Cuando hablamos con Víctor Palmero, (Castellón, 1989) y le preguntamos cómo se define, el actor asegura: “he dedicado tanto tiempo a preparar personajes con sus matices, con su lenguaje propio… que aún tengo el mío por descubrir”. Así, con el propósito de saber quién se esconde detrás de papeles como Dani en 'Con el culo al aire', Lope en 'Yo Quisiera' o Alba Recio en 'La que se avecina', entre otros, en Vanidad charlamos con este ya indispensable en la escena cinematográfica patria. 

 

¿Quién es Víctor Palmero fuera de su faceta como actor?

Buena pregunta, a veces me la hago a mí mismo y en ocasiones pienso que he dedicado tanto tiempo a preparar personajes con sus matices, con su lenguaje propio… que aún tengo el mío por descubrir… A día de hoy me resultaría complicado describirte a la persona tras el actor en una respuesta única, lógica y que no suene a obviedad o a lo que todo el mundo espera escuchar: a que paseo al perro, soy amigo de mis amigos y hago ejercicio… así que te diré que me lo preguntes dentro de unos años, porque Víctor Palmero tras su faceta como actor y a día de hoy, incluso para mí, sigue siendo a veces un interrogante.

Últimamente, verte en pantalla o en el escenario, es sencillo... Como Alba en 'La Que Se Avecina', como maestro de ceremonias en 'The Hole X', protagonizando 'Johnny Chico'… ¿Cómo llevas esta constante de trabajo?

Pues, aunque suene loco, siento que puedo más y quiero más. Me siento afortunado porque me acuerdo del niño soñador que quería ser actor porque el mundo real le aburría y que veía flipando pelis como “La historia interminable” o “Dentro del laberinto” donde sus protagonistas se transportaban a mundos fantásticos…

No sé en qué punto entre todo eso me di cuenta de que la única forma de acercarme a vivir esas vidas de más, tan distintas y emocionantes, era siendo actor. Así que, aunque a veces me sienta agotado, la mayor parte del tiempo me siento afortunado y agradecido por las vidas de más que me sigue regalando esta profesión... ¡pero quiero muchas vidas más!

Tus últimos trabajos te posicionan como un representante del humor en la pequeña pantalla. Sin embargo, ahora has dado el salto hacia un drama contemporáneo reflexivo con 'Johnny Chico'... ¿Qué sensaciones has experimentado al representar este personaje? ¿Te costó dar ese giro interpretativo?

Mi primer papel a nivel nacional fue el de un chaval que sufría bullying y acababa por pillar la escopeta de su padre para montar un “Bowling for Columbine” en el Zurbarán, el instituto de 'Física o Química'… Nunca me he sentido un actor exclusivamente de comedia y, aunque es cierto que mi camino en los últimos años me ha llevado hacia ahí, lo bueno del trabajo hecho hasta ahora es que he llegado a un punto en el que me he podido permitir escoger qué hacer ahora. Y escogí contar “Johnny Chico”, de Stephen House.

Me apetecía recorrer otros registros y aun siendo este un drama con tintes de crítica social, tiene momentos de comedia hilarantes. Recorro unos diez personajes de diferentes géneros, edades y nacionalidades durante la hora y veinte que dura la obra. Ahora estamos de gira y la próxima parada es el Teatro Goya de Barcelona del 14 al 28 de marzo. ¡Espero veros por allí!

¿Qué hay de Víctor en Johnny? ¿Y de Johnny en Víctor?

Creo que hay un poco de ese interrogante del que hablábamos al principio. Hay sensibilidad, dureza, amor, capas, ternura, vida, dolor, risa, verdad… lo que hay en todo el mundo.

¿Qué se siente tras ser nominado por la Unión de Actores a Mejor Actor Revelación?

Felicidad. Es un orgullo y un honor que mis compañeros de profesión hayan dado ese valor a este trabajo. Les estoy infinitamente agradecido, porque al final, era la primera vez en la que no me se me escogía para algo por un casting, sino que yo escogía algo que me apetecía contar. 

Comprobar que ese algo ha calado en la gente, sentir que ellos también piensan que “Johnny Chico” era algo que necesitaba ser contado y que les haya gustado la forma en la que lo hemos hecho, pues me hace tremendamente feliz. A mí, a Eduard Costa y Coque Serrano, mis compañeros en este viaje, a quienes también escogí y que, además, fueron mis profesores de teatro en Onda (Castellón) cuando yo era adolescente.

¿Nos puedes desvelar algo sobre 'Todos lo hacen'?

Os puedo desvelar que se estrena el 9 de septiembre en cines, que es una comedia coral en la que nos hemos divertido mucho y que ha supuesto conocer a un director con mucho talento como es Hugo Martín Cuervo, además del reencuentro con Toni Acosta, con quien no trabajaba desde 'Con el culo al aire'. Interpretamos a unos guardas forestales desubicadísimos, madre e hijo, que se ven forzados a implicarse en la resolución de un crimen...

Algunos críticos han calificado la película de Cuervo como una mezcla de comedia con thriller, a dos aguas entre la literatura de Agatha Christie y el cine de Berlanga, ¿cómo describirías la película y tu papel en la misma?

Me parece una descripción idónea… Por diferentes circunstancias -y una nevada del copón-, unos personajes se ven obligados a estar juntos en un hotel rural en el que durante la primera noche, se comete un crimen. Todos son sospechosos y es ahí cuando aparece mi personaje y el de Toni Acosta, dispuestos a resolverlo todo.

¿Qué ha sido lo mejor del rodaje?

El rodaje en sí fue lo más, porque rodamos y convivimos en el mismo lugar, en el set de rodaje, un hotel real en Vilaflor, Canarias; ubicado en la cima de una montaña y sin nada más alrededor que el bosque y un pueblo a 20 minutos a pie… Esto creó una atmósfera de aislamiento, pero también de compañerismo y confianza que ayudó mucho a la hora de grabar las secuencias.

¿Qué le pide Víctor Palmero al futuro?

Cine, teatro, risas y lo de la canción… salud, dinero y amor (risas).

 

Texto: Héctor Chueca @hectorchueca

Fotografía: Romero De Luque @romerodeluquefoto

Estilismo: Carla De Aguilar @carladeaguilar