Chloë Grace Moretz (Atlanta, 1997) vio la versión original de “Carrie” de Brian de Palma “cuando tenía 13 o 14 años”. Es decir, hace menos de dos años, cuando ya el éxito de su malhumorada Hit Girl en “Kick-Ass” y de su tímida vampira en “Déjame entrar” la había convertido en la última niña prodigio de Hollywood. Seguramente, intenta recordar la actriz, la vio poco antes de que le ofrecieran protagonizar este remake de la primera novela de Stephen King que dirige Kimberly Peirce (“Boys Don’t Cry”) y en el que la actriz Julianne Moore interpreta a su puritana y peligrosa madre. En el rodaje, Moore también hizo de madre protectora. “Chloë es encantadora”, nos dirá después. “Trabaja mucho, tiene mucho talento y eso la hace muy madura. Pero no es una adulta y yo soy madre, así que siempre intenté que se sintiera segura”. Cuando Chloë Grace Moretz entra en la habitación del hotel de Nueva York donde tiene lugar la entrevista, subida en 10cm de tacón (unas divertidas sandalias de Sophia Webster), con un outfit serio y chic de Antonio Berardi (falda azul con brocado, camisa blanca y americana de esmoquin), lo último que transmite es inseguridad. Detrás de ella, su madre y su hermano y mentor, Trevor, que siempre la acompañan desde que empezara en el cine hace diez años (“La morada del miedo”). Ellos la sujetan a la tierra, la protegen y al mismo tiempo la dejan ser la adolescente que trasluce en cuanto empieza a hablar de “Carrie”, de moda, del instituto que nunca ha pisado… Muy rápido, con muchas muecas, exclamaciones y poco filtro: esa naturalidad que la ha convertido en la estrella que es.
Vestido L`WREN SCOTT Vestido L`WREN SCOTT
Sissy Spacek fue nominada al Oscar por su interpretación de Carrie. Es un personaje icónico y la versión de Brian de Palma, una película de culto, ¿no tuviste miedo o dudas al aceptar este remake? Sí, claro, cuando oyes “Carrie” en seguida piensas en la película, en la escena del baile… Pero yo me he acercado a este personaje como a cualquier otro antes. Como actriz lo que digo siempre es: “Si te gusta, te gusta, si no te gusta, no te gusta. No sé qué decirte, pero a mí me gusta” (risas). Intento no estresarme con lo que la gente pueda pensar de mí. Además, no veo esta película como un remake, creo que es una nueva versión, una forma de contar de nuevo la historia del libro de Stephen King. Hablemos de la escena del baile de graduación, ¿cómo fue rodar ese momento tan mítico? Fue uno de esos momentos en los que me di cuenta: “estoy haciendo ‘Carrie’ ”. Pero fue tan intensa... Una locura. Costó ponerla en marcha como tres semanas: hicieron pruebas con otras chicas, desde distintas alturas, distinta consistencia… Yo estaba preparada, con este vestido precioso, el maquillaje tan bonito, los zapatos… Todo tan perfecto. Hicimos solo una toma, iba desde la mesa al escenario, todo el mundo aplaudiendo, subo las escaleras, me quedo ahí, feliz, sonriendo a todos, y… Yo les había dicho que no quería ver cómo lo hacían, no quería escuchar a nadie, sólo quería que pasase, que me sorprendiera como a Carrie. Así que ahí estaba, sonriendo demasiado porque estaba muy nerviosa. Es como cuando estás en una montaña rusa, sabes que va a llegar el momento de la caída, tu corazón late más rápido… Y de repente, boom, me cae. Estaba helado, pesaba… Mis ojos ardían, no podía ver… tuve que quitármelo de los ojos y recuerdo que pensé: “no rompas el personaje, vuelve a tus emociones, qué sientes, qué va a pasar ahora. Estoy actuando, vamos…”. Pero lo lograste, ¿sólo en una toma? Sí (suspira). Durante unos segundos pensé que la había arruinado, pero conseguí quitarme la sangre de los ojos. Habían apagado los micrófonos para que Kim (la directora) me gritara todas esas emociones, y había un grupo de 50 chicos delante de mí, riéndose de mí. Fue el momento más terrorífico. Durante unos segundos fue horrible, me salí de Carrie y quería morir. Y entonces proyectan el vídeo de las duchas, cuando le viene el periodo a Carrie y se ríen de ella… Fue tan fuerte emocionalmente. Cuando gritaron “¡corten!”, nos reímos y nos escurrimos en la sangre. Pero después de eso me fui a mi habitación y lloré. Mi madre me preguntó por qué lloras. Nunca me había sentido más sola en mi vida, totalmente aislada.
