Ana, llevas más de 20 años dedicándote a la interpretación. Sin embargo, ¿recuerdas cuál fue tu primer contacto con este mundo?

Siempre lo digo, pero desde bien pequeñita he tenido esa necesidad de expresarme, de decir, de contar... Ese impulso casi innato... Recuerdo que el primer casting que pasé fue para la serie ‘Raquel busca su sitio’. Tenía 11 años y tuve la suerte de trabajar con María Vázquez, Leonor Watling y, en general, actrices y actores maravillosos. También recuerdo perfectamente el primer día de rodaje, las cámaras, la iluminación... Más que imponerme, me sentí fascinada y con aún más curiosidad por querer experimentar el mundo del cine.

En los 2000 empezaste a hacer tus primeros cameos en series de prestigio como ‘Hospital Central’, ‘Ana y los 7’, ‘El Comisario’... Ya que esta década está tan de moda ahora, ¿qué crees que sigue manteniendo la ficción española de ella?

Con esta nueva era de las plataformas, esta ola gigantesca que nos está arrollando y claramente está cambiando el poder audiovisual, todo es muy distinto... Ahora lo tenemos todo con una facilidad, con una rapidez y con una inmediatez, que da un poco de vértigo. Estamos en un momento muy, muy diferente a lo que eran los 2000 cinematográficamente hablando...

¿En qué momento dejas de interpretar papeles episódicos para meterte en la piel de Lore, a quien diste vida durante 7 años?

Grabando ‘Ana y los 7’ me llamaron para decirme que me habían seleccionado para dar vida a Lorena, a quien jamás imaginé que interpretaría durante tanto tiempo... Ves, eso es algo que también ha cambiado. Ahora es cierto que ya sabes si se va a hacer una temporada o si hay posibilidad de que una serie tenga algún tipo de continuidad, pero en ese momento no teníamos ni idea, tampoco de la magnitud y la repercusión tan tremenda que ‘Aída’ iba a tener en la vida de tantas personas, incluida la nuestra.

¿Cómo gestionaste el hecho de formar parte de este fenómeno popular en plena adolescencia?

La verdad es que siempre he tenido una vida muy tranquila. Nunca he tenido ningún contratiempo ni ningún momento difícil, tampoco en mi adolescencia. Interpretar siempre ha sido una de mis grandes pasiones y por ello, he seguido haciendo mi vida con normalidad siempre. He crecido con ello, y lo recuerdo como una experiencia maravillosa en la que aprendí muchísimo y pude conocerme, a mí y a mis posibilidades como actriz.

Allí también conociste a Carmen Machi, Paco León y Eduardo Casanova, entre otros compañeros a los que ahora puedes llamar amigos. ¿Cómo es vuestra relación a día de hoy?

¡Hoy justo he visto a Paco! Mantengo una relación muy bonita con todos... Realmente somos una familia y, aunque el momento de coincidir y encajar agendas siempre es complicado, seguimos compartiendo momentos de nuestra vida.

Precisamente con Eduardo has trabajado recientemente para su última película ‘La Piedad’ (también lo hiciste en ‘Pieles’). ¿Cómo es tenerle como director?

Yo siempre le digo que no se sienta obligado a darme un personaje por el hecho de que sea su amiga, pero él siempre me dice: “¡ay Ana, qué cosas dices!” (risas).

Para mí es un orgullo enorme. Quiero mucho a Eduardo y valoro muchísimo su dedicación, su pasión y su constancia con este mundo y con él mismo... Trabajar con mi amigo del alma, con una persona en la cual confío, en la cual creo y con la cual comparto una línea de pensamiento parecida, es una maravilla.

Me ha llamado la atención que, a pesar de que con tus compañeros de ‘Aída’ formáis una gran familia, en una entrevista dices tener pocos amigos en la profesión... ¿A qué crees que se debe?

