Recordamos a la modelo, actriz, bailarina y activista, de la mejor forma. Cubría no solo lo cánones de belleza de su época, era delicadeza y elegancia pura. Los vestidos negros, perlas blancas y la boquilla, la caracterizaban. Pero solo era pura apariencia, sino era una mente intelectual, que se pronunciaba continuamente en contra de la desigualdad y lo estereotipos de la mujer.
La otra cara del glamour
Pero no todo fue interpretar a personajes glamuroso. Tras terminar su carrera de cine, decidió centrarse en apoyar a los más. Era un tema social de gran interés para ella, al que le dedico sus ultimas fuerzas y suspiros. Fue nombrada por UNICEF como Embajadora de Buena Voluntad y también recibió el premio Jean Hershholt Humanitarian Award. Por otro lado, creo la fundación Audrey Hepburn´s Children, cuyo fin era proporcionar ayuda humanitaria a los niños de países tercermundistas.
Su reflejo en la actualidad
Los cambios de mentalidad no se consiguen de un día a otro. Es todo un proceso, en el que todos tenemos que participar. Audrey ha sido un ejemplo y hay quienes se asemejan a su carácter. Es el caso de Emma Watson. Esta actriz tiene algunas similitudes con nuestra protagonista, pues ella se encuentra trabajando en el mundo del cine, que sigue siendo machista. Las mil y una razones sobran. Ya solo con nombrar el papel de la princesa Bella, que le tocó interpretar a Emma, lo dejamos claro. Ambas han hecho de personajes fuertes, decididos y a la vez delicados.
Las dos han tenido que interpretar a princesas, ambos personajes se caracterizaban por querer ser diferentes y querer rebelarse contra aquellos que la querían controlar. Cansadas de hacer lo que los demás querían, solo querían ser ellas mismas.
Otra cosa que les une son sus ansias de cambiar el mundo, y es que Emma Watson no se deja de pronunciar sobre las denuncias de desigualdad. En varios ocasiones ha sido invitada por Ongs a congresos y a mesas redondas.
Majo Benedetti - @majohbenedetti
