Sin embargo y nada más lejos de la realidad parece que esta felicidad podríamos decir que ha durado poco. La industria de la moda ha respondido exigiendo cada vez más y más a las modelos. Ya no importa si tienen una talla 32 o una 44.
Sabíamos que las exigencias requeridas para ser una top model eran muchas. Dietas estrictas, mucho ejercicio y mantener una vida sana. Victoria"s Secret fue una de las firmas que nos dejó descubrir sus exigencias por sus ángeles. Algo que comienza a no gustar a sus seguidores y se ve en el declive de la marca: modelos demasiado delgadas y rutinas muy estrictas. Sin olvidarnos de la reciente negativa de la marca a incluir modelos transexuales en su famoso desfile.
¿Más curvy?
Todo lo contrario les está pasando a las chicas curvy. No son lo suficientemente curvy para ellos. Constantemente criticadas y juzgadas por esa categoría que las etiqueta y en cierta parte las excluye. Aunque esta haya nacido precisamente para cumplir la función contraria. La moda ha decidido (aunque suene extraño) engordar a las modelos curvy para que realmente entren en esa categoría. Al igual que lo hacen con el famoso canon 90-60-90. No ve posible la variedad de cuerpos, pasan de un extremo a otro.
Estas son algunas de las exigencias que hemos descubierto recientemente y a las que estas modelos se deben enfrentar si quieren mantener su trabajo.
Sin embargo, una modelo curvy es aquella que tiene curvas, no necesariamente una mujer de talla grande. Es decir, independientemente de su talla o de su peso puede ser curvy. Los requisitos para ello en España son: medir 1,70 y tener 100 cm de cintura pero sin límite de peso.
Ashley Graham ha sido una de las afectadas recientemente por haber perdido "demasiado peso" y con ello su identidad de modelo curvy. Demasiado gorda para ser super modelo pero demasiado delgada para ser plus size.
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¿Qué es lo que está pasando en el mundo de la moda? Los seguidores han hablado ya pero parece ser que las marcas se niegan a seguir y aceptar sus críticas. Algo que dado el alcance actual de las redes sociales y la rapidez con la que se organizan las campañas, podría dañar su imagen e influir en sus beneficios.
¿Por qué insistimos que categorizar y presionar a las personas con su aspecto físico?
Lo que está claro es que cada cuerpo es diferente debido a muchos factores. Al igual que la propia persona, nuestro cuerpo va cambiando con el tiempo. Lo más importante de todo esto es que nadie debería etiquetar a nadie por su aspecto físico y que cada uno se quiera como es.
Lucía Pandiella - @luciapandiella Imágenes: redes sociales y giphy
