DE OFICINA
La oficina de Carrie es su apartamento, lo que no quita para que la columnista vaya siempre echa un pincel entre semana. Bien porque sale de casa antes de sentarse a currar -a por el café, tabaco o un bolso de Gucci- bien porque se reúne, Cosmopolitan en mano, con lo más granado del panorama editorial neoyorquino. La publicista Samantha Jones confía su poder a Chanel. Aquí Bradshaw gana… ¿no?DE FIESTA
Una, Carrie, arriesga más, y la otra, Samantha, va a lo fácil. Claro que lo fácil sería elegir un mini vestido negro ceñido de la marca de turno... Y no un Thierry Mugler de leopardo con abertura de pies a cintura… La falda verde con abullonado de Vivienne Westwood de Bradshaw es igualmente espectacular. Punto para Jones, no obstante.DE BRUNCH
Camisa de vestido, sí, gracias. Tanto mejor con cinturón de Hermès. El traje rosa de Emanuel Ungaro de Jones se queda corto en innovación –aunque el color block incluya hasta la bolsa-. Carrie sale más de brunch, Carrie gana.DE ANDAR POR CASA
Si nos ceñimos al look, gana Bradshaw –larga vida al monstruo de las galletas-. Si pensamos en la historia tras él… Mejor si el pijama no es de uno. El ‘duque’ de Samantha viste grande. ¿Gana la primera?DE DOMINGO
Entre salir de casa en Adidas y sin peinar y no salir por estar liada –en el caso de Jones, literalmente-, que cada cual elija. De domingo todo vale. ¿Tablas?Alejandro Bernad – @alejandrobernad Imágenes: archivo HBO