FKA Twigs, mucho más que la novia de Robert Pattinson
Es cantante, bailarina, compositora y productora musical. Antes de colgarle a FKA Twigs el cartel de ‘novia de…’ deberías averiguar unas cuantas cosas sobre ella.
Hace tan sólo cuatro años, Tahliah Debrett Barnett, alias FKA Twigs, era simplemente la chica que bailaba en los videoclips de Jessie J., Kylie Minogue o Ed Sheeran. Sin embargo, los días en los que ser una más era casi una norma, pasaron de largo. Para la cantante británica de 26 años, ha llegado el momento de acaparar primeros planos, y a juzgar por sus letras, su estética y sus ritmos, no piensa hacerlo de la manera tradicional.
Hija de un jamaicano –al que no conoció hasta los dieciocho años- y una gimnasta mitad inglesa y mitad española, Tahliah era la única chica mestiza en un colegio católico en plena Cheltenham, una ciudad perdida en el bucólico condado de Gloucestershire. Pero la vida en el campo no era exactamente la idea de FKA, que con diecisiete años ya se había mudado a Londres para probar suerte como bailarina.
Su debut musical llegó en diciembre de 2012 con ‘EP1’, publicado a través de la plataforma online Bandcamp –dedicada a servir de lanzadera a artistas independientes emergentes- y de la cuenta de Youtube de la artista. Decidida a no detenerse ante nada, Tahliah ha sabido explotar todos los medios online a su alcance para potenciar su carrera: ha aprendido a manejar el software necesario para producir sus temas por sí misma, ha colgado vídeos de sus ensayos en su cuenta de Instagram y ha creado –y protagonizado- un concept film para las Google Glass:
[youtube https://www.youtube.com/watch?v=99YyWeqHaBo]
Con su último álbum, ‘LP1’ –que llegó en agosto de este año, tras haber lanzado ‘EP2’ en septiembre de 2013-, Twigs ha cosechado halagadoras críticas de Pitchfork, Billboard e incluso de la mismísima BBC, ha sido portada de varias revistas y se ha colado entre los fetiches del mundo de la moda. ¿Cómo? Fue durante la última semana de la moda de Nueva York, donde, tanto en el desfile de Jason Wu como en el de Prabal Gurung sonaron sus temas. Estos dibujan una envolvente y magnética disonancia, -fruto de un cóctel explosivo de Trip Hop, PBR&B, toques de electrónica y música experimental, como también lo son sus coreografías- perfecta para crear un clima enigmático y sensual, la banda sonora ideal para un desfile.
¿El siguiente paso? Teniendo en cuenta su estudiado look, no sería de extrañar que firmas como Alexander Wang, Anthony Vaccarello o la emergente Public School tentaran a la cantante para ser imagen de alguna de ellas. ¿Cuánto tardaremos en verla sentada en un front row junto a Rihanna? Solo el tiempo lo dirá, pero lo cierto es que FKA Twigs tiene un estilo sobradamente definido, que resulta clave en sus performances. Así lo demostraba esta misma semana en The Tonight Show Starring Jimmy Fallon, en lo que supuso su primera actuación en televisión, donde jugó con enormes piezas de tela a modo de esculturas aéreas –ideadas por el artista Daniel Wurtzel- .
Y es que la apariencia de Twigs no es casual. Su cabello recogido en una compleja legión de trenzas, culmina en varios rizos fijados sobre la frente, en lo que reconoce como un homenaje a Josephine Baker. Sus piercings, sus pendientes de cruces y sus cadenas doradas, son el contrapunto a sus labios de muñeca de porcelana siempre teñidos de rojo, fomentando esa dualidad entre dulzura y sufrimiento que trasciende su música e invade su imagen.
Monos de rejilla, hot pants, tops mínimos y pantalones sporty configuran una estética que bien podría encajar con la mujer fuerte y poderosa que promulgan Alexander Wang o Riccardo Tisci y sus creaciones para Givenchy. Aunque quizá su versatilidad y sus peculiares movimientos de danza contemporánea podrían ser una pieza más en el mosaico de diversidad de los desfiles de Jean Paul Gaultier, quien, en su búsqueda de la individualidad y de lo inusual, podría encontrar en sus coreografías un arma perfecta.
Pero hasta entonces, Twigs se conforma con comprar prendas vintage en Found and Vision, la tienda que dirige en Notting Hill su amiga y estilista Karen Clarkson –y de la que son clientas Kate Moss o Phoebe Philo, la directora creativa de Céline, entre otras-, una pasión que bien podría haber heredado de su madre, quien solía crear sus propios diseños, llenando la casa de telas y patrones, y prendiendo así en Tahliah el germen del interés por la moda.
Se podría decir que Twigs va en busca de la obra de arte total, colaborando con ilustradores en las portadas de sus discos, utilizando esculturas de tela aéreas para acompañar sus actuaciones y adornando unas letras sin tapujos y que giran en torno al poder femenino y a su sexualidad, con unos movimientos nunca antes vistos. Sus coreografías están muy lejos de las típicas secuencias de pasos que presenciamos en cualquier videoclip, ya que FKA mezcla danza clásica, contemporánea, hip-hop, burlesque y hasta elementos de la gimnasia rítmica, para dar a luz una nueva manera de expresarse.
Muchos son los motivos que hacen de FKA Twigs un talento a tener en cuenta por encima de su relación con Robert Pattinson –se rumorea que se conocieron gracias a una amiga común, nada menos que Sienna Miller-, y aunque a nadie le viene mal una buena dosis de publicidad, es innegable que estamos ante una artista hecha a sí misma.
Y ahora, empieza a disfrutar de su música:
[youtube https://www.youtube.com/watch?v=3yDP9MKVhZc]
Por Arancha Gamo.