Ya no en la profesión, sino en la vida en general. Para mí la verdadera definición de amistad es algo grandioso. Algo como muy espectacular que forma parte de tu vida, pero con contadas personas. Conozco a muchísima gente de la profesión, y de la no profesión, pero si tengo que hablar de un vínculo de amistad real, pues sí, tengo pocos amigos y, en consecuencia, pocos amigos en la profesión.

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Ya que ‘Una vida no tan simple’, uno de tus últimos proyectos, reflexiona acerca de la vida adulta, ¿cómo afronta Ana Polvorosa el paso de los años en una industria a veces tan frívola como la cinematográfica?

Quiero afrontarlo con mucho amor, respeto, pasión, dedicación y, sobre todo, admiración. Me considero una privilegiada, pues estoy pudiendo vivir, expresarme y desarrollarme dentro de un oficio que es el que amo y el que me da la vida en muchos sentidos, así que de momento lo afronto orgullosa por todos los momentos y todas las oportunidades que me está dando la vida.

¿Por qué crees que, conforme avanza la edad de una actriz (y consecuentemente su experiencia), el número de papeles que interpreta empieza a descender? En tu opinión, ¿envejecer sigue siendo un hándicap?

Sinceramente, creo que la concepción del envejecimiento en el cine está cambiando y, claramente, se está viendo en las historias que se están contando. Igual que antes hablábamos de esta oleada de plataformas, el papel de la mujer en este oficio también lleva tiempo evolucionando. Yo lo noto también en los papeles que me van ofreciendo, los cuales se focalizan en historias que abordan problemas y responsabilidades reales que todas las mujeres tenemos.

Me parece tan obsoleto, tan anticuado, tan demodé lo de valorar a una actriz por su edad... Al final estamos aquí para contar historias y, bajo mi punto de vista, estas historias son incluso más interesantes cuanto más has vivido.

Háblanos de ‘Tú también lo harías’, la nueva serie de David Victori para Disney+ en la que interpretas a Rebeca. ¿Cómo viviste su rodaje?

El rodaje fue muy divertido y muy experimental para mí porque se rompió un poco la idea y el procedimiento de lo que suele ser un rodaje al uso. Por ejemplo, hubo un día que rodamos casi 200 páginas del tirón, que es lo que David llamó ‘La Ópera’. Hicimos una tirada de tres horas y pico sin parar... Estábamos rodando con tres cámaras y estaban sucediendo mogollón de situaciones en distintos puntos. Fue muy impactante a nivel vivencial para mí, porque nunca había pasado por algo parecido.

También hay un capítulo que es un plano secuencia, es decir, que está rodado de principio a fin sin ningún tipo de cortes. Además, se juega con un efecto de luces, porque hay cambios entre pasado y presente, y esto, a nivel técnico, es de una complejidad brutal… Ha sido una experiencia muy guay, agotadora también, pero muy divertida.

Ya que el caso se vuelve viral y la opinión pública se posiciona a favor del fugitivo utilizando el hashtag: #TúTambiénLoHarías, ¿qué piensas de los juicios paralelos y de sus grandes altavoces, las redes sociales?

Bueno, yo creo que hay que andar un poco con ojo... Como instrumento son maravillosas y, si sabes usarlas y tienes cierto control, funcionan estupendamente. Ahora bien, uno tiene que tener cierta precaución y tenerles respeto, porque su cara B puede jugar en nuestra contra...

Después de hablar de algunos de tus estrenos y, puestas a imaginar, ¿cuál es el proyecto que más ilusión te haría recibir este año?

La verdad es que, por suerte, voy haciendo personajes bastante diferentes y proyectos muy variados. Entonces, respecto a esto, me estoy sintiendo bastante realizada y, por supuesto, ¡afortunada!

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Texto: Anna Alarcón @_annalarcon

Fotografía: Rafa Gallar @rafagallar

Estilismo: Paloma González @palomagonzalezdurantez

BTS: Álvaro Collín @acollinmedia

Maquillaje y peluquería: Iván Gómez @ivangomez para Chanel

Asistente de fotografía: Pablo Mingo @pablomingo