Hay un post. Un video colgado en un post de Instagram en el que podemos ver a una joven leyendo un discurso, dando un pregón en Cáceres una tarde soleada. Lleva el pelo largo, viste con vaqueros y habla con seguridad, expresa su discurso con decisión y carácter. Es una mujer fuerte, es Laura Corbacho.

“Significó muchísimo para mí poder usar mi voz en mi ciudad, es un orgullo interno muy grande. Es como La Veneno volviendo a Adra, volver al lugar que más daño te hizo pero siendo la estrella que siempre supiste que eras. Ahora me siento en el lugar que merezco, y más teniendo en cuenta mi trayectoria personal en la ciudad, ya que por un tiempo fui la única trans visible aquí y como siempre digo, me llevé los palos para que las próximas generaciones puedan ser. Y así ha sido. Sin saberlo, he sido un referente para muchas".

Corsé de Anel Yaos y guantes de Emeerree 

 

Laura ya no es quien era antes y lo sabe. Ha logrado convertirse en la mejor versión de sí misma y es capaz de mirar hacia atrás, como alguien que desde la carretera contempla en el retrovisor un paisaje que se aleja mientras se dirige a un futuro mejor. “A veces rechazo mucho el pasado porque me hace mal, pero otras veces lo abrazo porque me empodera. Sé que esto suena muy fácil pero es un viaje súper difícil. Hay que aprender a convivir con el pasado y con los traumas. Hay que abrazar todas las etapas de una misma y saber perdonarse y no culparse, apreciar el recorrido, cómo has ido cambiando y cómo has ido superando y sobreviviendo a todo".

Pero, ¿qué es a todo? Eso que millones de personas, miembros del colectivo al que pertenece y defiende Laura, sufren a diario y que gracias a fechas como el 20 de noviembre, Día de la Memoria Transexual, recordamos no solo las luchas y batallas peleadas y ganadas con el corazón y la valentía de todo ellos, sino también que los otros 364 días del año son igual de buenos (y necesarios) para reivindicar los derechos de personas que arrastran siglos de existencias maltratadas pero vividas con fortaleza y ganas de salir adelante.

Corsé de Anel Yaos

 

Mi infancia ha sido un torbellinos de colores. Ha sido muy dura, pero muy bonita al mismo tiempo. Ha habido cosas muy feas, pero ha habido mucho empoderamiento. Podría ponerme intensa, pero creo que todo se puede expresar haciendo referencia a la grandísima Manuela Trasobares cuando dice: “En mi vida ha habido, como yo soy, color y dolor. Ha habido dorados, ha habido plata, ha habido purpurina, pero también ha habido grises y ha habido negros; todo mezclado. Ha habido la catarsis, ha habido la lujuria, pero ha habido los campos de Auschwitz y ha habido la tortura, ha habido el desprecio, la mierda, las ratas y la cloaca. Todo junto y al mismo tiempo. Y puedo decir, hoy por hoy, que gracias a mí misma soy quien soy”.

Manuela es uno de los muchos iconos que a día de hoy habitan en la cultura trans, pero cuando Laura era pequeña, no tuvo referentes de ese tipo: “Tenía referentes generales como las sirenas de H2O, las hermanas Halliwell… todo fantasías donde aparecían mujeres. Pero, realmente, mis referentes eran mis amigas y las mujeres más cercanas a mí. Yo tuve que convertirme en mi propio referente ya que no tenía acceso a Internet y no había nadie más en la ciudad en quien fijarse".

Con los años, Laura también se ha convertido en una comprometida activista que recorre escuelas e institutos españoles dando charlas. “En España hay dos tendencias muy marcadas. Al igual que en la sociedad, hay una parte de la juventud que ignora el tema e incluso no piensa informarse nunca. Lo único que saben sobre nosotres son estereotipos que se seguirán reproduciendo... Pero luego hay otra parte más abierta de mente, que probablemente haya recibido otro tipo de educación, y que sí nos acepta e intenta informarse y apoyarnos".

"Tampoco ayuda que series como “La que se avecina”, que a tantos jóvenes atrae, muestren una realidad trans totalmente estereotipada que nos refleja como hombres con peluca y vaginas que no funcionan bien. Eso, al final, hace más complicada la labor de que las nuevas generaciones puedan convivir en paz con lo trans y nos sigue dejando como los bichos raros.”

Blusa de La Villa Clémentine, falda y zapatos de Emeerree 

 

Laura ha vivido y continúa viviendo la realidad del sistema educativo español, que aún sigue necesitando una buena dosis de cambio. “No me planteo qué cambiaría, sino, qué no cambiaría ya que, literalmente, lo cambiaría todo. Los contenidos, las materias, la metodología, las aulas, el planteamiento… En general está todo estructurado desde un punto de vista opresivo y represivo. Hay muchas cosas que se imparten que no sirven y cosas súper necesarias que no se dan, como la educación sexual. También añadiría educación obligatoria a todos los profesores en cuanto a racismo, capacitismo, transfobia, etc, que el profesorado tampoco lo sabe todo. Prohibir los uniformes, que no haya diferenciación por géneros en los baños, un protocolo para el bullying que se cumpla... podría seguir años divagando pero acabo antes repitiendo el comienzo, ¿qué NO cambiaría?”.

