Aúnan, por lo general: buenos diseños, una escenografía impresionante, un hondo concepto y música celestial.
Alexander McQueen
Antes de quitarse la vida en el año 2010, el modisto británico Alexander McQueen montó varios shows inolvidables. No pocas veces consiguió que el público perdiera de vista la frontera entre el desfile y la performance. Por ejemplo, en el desfile que organizó en 2006 para presentar su colección de otoño. McQueen proyectó un holograma de Kate Moss en pleno escándalo post cocaína –la maniquí, íntima del diseñador, apareció consumiendo esta droga en la portada del diario inglés Daily Mirror- y todavía hoy se recuerda la hazaña. También impresionante fue aquel en el que convirtió a las modelos en piezas de un tablero de ajedrez, en la temporada primavera-verano 2005. O ese otro –primavera-verano de 1999- en el que la modelo Shalom Harlow giró en torno a dos máquinas de pintura de coches industrial que le colorearon el vestido con spray. En la trayectoria del malogrado artista hay donde elegir.
Gianni Versace
En 1991 el también fallecido Gianni Versace presentó en la pasarela de Milán una de sus colecciones más célebres a través de un desfile que reunió a las mayores supermodelos del momento –Linda, Cindy, Naomi, Christy…- y acabó convirtiendo el tema Freedom! 90, de George Michael, que sonó de fondo, en un auténtico himno. Este año, en el 40 aniversario de la marca, Donatella Versace ha rendido un sentido homenaje a su hermano repitiendo el número. Histórico, por segunda vez.
Vivienne Westwood
En el 93 Vivienne Westwood presentó una colección –otoño-invierno 93/94- llamada Anglomania que hizo correr largos ríos de tinta. Especialmente por el vestido de novia con el que cerró el desfile, con Kate Moss, y por la caída que sufrió Naomi Campbell. La diseñadora británica e icono punk elevó el tartán a lo más alto del olimpo de la moda, y hasta ahora.
Marc Jacobs
En 2014, en París, Marc Jacobs terminaba su relación con Louis Vuitton recreando en escena una especie de solemne funeral. Para la presentación de su colección de primavera-verano, el creativo neoyorquino fabricó una gran fuente, un carrusel, unas escaleras mecánicas y un ascensor y por medio de trajes negros y extravagantes plumas de pavo real cerró una jugosa era, que duró en total 16 años.
Karl Lagerfeld
Leyendas y cuentos de hadas, o el desfile de Alta Costura de Fendi, cortesía de Karl Lagerfeld, del año 2016. El káiser celebró los 90 años de historia de la firma italiana con un espectacular show en plena Fontana de Trevi, en Roma, recién restaurada gracias a un proyecto que costó 2,4 millones de dólares y que financió por entero la propia etiqueta. Un desfile histórico, como casi todos los que arma Lagerfeld –para Chanel ha construido desde supermercados hasta brasseries pasando por icebergs, casinos y hasta aeropuertos-.
Mientras ciertas voces de la industria ponen en duda la relevancia de este formato, algunos –muchos- nostálgicos reivindican su importancia. Que las nuevas estrategias comerciales no terminen con la diversión.
Alejandro Bernad
Imágenes: YouTube y cortesía de las firmas