Entró en el conservatorio cuando tenía seis años. Empezó a componer con 12, una vez hubo aprendido a tocar el piano, y a los 18 grabó sus primeros temas. Brisa Fenoy puede perece una recién llegada, pero nada más lejos de la realidad. El gran público ya corea su nombre y todavía tiene pendiente lanzar álbum de presentación. 

  ¿Cómo te encuentras? Acabas de llegar de México, ¿no? ¿Nuevo vídeo? Sí, justo. Cada vez me encuentro más conmigo. Tengo más seguridad en mí, en l que quiero, y sé hacia dónde quiero ir. Siempre lo he tenido claro, pero dar el paso y dejarlo todo para dedicarme a la música es lo que más me ha hecho reforzarme en mi criterio. Regreso a España con muchas ganas de compartir lo realizado en México, que ha sido increíble, tanto por el trabajo como por el contacto con sus gentes y su maravillosa cultura. ¿Qué tal llevas la fama? ¿Ya te paran por la calle? Pues aún no me he encontrado a mí misma en ese sentido, por la cantidad de eventos, entrevistas, reuniones... así que a la primera pregunta no te puedo contestar. La fama no es fácil y no es algo que quiero que me cambie. Por ello me trabajo mucho internamente y estoy bastante despierta, con los pies siempre en tierra y los ojos siempre al cielo. Y sí, alguna que otra vez me identifican y se acercan para poder hacerme fotos. Con solo cuatro temas en el mercado, “Ella”, “Lo malo”, “Jericó” y el reciente “Tres minutos”, has conseguido acaparar toda la atención y el interés del público. ¿Cuál es el truco? No sé si es cuestión de magia. Es más coincidir con el aprecio de las gentes que otra cosa. Trabajo siempre con la misma ilusión, en cada tema. Desde mi verdad, no tratando tendencia sino urgencia, y traspasando a través de mi música asuntos que me indignan y me mueven. ¿Cómo empezó todo? Empecé a dar clases de piano a los 6 años, luego fui al conservatorio hasta los 15, pero ya a los 12 empecé a componer canciones así muy adolescentes, inspiradas en películas musicales que me gustaban como Moulin Rouge. Después, el cantautor Santiago Vargas, amigo de mis padres, ejerció de mentor mío, me ayudó a montar un estudio, me enseñó a producir, y yo me puse a hacer maquetas, muchas maquetas. A los 18 años grabé con un equipo de excelentes músicos coordinados por Santiago y Salvador Andrades, conocido productor y guitarrista. Tus canciones funden pop electrónico, trap y algo de flamenco. ¿En qué genero musical te encuentras más cómoda? Pertenezco al mundo del pop, que se abre a multitud de influencias. Mi música es electrónica y mi capacidad para producir me define. Creo que soy pop porque mis melodías y mis estructuras son muy accesibles y pegadizas. Siempre he tenido este don que también he trabajado desde adolescente. ¿Qué podemos esperar de tu primer álbum? ¿Cuándo tienes previsto lanzarlo? Creo que tengo suficientes temas para ello, pero es una decisión que debemos tomar por consenso varias partes. Confío que antes de finales de 2018 algo haya. Un álbum es algo tan importante para mí que tengo que trabajarlo como se merece, y para eso necesito tiempo. Voy hacia ello. “Jericó” habla sobre la desigualdad social y las migraciones y “Ella” critica los efectos de la habitual sexualización que sufre la mujer. ¿Dónde nace esta necesidad de reivindicación?  La realidad que podemos ver y experimentar siempre es la fuente donde nace el sentimiento y se forjan las ideas y los sueños. La toma de conciencia sobre esa realidad es un proceso en el que muchas piezas encajan, desde la trayectoria personal, familiar, profesional, hasta el discurrir de tus conocidos y amistades. Es una necesidad que nace de mí para mostrar esa crisis de valores que abunda en este mundo. Por eso, el mundo es mi problema, componer es mi terapia y cantártelo mi solución. Has trabajado como modelo durante años. ¿Qué opinión te merece el mundo de la moda? El machismo en él, ¿está presente? Mi aventura profesional como modelo me ha permitido conocer, contactar, aprender y valorar todo un universo de personas y aspectos tanto éticos como estéticos. Hay mucho rigor, disciplina, profesionalidad y arte en el mundo de la moda. También