La
vuelta a la oficina puede ser dura en muchos sentidos, siendo uno de ellos la evaluación y reparación de los "daños" tras el descanso veraniego. Puede que los efectos se hayan percibido en el pelo, el cuerpo o también, y con mayor frecuencia, la piel. El saludable tono de moreno que adquirimos puede traer consigo algún efecto colateral no deseado: el descubrimiento de hiperpigmentación... Es decir,
manchas en la piel.
En seguida nos apresuramos a combatirlas en septiembre, pero hacerlo de forma responsable y consciente es la clave para que el remedio no sea peor que la enfermedad.
Para empezar deberíamos aclarar que, como muchos otros quebraderos de cabeza estéticos, la hiperpigmentación cutánea es difícilmente eliminable. Y, ¿Por qué entonces planteamos un artículo sobre el tema si no hay soluciones definitivas? Porque sí que creemos interesante desambiguar muchas creencias extendidas y porque se puede prevenir su aparición. Siempre hay algo de esperanza y, en este caso que hablamos de manchas, el dicho de "mejor prevenir que curar" nunca tuvo más sentido.
Pero comencemos por el principio ya que, aunque parezca obvio conocer qué es una mancha y los diferentes causantes de cada tipo, esto puede ayudarnos a estar más concienciados y, por tanto, ser precavidos.
No todas las manchas son iguales
Algunas, conocidas como melasmas, surgen debido a las hormonas y aparecen en las mejillas, nariz, barbilla y labio superior.
Después existe otro tipo está escrito en el ADN, las pecas, que pueden oscurecerse o aclararse en función de la exposición solar.
También existen decoloraciones fruto de afecciones dermatológicas, como la dermatitis.
Por último, encontramos las
manchas o léntigos solares, fruto de la exposición solar y el envejecimiento cutáneo.
Entonces, ¿cómo las prevenimos?
Aquí van cuatro consejos infalibles:
1. Protección total durante todo el año
Siempre aplica protector solar, mínimo un SPF20-30, antes de salir a la calle, incluso en las temporadas más frías o cuando veas que está nublado. En verano o días muy soleados convierte el sombrero en tu mejor amigo y recuerda que es mejor abstenerse de tomar el sol de 10 a 15 horas.
Piensa que las manchas que ves ahora son fruto de un daño antiguo que como consecuencia de la renovación celular ha salido a la superficie, así que cuando antes empieces a protegerte mejor.
2. Tratamiento de las manchas
La hiperpigmentación ya existente puede ser difuminada con productos basados en ácido glicólico o ingredientes reguladores de la melanina, como el retinol y la vitamina C. Introdúcelos en tu
rutina nocturna de cuidados sólo dos días en semana y notarás el tono más luminoso y las manchas más suavizadas.
3. Cuidado con medicamentos y cosméticos fotosensibles
La píldora anticonceptiva es un ejemplo de medicamento que en algunas mujeres puede desencadenar la aparición de manchas, así que presta atención a los prospectos de todo lo que tomes, más aún si planeas tomar una sesión de rayos o vives en un lugar especialmente soleado.
4. Fomenta el respeto por tu piel
Olvídate de tocar o rascar cualquier imperfección que aparezca. Ya sean granitos o descamaciones.
Tampoco la agredas con
exfoliantes o productos especialmente granulosos con la intención de frotarla para hacer desaparecer las manchas.
Berta Almagro - @bertalmagro
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