Entonces surge la duda: según una activista trans, ¿hacia dónde se está encaminando España? ”Inevitablemente, España va hacia adelante, pero todavía sigue quedando mucho camino por recorrer, incluso dentro del colectivo. Por ejemplo, parece que al fin el feminismo nos acepta y entiende nuestra realidad. Pero, al mismo tiempo, existen las “terf”, que son feministas que defienden que yo soy un hombre y no tengo cabida dentro del feminismo, y así con todo. Puede que se avance, aunque no tanto como deberíamos ni al ritmo que deberíamos. De nada me sirve que se hagan leyes para mí si no se cumplen, o si esas leyes no están basadas en la realidad material que vivimos. Por muchas políticas que haya, si la idea no transciende en la sociedad real, no se avanza”.

Blusa de La Villa Clémentine y falda de Emeerree

 

Pese a todo el trabajo que queda por hacer y que las personas tan involucradas como Laura están consiguiendo, ella también ha tenido tiempo para centrarse en otra de sus verdaderas pasiones: la actuación. El gran público español la ha podido ver en series como “Terror y Feria” de Benja de la Rosa, “Valeria”, adaptación del éxito literario de Elizabeth Benavent, o “Paquita Salas”. Mi pasión por la actuación nace de mi personalidad porque soy así, me encanta vivir muchas situaciones y emociones distintas y eso solo se puede conseguir siendo actriz. De pequeña actuaba como si fuese un hombre para complacer a la gente y hacer lo que se esperaba de mí. Luego he continuado viviendo en mi fantasía, y estoy continuamente actuando".

"Como dice mi amiga Virginia Hielo: “Para las chicas trans, la fantasía es vital. Vivir en tu propio mundo es el mayor regalo que te da la transexualidad y es que cuando el mundo real te rechaza, te ves obligada a construir cosas nuevas, más a tu medida".

El mundo del cine y la series también incluye los procesos de casting, siempre tan incómodos y plagados de nervios e inquietud para la mayoría de los actores y actrices que deben demostrar su valía a la hora de interpretar un papel. “En los procesos de casting en general y, sobre todo, cuando hay papeles trans, muchas veces se nota la falta de información. Es verdad que ahora está cambiando todo mucho, pero se sigue cogiendo a gente cisgénero para disfrazar e interpretarnos. No se atreven a llamar a gente trans para interpretar personajes cis. En general, hablando de opresiones, se suele coger a la gente que más entra en la norma, para así mantener la misma". 

"Por favor, si no os atrevéis a darnos papeles de cis y sabéis de la discriminación laboral y precariedad que sufre nuestro colectivo, para los cinco papeles trans que hay al año, llamadnos a nosotras". 

Pese a estas circunstancias, el cine y el mundo de la televisión pueden llegar a ser aliados de la cultura trans: “Sí y no. Sí porque al fin y al cabo muestra que existimos, pero no porque la realidad que se muestra no se corresponde con la realidad material y normalmente la perspectiva suele estar mal enfocada. Además, se nos suelen poner papeles muy dramáticos, raramente protagonistas y normalmente de prostitutas, vedettes o trabajos relacionados con la noche y la marginalidad. Eso está muy bien porque también forma parte de nuestra realidad, no lo niego, pero si solo se muestra eso, al final parece que es lo único que existe. A la gente le encanta una trans tirada en la cuneta y hay mucho más que eso. Necesitamos variedad en la ficción porque también existen otras realidades que no se muestran". 

Laura también ha formado parte de la que está destinada a ser el éxito de ficción más contundente de este año, “Veneno”, la serie de televisión emitida en ATRESPlayer creada por los Javis. “Valoro mucho su aportación porque saben escuchar, y eso es muy importante. Muchas gracias a los dos por hacer las cosas bien y contar con nosotras para hablar de nuestras historias.”

"También quiero dar las gracias a la Veneno, por ser como fue, sin pedir perdón ni permiso. En cuanto a otras historias de personas trans, la verdad es que la mía sería un escándalo y un drama, pero a parte de mí, hay gente más conocida de la que me encantaría que se contasen sus vidas como Carmen de Mairena, Amanda Lepore, Manuela Trasobares, María José, Paca la piraña y demás. Asimismo, me gustaría que se contasen historias de gente que no es tan conocida pero que han hecho muchísimo para que avancemos en la sociedad, como la trans que tuvo que ir a la mili, la mujer trans de 70 años que vive en una aldea, la trans que ha tenido que huir de su país porque ahí es ilegal, o el hombre trans que se tuvo que casar obligado… gente que no parece importante, pero que ya solo por su lucha, merece un reconocimiento”.

Vestido de Peter Sposito Studio  

 

Aún con todo el drama y la lucha, Laura siempre tiene tiempo para soñar, para imaginarse interpretando un papel de ensueño: “Tengo pasión por las villanas. Me encantaría ser la mala de la película en general. Me gustan mucho las emociones fuertes como grabar cualquier cosa parecida a una pelea, un drama bajo la lluvia o, incluso, matar a un violador a lo Thelma y Louis. Me gustan los extremos y los personajes emocionantes. Me encantan los personajes súper empoderados, pero también los súper maltratados. Simplemente, me encanta actuar, así que directores... ¡dadme todo lo que tengáis!". 

Desde Vanidad no nos cabe duda de que así será. Laura Corbacho llegará muy lejos o, al menos, hasta donde ella se proponga.

 

Texto: Juan Marti Serrano @sswango

Dirección creativa y fotografía: Sergio Penas @sergitopenas

Estilismo: Luci Garcia @lalucigarcia

Muah: Alba Córdoba @albaxcordoba

Arte: Javier Kina @kinalized

Modelo: Laura Corbacho @jenevagina

Asistente: Aicha Trinidad @aichatrinidad