Traje BAND OF OUTSIDERS Traje BAND OF OUTSIDERS
¿Sentiste pena por Carrie en ese momento? No, nunca he sentido pena por ella. Jamás. Al leer el libro nunca pensé: “oh, pobre, es fea, está loca, nunca ha tenido novio, nunca la han besado”. Más bien me sentía mal por ella, por las situaciones que pasa, porque sí puede conseguir lo que quiera, pero no ha tenido la suerte de encontrar la manera de lograrlo. Ella es alguien que está torturada en su propio cuerpo. ¡Ni siquiera sabe lo que es el periodo! Imagina que te pasa ese momento tan horrible, y ni siquiera hayas oído hablar de ello nunca, y encima te pasa en el instituto delante de tus compañeras que te odian. Por cierto, para ti era tu primera experiencia de instituto, ¿cómo fue? Cierto, nunca he salido de mi salón (risas). Llevo desde cuarto grado (con nueve años) estudiando en casa, nunca voy a tener mi propio baile de graduación, aunque ya me han invitado a alguno… y lo he rechazado (se ríe). De todas formas, en mi vida pasan cosas similares porque, siendo actriz, la gente piensa que todo es muy fácil que voy a tener muchos amigos, que la gente me quiere, pero no es así: me supone miles de problemas porque la gente enseguida me juzga. Y de repente me encuentro excusándome por cosas que no he hecho, ni soy. Y conoces a chicos de los que nunca vas a saber realmente su motivación. O si sus padres van a pensar que soy la loca esa de las películas. Por eso tienes que construirte algo, como una coraza, y decir yo no soy así, no soy esa persona que crees que soy, soy una chica normal, no soy pretenciosa. ¿Qué más hiciste para prepararte el personaje? Fui a muchos centros de mujeres maltratadas. Obviamente era muy diferente a lo que le pasa a Carrie, pero me enseñó muchas cosas. Conocer a todas esas mujeres, escuchar sus historias, no sólo me ayudaron con el personaje, creo que crecí como persona escuchándolas. He crecido más que nunca trabajando en esta película. Y precisamente es lo que Kim me dijo cuando hablamos del papel: “necesitamos que crezcas, que parezcas una mujer”. Porque yo he vivido y crecido en una burbuja con una familia que me quiere, con cuatro hermanos mayores que es como tener cuatro padres más, no he visto mucha pobreza… Tenía 15 años cuando hice “Carrie” y necesitaba crecer, necesitaba ver cosas. Y Kim me enseñó tantas cosas, compartió sus situaciones personales y yo las mías, que pude también meter en la película. Como actriz, ¿has tenido situaciones parecidas de “bullying” o rechazo en los rodajes? Sí, he vivido situaciones así. Parece que ser actriz es super cool, que todo el mundo va a estar encantado y encantador contigo. Pero no. Hay gente que no lleva bien estar ante una joven con éxito y que trabaja y se esfuerza. La gente empieza a empujarte, es como un mecanismo de autodefensa. Y te juzgan y sientes que piensan o dicen: “nunca llegarás a eso” o “nunca vas a ser una actriz que gane un Oscar”. Y es por lo que, haciendo Carrie, me sentí conectada con ella porque he vivido situaciones parecidas en las que la gente me trataba mal. Pero yo pienso: “dime lo que quieras, dentro de cinco años, te darás cuenta de que te equivocabas y me reiré (imita una risa malévola). Estoy haciendo lo que te dije, yo estoy aquí y tú sigues ahí”. Así