayuda es bienvenida, ¿pero qué hay de la ilusión y la magia de sorprender? Nosotros somos cero partidarios de regalar sobres con dinero, porque aunque es verdad que así te puedes comprar lo que tú quieras, demuestra que la otra persona te conoce muy poco y no se la quiere jugar con tu regalo ni molestarse en pensar algo que te sorprenda. Además, que a nosotros nos encanta la incertidumbre que nos provoca ver el paquete bajo el árbol y jugar a averiguar qué será. ¿Y cuándo lo abrimos? Esa cara de sorpresa -ya sea para bien o para mal- no hay dinero que lo pague.
Y después del dinero vienen... ¡las tarjetas regalo! Ajá, otro regalo muy común que solemos hacer cuando no conocemos bien a la persona o simplemente nos da pereza pensar con qué la podemos sorprender. Tendemos a regalar tarjetas regalo de alguna tienda porque sabemos que la marca le gusta pero no sabemos el qué, y de nuevo se vuelve a ir toda la magia...
Sabemos que hay poco tiempo para ir de compras, sabemos que las tiendas son la representación exacta de lo que puede ser el infierno en vida durante el mes de diciembre, pero, por favor, sal a comprar regalos especiales... No seas perezoso.
Por Marina Coll.