El viaje recorrido por la joven actriz Lola Rodríguez es un claro ejemplo de cómo las personas aparecen en nuestra vida y la alteran irremediablemente, colocándonos en un punto de partida tan desconocido como excitante. Lola, protagonista de “Veneno”, no solo ha conseguido encabezar, apoyada por otras grandes actrices, un éxito indiscutible de crítica y público, sino que también se ha alzado como una actriz a tener en cuenta y, por supuesto, en un ejemplo de superación.

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Un ejemplo como el de la mujer que ha interpretado, la escritora Valeria Vegas y la mujer a la que ambas admiran: Cristina Ortiz “La Veneno”. Las dos tan reales como peleonas, han sido el pilar clave de la aplaudida creación de Los Javis, quienes tras triunfar con Paquita Salas o La Llamada, han alcanzado la madurez creativa con “Veneno”, la crónica televisiva y sentimental de una mujer que saboreaba la vida a dentelladas feroces y pasó a formar parte de la historia de nuestro país a golpe de desparpajo y sensualidad.

Lola, honesta y cercana, nos cuenta en primera persona cómo ha cambiado su vida gracias a esta serie de televisión, para ella, el pistoletazo de salida hacia una nueva vida.

"Veneno" ha llegado a su fin. Ahora que puedes ver el viaje al completo, ¿cómo describirías la experiencia? 

Es la experiencia más bonita de mi vida, la más enriquecedora de todas. Me ha acercado más a mí misma y me ha ayudado a romper con mis inseguridades, demostrándome que puedo lograr todo lo que me proponga. En general, ha sido increíble, un antes y un después en mi vida. Soy una nueva Lola, me quiero mucho más, me siento mejor conmigo misma y ahora siento que soy alguien competente, cosa que jamás había creído antes.

Es cierto que estando en la universidad me sentía bien, ya que la Psicología, lo que estudiaba, me gusta mucho, pero tenía la sensación de que me faltaba algo y ese algo era actuar. Ahora sé que he encontrado mi verdadera vocación y todos los días salto de la cama corriendo para empezar a rodar con muchas ganas. Estoy súper feliz.

¿Cuándo fue la primera vez que oíste hablar de Cristina “La Veneno”?

A los nueve años la descubrí gracias a YouTube, mientras me informaba sobre mujeres trans españolas. Fue durante el viaje interno que yo atravesé por aquel entonces... Al verla me enamoré de ella, de su estética y de su libertad a la hora de hablar. Creo que gracias a la serie que hemos hecho, uno puede darse cuenta de que no solo hay que quedarse con lo que se ve, con la superficie. Hay que ir más allá.

De pequeña no tomé a Cristina como un referente, ya que desconocía todo el camino que ella había recorrido. A lo largo de los años, con la madurez que he ido adquiriendo y al entender que hay que ver más allá en las personas, entendí que Cristina abrió millones de mentes convirtiéndose, sin duda, en un gran referente. Cristina es un ejemplo de vida, de superación. Fue una mujer a la que su madre no le dio cariño y desconocía lo que era el amor. No tuvo una vida sana, ni ejemplar, no hay que seguir sus pasos, hay que tomarlos como ejemplo sobre todo para no herirnos los unos a los otros. Cristina lo tenía todo para triunfar pero ella carecía de amor en su vida y eso es una herida que arrastró siempre.

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En "Veneno" has interpretado a un personaje real que aún vive, Valeria Vegas, la biógrafa de Cristina. ¿Sentiste presión al saber que ella podría ver tu trabajo? ¿Te dio algún consejo que recuerdes?

Claro, ¡muchísimos! La conocí antes de empezar a rodar y fue como conocer a una celebridad. Ella me dejó claro que yo debía ofrecer mi propia versión del personaje, hacerla mía. Los Javis y ella me animaron a no imitarla y crear un personaje a través de Valeria y sus vivencias, por eso en la serie hay momentos reales y otros ficticios.

