Encarna el espíritu de modelo que nos gustan en Vanidad: alternativa, off market, de extremos, sin complejos... y como ella misma se define, “más bruta que diamante”. A Cecilia Gómez, la moda se le queda corta y por eso ha decidido vivir entre las pasarelas, la publicidad y ahora también, la pequeña pantalla. 

Total look de Elisabetta Franchi, sneakers de Dsquared2 y pendientes de Dinh Van

 

¿Siempre habías querido ser modelo?

Nunca estuvo en mis planes. Fue como una tabla de salvación. De adolescente no sabía lo que quería, no encontraba mi dirección y, sin saber qué era el trabajar, conocí a mi booker. Fue a través de mi primo (él es mi conciencia) y rápidamente me vine para Madrid.

¿Qué supuso este cambio de rumbo en tu vida?

Cuando entré en la agencia fue todo súper rápido. Solo estuve un mes en Madrid y ya me mandaron fuera casi cuatro años y medio de mi vida. Esto me supuso adquirir una independencia, aprender a vivir sola, y muchas otras responsabilidades, desde la ignorancia de una niña que nunca imaginaba que la vida de la modelo iba a ser tan dura. Pero esto lo sabemos una vez que estamos dentro. Al final, de primeras, siempre hay una visión ingenua y muy inocente cuya realidad no conoces hasta que estás dentro de este mundillo.

Cazadora de Louis Vuitton, pantalón y gorra de Dsquared2

 

Es cierto que el mundo artístico es uno de los más complicados. ¿Cómo lograste hacerte un hueco y lo más importante, cómo has conseguido sobrevivir en él?

Aún me pregunto cómo lo hice. Me considero una persona afortunada y por una cosa u por otra, se me han presentado una serie de oportunidades, que he sabido aprovechar lo mejor que he podido. Las casualidades se han convertido en oportunidades para mí, porque son cosas que nunca me había planteado y me han llegado así, de repente. Intento prepararme, formarme y tomarme cada oportunidad de trabajo como si fuera la última. Al final, como todo, es trabajo y disciplina.

Basándote en tu propia experiencia, ¿qué es lo mejor y lo peor de pertenecer a esta industria?

Lo peor que es un trabajo en el que puedes llegar a sentirte muy solo. Es un mundo con muchísima purpurina, de ahí la perspectiva inocente que te comentaba. Por otro lado, vives en una incertidumbre continua. Yo no puedo controlar mi trabajo, nunca sé lo que me va a venir después. Día si y día también, dependo de que me llamen. Pero al final todo acaba compensando la balanza.

Vestido de Balmain para Elite Marbella y gafas de sol de Stella McCartney

 

¿Qué le cambiarías al mundo de la moda?

Pienso que ha habido un gran avance en cuanto a la diversidad de modelos, pero todavía le queda mucho por cambiar. Bienvenida la gente trans, de color, de tallaje... todas las personas que se sienten diferentes, bienvenidas. Pero que este cambio no se quede en una simple estrategia de marketing, que sea un cambio real y palpable en cada una de sus raíces. Necesitamos una buena sobredosis de realidad.

¿Alguna vez has sentido que la misma industria que te da de comer te rechaza en ciertos trabajos?

Muchas veces. La mayoría por no ser raquítica y es que parece que en este mundo solo se le permite tener piernas a Beyoncé (y a duras penas). Falta que todos; diseñadores, agencias, marcas, clientes... apostemos por la mujer que predomina por su personalidad, sus curvas y sus defectos. Una bueno foto acabará siendo aquella que inspira con lo imperfecto, que nos transmite, que nos cuenta algo. Al final en este mundo tienes que tener muy claro que vives para rechazar y ser rechazado.

Cazadora de Dsquared2, pantalón de Louis Capa de Fendi y bolso de Karl Lagerfeld

 

¿Cómo se complementan actualmente tus facetas de modelo y actriz? ¿Qué parte de actriz tiene la Cecilia modelo y viceversa?

Para mí no hay diferencia entre una y otra. Cada una requiere una cosa distinta de mí; una es más introspectiva, trabaja más sobre mi interior, y la otra me hace estar más preocupada por el físico, por comer bien, por no salir, por descansar... Son dos profesiones que se retroalimentan. Son inseparables. Como Cecilia puedo ser modelo, actriz y muchas cosas más. A veces parece que es un delito tener más de una profesión pero a mi me parece súper interesante. ¡En este mundo no hay límites!. 

¿Qué ha significado para ti que Eva y Yolanda te eligieran para dar vida al personaje de Eugenia?

Ha sido uno de los mayores regalos que me han hecho. Además me llegó en un momento de mi vida en el que no sabía qué hacer. Me sentía muy desorientada. Iba a pagar la matrícula para empezar clases de diseño de moda y el mismo día me llamaron dos hadas madrinas. Allí comenzó todo. 

¿Cómo ha sido la evolución de tu personaje en la ficción? ¿Y en la realidad?

Aunque no te puedo contar mucho de la segunda temporada, a Eugenia le ha pasado un poco como a mí. Ha sabido aprovechar las oportunidades que la vida le ha ido poniendo y ahora está en otro rumbo completamente diferente que cuando empezó.

Total look de Emporio Armani y sneakers de Dsquared2

  

¿Cómo te llevas con la era digital? ¿Eres activa en redes sociales?

La verdad es que suelo hacer detox de ellas. De vez en cuando me borro mis redes sociales e intento no estar tan sumergida en el mundo digital. Al final son armas de doble filo.

¿En qué sentido?

Estoy de acuerdo en que las redes son una herramienta emergente que está en pleno auge, eso nadie lo va a discutir. Pero deberíamos utilizar el hecho de que tenga tanto seguimiento, para transmitir cosas que merezcan la pena de ser contadas y para poder cambiar a muchas otras. Pero para eso se necesitan más referentes y menos influencers...

Body de licra y vestido de Blumarine y pendientes de Dinh Van

 

No sé si has oído hablar de la “teoría de los 6 grados”. Precisamente las nuevas formas de comunicación son las responsables de haber acelerado el proceso de conexión global hasta tal punto, que dicen que solo nos separan siete o menos intermediarios para relacionarnos. De aquí que el mundo sea un pañuelo... Te has encontrado alguna vez con una situación en la que te hayas dado cuenta de lo pequeño que es el mundo?

Claro, sobretodo en esta profesión. Yo me atrevería a decir que es incluso más pequeño que un pañuelo. Es papel de fumar.

Ya ves que estamos más conectados de lo que parece... ¿Con quién te gustaría probar esta teoría de los 6 grados?

Seguro que coincido con la gran mayoría de los españoles, pero me gustaría probarla con Rosalía. Que venga a mi casa a cantarme esa maravillosa versión de Los Chunguitos con todo el coro de los Goya. Además mi casa le encantaría, tengo luces rojas y todo. Ahí lo dejo.

 

Texto: Anna Alarcón @_annalarcon

Fotografía: Rafa Gallar @rafagallar

Realización: Fran Marto @franmarto

Maquillaje: Agostino Faggiano @agostinofaggiano1 para Chanel (Ten Agency)

Peluquería: Marcelo Anez @anezanez para Bumble & Bumble (Talents)

Modelo: Cecilia Gómez @aboutceciliagomez (UnoModels)

Asistente de fotografía: Mariia Tiutiunnikova @maritutunni

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