Jaime Álvarez es la cabeza pensante detrás de Mans (o Mans Concept Menswear), la firma que se ha consolidado como referente de la sastrería patria. Sus trajes, camisas y, en general, el imaginario formal pero arriesgado que trasmite con sus diseños, están siendo responsables del inicio de una nueva era para la moda masculina.

“La Décadence”, su última apuesta para la temporada OI2223 presentada ayer en forma de desfile, vuelve a demostrarlo, revisando con maestría los límites de la sastrería tradicional, descontextualizando los tejidos y, sobre todo, rompiendo con las convencionalidades puestas sobre el género.

Descubre todo lo que nos ha contado el diseñador sevillano en exclusiva para Vanidad:

Comenzaste en esto de la moda por pura casualidad... Echando la vista atrás, ¿cómo recuerdas tus inicios?

Me da pánico y orgullo a la vez. Recuerdo a un grupo de amigos que empezó esto como de broma y que ahora ve que, poco a poco, se ha ido asentando y convirtiéndose en algo serio.

¿Qué hay de Jaime Álvarez en Mans y qué hay de Mans en Jaime?

Para mí todo es lo mismo. En Mans he invertido mucho mentalmente, he "vomitado" todos mi sentimientos e ideas y ya se ha convertido en mi estilo de vida, como un pez que necesita agua. Pues Jaime sin Mans no podría respirar.

Asimismo, la marca es un homenaje a mi abuelo materno, por lo que siento la necesidad de seguir rindiéndole honor y explicar al mundo lo innovador que era.

La 080 de Barcelona ha sido tu casa, el lugar que te ha visto crecer en la pasarela. ¿Qué nos puedes contar sobre tu experiencia en esta semana de la moda?

Fue y será mi casa. Me abrieron las puertas que en Madrid me cerraron por no hacer ropa para mujer (en ese momento), así que le debo todo. Allí fue donde materialice mi sueño desde pequeño.

Siempre recordaré el primer viaje que hice en avión con mis padres a Barcelona para presentarle mi propuesta al jurado de la 080...

Los galardones recibidos en esta pasarela, además de premios como el Vogue Who’s On Next, ¿te motivan a seguir o, por el contrario, son un foco de presión?

Es un mix de las dos cosas. Que reconozcan tu trabajo es un subidón tremendo, por no hablar de lo económico, que también ayuda mucho... Sin embargo, sientes presión porque te exiges un nivel que no puedes bajar. No la gente, sino tú mismo.

Hablemos de tu tierra. ¿Cómo te inspira La Luisiana a la hora de diseñar o encontrar referencias para tus colecciones y desfiles?

La Luisiana es mi casa, mi verdadero hogar. Después de cada presentación, siempre me hago una escapada al pueblo para desconectar y estar con mi gente, pero inconscientemente nunca descanso y me lanzo a dibujar. No sé por qué, pero me inspira mucho estar en la misma habitación de cuando era pequeño.

Aunque a priori parece que no hay mucha influencia andaluza y sevillana en mis colecciones, siempre hay detalles, prendas que se inspiran directamente en mis orígenes.

Sin embargo, ¿qué te aporta Barcelona o Madrid en términos de inspiración?

Creo que Madrid y Barcelona me inspiran más emocionalmente y personalmente. A Madrid me vine con 18 años y, sin duda, la capital me abrió las puertas de un nuevo mundo donde crecí como persona, conocí a la que ahora es mi familia también... A día de hoy, es una ciudad que me sigue sorprendiendo y ayudando mentalmente.

Llegados a este punto, no podemos evitar hacerte esta pregunta: ¿cómo entiende la masculinidad Mans?

La masculinidad es un sentimiento que está más en los inicios de la marca. Al principio diseñaba para hombres... Bueno, de hecho, me siguen inspirando, pero creo que el valor o la sexualidad de la prenda la da la persona que la lleve. Mis diseños son versátiles y no tienen ningún sentido si no se llevan puestos, que realmente es cuando cogen forma y sentido.

La sastrería siempre ha sido el eje central de tu propuesta. Si no me equivoco, en esta nueva colección incluso quieres alejar al hombre del "athleisure" y volver a acercarlo al traje. ¿Crees que en los últimos años hemos pecado un poco de "demasiado informales"?

Totalmente. La moda hace años que ha perdido lo que para mí es su verdadera esencia. Claramente hay gusto y trabajo para todos, pero pienso que ese gusto por la costura, el buen hacer, un buen tejido, o las manos que hay detrás de una prenda, son cualidades que no se deben perder nunca. Más que una estética, se ha perdido un valor sentimental.

Daría mucho por volver a los años de Balenciaga, esas presentaciones, esas piezas que son arte. Para mí todo ello es perfectamente compatible con una nueva visión, más innovadora.

En tu nueva colección, La Décadence, partes de la nostalgia para dar respuestas frente a un futuro incierto. ¿De qué manera lo has conseguido teniendo en cuenta el momento de inquietud en el que nos encontramos?

Creo que el cuerpo me pedía volver al Mans de antes, al romántico, al elegante, a un buen smoking... No nos ha costado mucho llegar al resultado final, pues teníamos claro que queríamos hacer un homenaje a los años 20 con una buena costura, piezas sencillas e impecables, pero no por ello más fáciles de hacer.

¿Qué nos puedes contar de los tejidos y patrones que has renovado para La Décadence?

Aunque la mayoría son nuevos (como los abrigos sastre, perfectamente entallados, con grandes solapas o los abrigos oversize), algunos son patrones que ya teníamos, pero perfeccionados. Queríamos tener la base de antes, pero con cambios en solapas, mangas, siluetas... También queríamos seguir alargando la figura masculina, añadiendo capas y capas a un mismo look.

En cuanto a los tejidos, siguiendo con la idea de descontextualizar tejidos que, a priori, son para mujeres, tenemos desde las clásicas lanas de sastrería en tejidos de pata de gallo y lisos hasta sedas salvajes. Para las camisas, seguimos con sedas, georgettes estampados y algodones para darle toques sporty a la colección. Asimismo, este año incorporamos pelo sintético de visón y zorro para darle ese toque chic propio de los años 20.

¿Y de los colores?

La paleta en general es muy sobria. Hemos utilizado burdeos, beiges, marrones y negros que recuerdan a los cabarets decadentes de los años 20, pero con pequeñas pinceladas de azules, limas y rojos que miran hacia el futuro. Todo recuerda un poco a una estética retro futurista.

¿Cómo definirías en tus propias palabras la nueva colección?

Irreverente, pura sensualidad y delicadeza.

 

Héctor Chueca: @hectorchueca

Imágenes: Cortesía de la firma