Porque el invierno es la época del año en la que mejor vas a apreciar todos los encantos que esconde la isla blanca y también porque es la mejor época para relajarse. Símbolo internacional del hedonismo más estricto, la pitiusa ha sido reconocida como uno de los 25 lugares del mundo más idóneos para reiniciar tu vida (o para resetear y pasar unas vacaciones que te harán sentir como si empezases de nuevo, como prefieras decirlo). Por eso te proponemos 5 planes para que practiques el slow life también en enero. ¿Caer rendido ante sus atardeceres?, ¿ante su gastronomía?, ¿disfrutar de la soledad de sus calles?... ¡Toma nota!
Perderse por Dalt Vila
Lejos del bullicio de las grandes discotecas, de las aguas cristalinas de sus playas paradisíacas y del tumulto que reina en sus calles en la época estival, se encuentra la Ibiza perfecta para los que aman la soledad y tranquilidad de los pueblos pesqueros mediterráneos. En esta época del año podrás perderte por las calles empedradas del casco antiguo de Ibiza, rodeado por la fortaleza de Dalt Vila, disfrutar del silencio, sentarte en una de las terrazas de la Plaza de la Vila sin agobios, hacer fotos a sus fachadas blancas con puertas azules sin que nadie te estropee esa foto digna de instagramer... ¿Todo ventajas, verdad?
Disfrutar del fenómeno natural del invierno
Desde finales de enero hasta febrero, el paisaje que han dejado las lluvias y el sol del otoño se suma a la floración de los almendros en Pla de Corona en Santa Agnès, uno de los pueblos más conocidos de Sant Antoni. Cuando florecen estos árboles, crean un manto blanco que brilla como la nieve, especialmente durante las noches de luna llena. Amantes de la naturaleza, turistas empedernidos, nadie puede resistirse a inmortalizar dicho fenómeno natural.
Observar a los flamencos más ibicencos
Ibiza alberga paisajes naturales con una fauna y una flora que solo podrás encontrar en la isla. Junto a Formentera, y debido a su agradable clima mediterráneo, son elegidas año tras año como el hogar de cientos de flamencos. Por eso el Parque Natural de Ses Salines es otra parada obligatoria en invierno, sobre todo al atardecer. ¿Te imaginas observar a miles de flamencos descansando tranquilamente en los estanques salinos que contrastan el agua con el cielo? Perdón, nos hemos puesto demasiado poéticos...
Ver atardecer desde uno de los puntos más energéticos del planeta
En la costa suroeste, frente a Cala D'Hort, encontramos el islote de Es Vedrá. Aunque muchos lo conocen, pocos saben que antiguamente formaba parte de la isla de Ibiza hasta separarse progresivamente. Según las leyendas, Es Vedrá es uno de los puntos más energéticos del planeta y junto con el Peñón de Ifach (Alicante) y el suroeste de Mallorca, conforma El Triángulo del silencio. Un lugar fascinante para presenciar la puesta de sol cada tarde y enamorarse (aún más si cabe) de la isla. ¡Visita imprescindible!
Saborear un brunch con vistas al mar
El hotel Barceló Portinatx, ubicado en el tranquilo norte de Ibiza, ha encontrado la manera de que sus huéspedes practiquen el slow life y descubran la verdadera esencia de la isla con esta mezcla de experiencias. Y es que, para empezar el día de lo más relajado y liberando tensiones, el hotel ha diseñado la experiencia Broomch Massage, un paquete que, como su nombre indica, combina un relajante masaje y un delicioso brunch con vistas a la cala de Portinatx. ¡Y todo sin salir de la habitación! ¿Se te ocurre algo mejor?
Anna Alarcón: @_annalarcon
Imágenes: Agencia y Barceló