Los 380 artesanos que invirtieron 280.000 horas para bordar la instalación de 340 metros cuadrados que se instaló en el jardín del Musée Rodin de París para acoger el desfile de la nueva colección Haute Couture de Dior, sirvieron a Maria Grazia Chiuri de pretexto para plasmar un claro y anhelado mensaje: la artesanía es arte (y viceversa).

Y es que aunque parezca una afirmación obvia -y más aún si hablamos de alta costura-, el trabajo artesano no siempre es puesto en valor. Es por eso que, para esta colección, Chiuri decidió volcarse en el bordado como principal técnica para representar los valores del "savoir faire" de los artesanos.

Ahora bien, en este caso, el bordado no se ha presentado como un mero detalle decorativo y ha ido un paso más allá erigiéndose, a sí mismo, como el elemento tridimensional encargado de dar a las telas una estructura. "Los bordados sobresalen de la materia e interactúan con ella, volviéndola evanescente y provocando un juego con el aire que la rodea", afirman desde la Maison. 

Así, abrigos, faldas, blusas, vestidos e incluso medias y mallas (joyas indiscutibles de la colección), se convierten gracias a esta reinvención del bordado en estructuras arquitectónicas que casan a la perfección con el minimalismo también propuesto por la diseñadora italiana para la temporada SS22.

Y es que todas estas piezas derivan su espectacular dimensión de los bordados para establecer un vivo diálogo con otras prendas aparentemente opuestas, como un traje gris adornado con grisalla o una serie de leotardos drapeados. 

Asimismo, los abrigos de cachemira abrazan la silueta y las elegantes capas en blanco resplandeciente ocultan conjuntos impolutos de chaqueta y pantalón. Las faldas plisadas, por su lado, ondean bajo los abrigos estructurados, mientras que los tejidos de jacquard de lamé plateado de los vestidos resaltan cada movimiento del cuerpo.

El bordado, un lenguaje universal

Los bordados presentados por Dior, a través de los cuales se reinterpreta la herencia de la Maison, se convierten también en el elemento central para expresar el poder de experimentación y cuestionamiento de la alta costura (algo olvidado debido al parón provocado por la pandemia).

El ejemplo más obvio lo vemos en las obras de los artistas Madhvi y Manu Parekh, creadas para adornar las paredes del espacio de exhibición de la Maison y recreadas por los ateliers de la Mumbai Chanakya School of Craft, la escuela de artesanía de la India con la que trabaja Chiuri, según las técnicas de bordado. "La idea era celebrar la artesanía, pero también la interconexión entre las culturas y la artesanía", explica Karishma Swali, directora de Chanakya. 

Fotografía: ©Laura Sciacovelli. Cortesía de Dior

 

De esta manera, las reproducciones resultantes ya no solo se convirtieron en el perfecto telón de fondo para acompañar las propuestas de Chiuri, sino que, reactivadas por el gesto artesanal y mediante el lenguaje universal del bordado, han mudado en obras que estarán expuestas como un espacio efímero en el Musée Rodin hasta el 30 de enero.

Tanto si te gusta el arte, como si eres fan del "savoir-faire" de la Maison, no te lo puedes perder. 

 

Anna Alarcón: @_annalarcon

Imágenes: Cortesía de Dior