Los últimos tres capítulos se basan en situaciones que se acercan mucho a la realidad y son experiencias que me las contó Valeria de primera mano. Tenerla a ella en mi vida me ha hecho sentir muy segura. Tenemos complicidad, confianza... Me ha apoyado muchísimo y me lo hizo todo más fácil, podía preguntarle de todo. Ahora es como de mi familia, ¡es como mi hermana! 

¿Interpretar a una escritora te ha despertado el gusanillo de escribir o prefieres centrarte en la interpretación?

Me gustaría bastante, la verdad. A veces escribo cosas sueltas, tontería y me gusta. El proceso de escritura no lo tengo tan desarrollado pero lo disfruto mucho. Sé que es algo que llegará en un momento determinado de mi vida y prefiero no forzarlo. Quiero que la vida me sorprenda y sé que lo hará. Soy muy inquieta y no me encierro nunca en una sola cosa, Me abro al arte y me gustaría ir tocando varias formas de expresión artística como el baile o la música.

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¿Cuándo conociste a los Javis? Cuéntanos cómo fue el proceso en el que desarrolláis tu personaje...

Las directoras de casting me contactaron por Instagram cuando tenía diecisiete años y se guardaron mi perfil. El pasado verano mandé una grabación presentándome y me dijeron que fuese a Madrid. Hicimos varias pruebas y me debieron de salir tan bien que cuando volví a reunirme con ellos, ahí estaban ya los Javis para decirme que el papel era mío. Fue muy impactante y toda una sorpresa. Di todo de mi en mis pruebas y se ve que les gustó.

¿Pensaste alguna vez que formarías parte de una experiencia como “Veneno”? 

Antes de “Veneno” yo estudiaba Psicología. Intentaba compaginar mis estudios con la interpretación. Me encantaba actuar, pero no tenía valor para dejar la carrera. Dije: "voy a terminar mis estudios, ver que puedo hacer con ellos y mientras, como hobby , me dedicaré a la interpretación".

Jamás pensé que formaría parte de algo tan grande y tan bonito como esta serie. Los Javis nos han cuidado muchísimo, nos han apoyado y entendido. Se notaba que había guionistas trans implicados en el proyecto... Ha sido un ambiente maravilloso, no solo el proyecto en sí, sino todo lo que conlleva para nuestro colectivo y el mensaje que se ha lanzado. Nos hemos sentido como en casa. 

En tu caso, has interpretado a tu personaje momentos antes de su transición, ¿cómo fue llevar a cabo esas escenas?

Al principio fue un poco chocante. Me tuve que cortar el pelo ya que llevaba una melena larguísima y a eso se fueron sumando cosas que debí gestionar repentinamente. Pero verme así y empezar a jugar con ese momento… mis propios recuerdos, mi forma de moverme… fue bastante liberador. Verme en esa posición me demostró que nada puede quebrantarme y me ha dado mucha más seguridad. Esas escenas fueron momentos muy tiernos para mí, ya que yo no me encuentro ya en esa parte de mi vida y me ha hecho abrazarla y aceptarla, cosa que quizás antes no hacía. Ahora sí.

¿Interpretar ayuda a sanar las heridas o incluso a aceptar el peso del pasado? 

Por supuesto. Por eso creo que la Psicología y la interpretación están muy unidas y ligadas la una a la otra. Se puede hacer mucha psicología a través de la interpretación. Tienes que gestionar tus emociones, entender a los personajes... A mí este papel me liberó, me ayudó a coger fuerzas para salir a pelear. 

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¿Crees que detrás de esta aclamada serie hay un mensaje de unidad dirigido a las personas transexuales?

La serie lanza un mensaje de amor entre nosotras como colectivo, entre la familia, entre la sociedad, entre todos. Tenemos que querernos y ver más allá de los prejuicios. Centrarnos en lo que nos une y empatizar. Mucha gente pensaba que jamás podría empatizar con alguien como Cristina, pero tras ver la serie la han entendido y se han puesto en su lugar.

