La Semana de la Moda de Londres o the baby of ‘the big four’, es la más atrevida y vibrante de todas ellas. Y es que, siendo la capital británica el hogar de varias de las escuelas de moda más famosas del planeta, tiene sentido que la Central Saint Martins, el London College of Fashion y la Universidad de Westminster, se turnen para enviar sus colecciones a la pasarela, convirtiendo la creatividad de sus estudiantes en el paso definitivo para triunfar en la industria.

Desde Vanidad siempre esperamos ansiosos esta semana que, sin limitaciones comerciales, nos deja los desfiles más inesperados y llenos de momentos para recordar. ¿Estáis listos para conocer nuestro recap de la London Fashion Week?

 

1. El debut de David Lee para Burberry

Seguramente el desfile más esperado ya no solo de estos días, sino desde que se supo que el ex-Bottega sucedería a Ricardo Tisci... Lejos han quedado en esta presentación los colores neutros a los que nos tenía acostumbrados la marca, y es que aunque Lee parece dispuesto a actualizar los códigos de Burberry, la paleta de colores propone una serie de combinaciones de morados con negros, rojos brillantes con rosas y amarillos con grises que, sorprendentemente, consiguen crear el equilibrio más cool entre lo tradicional y lo contemporáneo.

Asimismo, la fórmula maximalista y oversized acompaña todas las prendas, desde los icónicos cuadros escoceses, hasta el logo clásico, siempre desde el guiño a la campiña británica, lo que nos deja entrever la dirección creativa que parece que tomará Burberry a partir de ahora. ¿Qué opináis vosotros de esta nueva era capitaneada por Daniel Lee?

2. El viaje al pasado de JW Anderson

El diseñador decidió echar un ojo al pasado y dejarse inspirar por colecciones anteriores y es que, como él mismo comentaba, a veces, esto es lo único que te permite avanzar. Así, esta autorreferencia contemporánea, bajo la descripción de 'fandom', pretende ser algo divertido, irracional, incluso vergonzoso, que hace que nuestro protagonista se deje seducir por el bailarín y coreógrafo escocés Michael Clark, quien le ha ayudado a identificar sus obsesiones y, quizás, elementos más característicos.

De esta forma, el desfile se convierte en una secuencia de prendas donde, elementos como los bolsos Bumper, tops-calentadores frontales, imágenes de penes, prendas estampadas con preguntas, o la incorporación de formas triangulares, homenajean los 15 años del archivo de un JW Anderson gamberro y con el mayor talento para ilustrar la cultura pop británica.

3. Los cigarrillos de cristal de David Koma

Fumar es malo para ti, no nos malinterpretes... pero ya sabemos lo que le gusta a la moda un cigarrillo... y más si, como en este caso, viene envuelto en brillantes. David Koma se adueña de la estética de 'femme fatale' con un accesorio que, lejos de ser un 'piti' real (ya que está hecho de resina), juega con convertirse casi en una joya entre los dedos de las modelos.

La imagen acompaña a una colección donde destacan los tonos negros y rojos, con algún que otro guiño al violeta. Botas altísimas, faldas y pantalones de vinilo y transparencias infinitas, constituyen la esencia de un desfile inspirado en Marlene Dietrich, una de las estrellas cinematográficas más deslumbrantes de todos los tiempos y que, como este desfile, nos transporta a la exaltación sexual del Berlín de los años 20.

4. La temporada de bodas de Richard Quinn

El diseñador se inspiró para este desfile en el Chanel y Dior de los años 80 y 90, transformando los volúmenes más rígidos a los que nos tiene acostumbrados, por una suavidad en cada una de las prendas y telas, donde seguimos apreciando los detalles florales que tanto gustan y caracterizan a Quinn.

La alta costura parisina clásica se refleja aquí en una secuencia de vestidos de novia, cada uno más bonito del anterior, encabezado por un par de damas de honor con vestidos lenceros a juego. La delicadeza angelical de esta colección contrasta con el luto profundo de su anterior homenaje a la reina Isabel II, donde, en ese caso, el negro fue el protagonista.

Richard Quinn sigue apostando así por un cuadro de bodas, de todo menos aburrido, que juega con gasas, corsés y minivestidos, aunque, ahora sí, volviendo al tradicional blanco.

5. Central Saint Martins

Es interesante comprobar -dada la situación mundial más que sombría en la que vivimos- cuál es la visión de los nuevos diseñadores, esos que han estudiado durante los años de pandemia. Y es que, la dificultad del momento histórico en el que nos encontramos nos vuelve más emotivos y, al mismo tiempo, más resistentes. Es cómo un "no sé muy bien lo que va a pasar después", una actitud romántica que nos recuerda al Carpe díem.

Con esta presentación, los alumnos de la Central Saint Martins han distorsionado lo femenino, reutilizado ropa masculina, transformado los forros y mezclado hasta realeza con vulgaridad. ¿El resultado? Una sucesión de prendas que invitan a pararse un momento y reflexionar... Y, claro, en Vanidad no hemos podido más que declararnos fans. Y es que de eso se trata la moda, ¿no creéis?

 

Ana González: @anaaaaglez

Imágenes: Cortesía de la London Fashion Week