es como tengo que verlo porque, de otra manera, me volvería loca… Como le pasa a Carrie. ¿Sientes mucha presión por crecer en Hollywood? Por supuesto. Está la presión de tener que ser un referente, un ejemplo, una estrella, comportarse como se supone que tienes que hacerlo, pero intento no pensar demasiado en ello. Hago las películas que hago, vivo como vivo, si a la gente le gusta, bien, y si no, nada. Si no les gusta, que se las vean con Hit Girl… Exacto, sólo tengo que sacar mis armas (risas). ¿También sientes presión sobre cómo vistes o tu físico? Bueno… Soy ese tipo de persona que si alguien me dice: “no me gusta lo que llevas puesto”, contesto: “te jodes porque a mí me gusta y lo seguiré llevando”. Sé que hay gente que se cambiaría de ropa sólo para gustar más. Yo no. Yo voy a seguir haciendo lo que estoy haciendo porque afortunadamente está funcionando. ¿Eliges tu propia ropa? Sí, lo hago. Tengo una estilista pero colaboramos juntas, intento introducir mi propio estilo, mis ideas… Mezclando un look más serio con una prenda más casual, o con unos tacones divertidos (enseña sus sandalias de Sophia Webster). Un estilo juvenil y divertido.
Jersey PRADA Falda CARVEN Collar MARNI Jersey PRADA
Falda CARVEN
Collar MARNI
Hit Girl, Carrie, la vampira de “Déjame entrar”. Hasta ahora tus personajes más famosos son marginadas sociales y se parecen de alguna forma, ¿sientes que te estén encasillando? No, por dios, espero que no. Yo amo a mi familia, tengo grandes amigos, y un entorno maravilloso, que me cuida y me protege. Así que elijo estos personajes que me emocionan y los siento completamente opuestos a mí. Porque si eligiera a alguien que es feliz, y todo le va fenomenal, no sería divertido, es lo que vivo cada día de mi vida. Elijo personajes que son más oscuros. Uno de los temas de “Carrie” son las redes sociales, ¿cómo te llevas con el mundo de Twitter, Facebook, etc.? Tengo 16 años (risas). He crecido en un mundo donde ya existía todo eso. Recuerdo el momento en que pasé de MySpace a Facebook, probablemente tuve mi primera página de Facebook con 11 años. Lo hice a espaldas de mi madre porque no me dejaba tener Facebook. Y poco después me metí en Twitter. Pero es cierto, que desde hace poco, según me acerco a los 18 años, están pasando muchas cosas en mi vida que me alejan un poco de las redes sociales, y me estoy planteando dejar alguna por cosas que han pasado. ¿Como qué…? No quiero hablar de eso. Pero son cosas referentes a mi familia… Me he dado cuenta de que no quiero abrir toda mi vida a juicios de gente que no me conoce. No tiene sentido hacerlo cuando ya me juzgan constantemente por lo que llevo puesto, no quiero además que lo hagan por mi familia… o mi perro. ¿Algo ocurrió con tu perro? Sí, la verdad. Tengo un perro que no tiene pelo, ni dientes, y saca la lengua todo el rato y no te imaginas la clase de comentarios que he recibido por Instagram. Del tipo:“debería estar muerto”. Venga, es un perro. Es maravilloso. Y la gente es malísima. Y me di cuenta de que todas estas plataformas de vídeo o fotos muestran demasiado. Puedes enseñar un poco, como hago en Twitter o Facebook, pero no demasiado porque al final  pasan estas cosas. “Carrie” ya está en los cines Por Irene Crespo Fotografía Nino Munoz