En la vida puedes pensar que muchas cosas no van contigo pero no es así. Cuando te acercas a esas cosas comprendes que puedes entenderlas, empatizar e incluso ayudar. Ese es el mensaje de “Veneno”, un mensaje de amor con el que impulsar la escucha activa.

Antes de “Veneno” no tenías experiencia en el mundo de la interpretación... ¿Recuerdas la primera vez que oíste decir “acción”? ¿Cómo te sentiste?

Estaba súper nerviosa. La primera escena fue grabada en la universidad donde yo estudié, lo que supuso cerrar como una especie de círculo. Esa escena la compartí con la gran Elvira Mínguez, quien me enseñó los tecnicismos, me dio indicaciones y aprendí muchísimo. Eso sí, era oír “acción” y yo me soltaba y tiraba hacia adelante.

Al ser nuestro primer proyecto, me ha costado ver el resultado, pero intento disfrutarlo. Eso sí, el último capítulo todavía no he podido verlo, tiene que pasar algo de tiempo...

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¿Esperas que la serie pueda cambiar, aunque solo sea un poco, la visión tan anticuada que muchas personas tienen de los transexuales?

Total. “Veneno” supone un cambio y un cambio muy grande ya que al ser algo mainstream va a llegar a millones de personas. No hace falta que seas parte del colectivo para disfrutarla. Eso es lo bueno. Todos tenéis la oportunidad de acercaros a nosotras, a nuestra situación.

En “Veneno” se muestra todo: el efecto del rechazo en la familia, la discriminación laboral, la humillación… Ahora, por fin, se está viendo la cara B. Gran parte de la sociedad se ha creído con la potestad de señalarnos y humillarnos y ahora, gracias a esta serie, las consecuencias de ese machaque quedan patentes. ¡Ya basta de hacer la broma barata! Somos personas y se tiene que empezar a reconocernos como tal. Necesitamos que se empiece a empatizar con nosotras y a que se nos muestre tal y como somos: seres humanos.

¿Cuál es el sueño de Lola Rodríguez como actriz? ¿con quién le gustaría trabajar? ¿cuál es su papel soñado?

Me gustaría poder llegar a hacer papeles que me inspiren y me hagan crecer tanto como el que he hecho en "Veneno", aunque ahora me resulte difícil por la gran experiencia que ha sido. Sé que no todos los proyectos en los que voy a a participar van a ser tan intensos como este, pero mientras lo pase bien interpretando el personaje me conformo. No necesito reconocimientos, simplemente lo disfruto. Lo paso genial en un rodaje. Yo quiero ser feliz y ser actriz me hace feliz. No sé si toda mi vida estará dedicada a la interpretación, por eso prefiero dejarme llevar y serme fiel a mí misma.

No sabría decirte un papel soñado, ahí me has pillado, nunca lo he pensado... Me encantaría trabajar con Almodóvar, obviamente, e Isabel Coixet, que me encanta. Quiero poder fomentar la participación de directoras y mujeres en el cine. Mujeres que me inspiren e historias que inspiren a la sociedad.

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¿Qué proyectos le esperan a Lola Rodríguez? 

Ahora mismo me encuentro rodando “Poliamor para principiantes” una película de Fernando Colomo con Maria Pedraza, Toni Acosta y Karra Elejalde. Estoy aprendiendo mucho de todos ellos ¡y soy muy feliz!

 

Texto: Juan Marti Serrano @sswango

Modelos: Lola Rodríguez (@rlolad) Lois y Adam Peiteado (@peiteadotwins)

Fotografía y dirección artística: Beatriz Tafaner (@beatriztafaner)

Estilista: Olalla Armada (@chamo.li)

Maquillaje: Xabi Lucena (@xabi_makeup)

Peluquería: Rebeca Martin (@rebecca.martin.mua)

Vídeo: Hector Nillo (@hector_nillos)

Asistente de maquillaje: Celtia Lata (@celtiamakeup