tiene influencias negativas de personas que aún no han superado los estereotipos ni los prejuicios. La presencia del machismo tiene la misma intensidad que en otros campos profesionales. Mi pasión es la música pero no renuncio a seguir aprendiendo en la moda. Y en la industria musical, ¿más o menos? En todos lados se cuecen habas, ¿no? También es un mundo lleno de excelentes profesionales en multitud de facetas. Los artistas día a día dedican todo su talento a proyectar su obra y vivir de ella, que ya es un logro. ¿Debe el arte tener un compromiso social? ¿Crees que hacen falta más artistas concienciados? El arte es una manifestación de la cultura de un pueblo. A quienes pueden crear, los artistas, que son muchos, se les supone cierta capacidad para mirar la realidad social en la que viven. Por ello el arte nunca es neutro, ni social ni políticamente hablando. Mejor si quienes crean proyectan una mirada constructiva sobre los problemas que cada sociedad sufre. Cuantas más personas creativas compartan una visión más positiva del futuro por llegar, mejor será. Este es mi objetivo, el arte como una misión, un método de cambio. ¿Es difícil no caer en las presiones de los sellos discográficos? ¿Qué tal es trabajar con uno tan significativo como Universal? Mi opción por Universal se sostiene básicamente en el respeto hacia los proyectos que ofrezco. Cuidas tu música tanto como tu estética. ¿Cómo definirías tu estilo? Fundamentalmente práctico. Busco la comodidad, y la estética requerida para cada ocasión. No sé cómo definir mi estilo pero diría que es muy propio, auténtico. Yo soy mi propia directora creativa, mi propia estilista. Es difícil porque hay muchas cosas que cuidar y que pensar. ¡Y poco tiempo! ¿Qué estás escuchando ahora mismo? Kendrick Lamar, Borns, Future, Doja Cat... Escucho tanta música constantemente... Es mi forma de meditar, de conectarme conmigo. ¿Principales referentes? M.I.A. y Nina Simone. Mujeres poderosas en sus pensamientos y vivencias y grandes artistas musicales. James Rhodes, Stromae, Bauman, Jordi Evole, Eduardo Galeano, Jodorowsky, Mario Alonso Puig, Residente, Chambao, Jorge Drexler y cientos de personas que contribuyen con su arte a hacer un mundo mejor. ¿Qué papel desempeñan las redes sociales en tu día a día? Como artista, ¿qué ventajas ves en estas plataformas? ¿Te han ayudado en tu carrera? Hoy es imposible proyectar un trabajo, una creación, un proyecto, sin las redes. Forman parte de la realidad en la que se sumergen virtualmente millones de seres humanos en el planeta. Y si no estás en ellas, no existes. En el ámbito personal esto no debería ser así, porque es preciso afianzar la autonomía de cada cual, pero en cuanto tienes una vertiente social, las redes son necesarias. Ayudan enormemente y también generan ruido. No todo lo que transita es veraz, ni es importante, pero ayudan a conocernos, a aprender unas personas de otra, a compartir experiencias, sentimientos, conocimientos... Aunque si pudiera volver a los 90, a las llamas de teléfono fijo y a las conversaciones sin interrupciones, al trabajo en el trabajo y no en cualquier lugar porque llevas el móvil y estas 24/7 trabajando... Proyectos entre manos Varios temas que cabalgan y pugnan por salir. Hay una canción popular que me cantaba mi padre que dice: “Tengo mi cuerpo de coplas que parece un avispero, batallando unas con otras, por ver cual sale primero”. Aparte, un documental de Jericó montado por Human Produce, que pinta muy pero que muy bien, y ahora mismo está presentándose a festivales y creciendo cada día más. Las cosas, ¿mejor previstas? ¿O sobre la marca? Mejor, mucho mejor, previstas, pero también hay que fluir donde te vaya llevando la vida y las circunstancias que esta te brinda, porque muchas veces la vida te envuelve en torbellinos de los que siempre con improvisación y buen hacer se sale.   Texto: Alejandro Bernad Fotografía y vídeo: Noah Pharrell Realización: Carmen Bena  Maquillaje y peluquería: Isa Luceiro Asistente de fotografía: Jack Dizz Asistente de estilismo: Iván López     

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