Binibeca Vell (o Binibèquer Vell), es uno de los puntos más fotografiados del Mediterráneo y una de las zonas más visitadas de Menorca durante el verano. A pesar de ser un «poblado» construido en 1972 imitando las antiguas casas de pescadores menorquines, el punto de autenticidad y el cuidado de sus casas ha hecho que se convierta en una de las atracciones turísticas de la isla más oriental de las Baleares.

Las laberínticas callejuelas y las idílicas casas encaladas convierten este famosísimo enclave en uno de los pueblos más bonitos que ver en esta isla y en uno de esos lugares que no dejan indiferente a nadie.

En plena expansión del turismo en plenos años 70 y con la intención de darle un punto bohemio a la isla, se construyó para atraer a otro tipo de público, poco más de 165 casas que hoy se han convertido en una de las atracciones más visitadas del Mediterráneo... pero atención, los propios vecinos han comenzado a establecer restricciones de visitas por el atractivo del lugar (te encontrarás carteles de silencio que cuelgan de sus fachadas).

Binibeca Vell

 

El Hotel Pierre & Vacances Binibeca, construido justo enfrente de este poblado y a solo 10 minutos en coche desde el aeropuerto de Mahón, es no solo un punto estratégico para pasar una vacaciones idílicas en la isla, sino también la oferta turística ideal para una pareja (es un hotel adults only, recomendado exclusivamente para mayores de 16 años).

Hotel Pierre & Vacances Binibeca, Menorca

 

Las habitaciones y suites, todas alineadas frente al mar y recién reformadas, junto con las tres piscinas que forman parte del complejo, conforman un verdadero oasis que permite disfrutar al cien por cien de una experiencia única, en una de las zonas más apreciadas de la isla.

Hotel Pierre & Vacances Binibeca, Menorca

 

La gastronomía del hotel además, está perfectamente preparada con productos típicos de la zona. Pescados, quesos, sobrasadas y arroces, hacen que el propio hotel sea, en sí, un destino para no moverse... pero ya que estamos en Menorca, te proponemos:

Hotel Pierre & Vacances Binibeca, Menorca

 

Qué hacer en un fin de semana en MENORCA

Cerca del hotel:

Paseo por el Camí de Cavalls para recorrer el litoral de la isla y descubrir sus playas.
Playas: Cala Alcaufar, Cala Turqueta, Cala Galdana, Es Mercadal y Cala Macarella.
Cuevas d'en Xoroi a 25 min del hotel para ver el atardecer y tomar una copa.
Parque Natural de S'Albufera des Grau

Imprescindibles:

1. Mahón. Ciudad poliédrica, capital de la isla y con uno de los puertos más singulares del mundo, entre Venecia y Puerto Vallarta, esta ciudad histórica, joya por la que lucharon árabes, ingleses, franceses, americanos y, por su puesto, españoles, tiene una oferta turística, gastronómica y cultural, fascinante. Piérdete entre sus mercados, en su ayuntamiento, en la iglesia de Santa María y el Bastión de San Roc, así como en la Fortaleza de la Mola o el Fuerte de Marlborough, situado a 10 kilómetros de la ciudad. Atención a los horarios insulares (cierran a veces por la tarde) y al aparcamiento, que puede ser una pesadilla...

2. Galería Hauser & Wirth. Ubicada en la misteriosa y célebre Isla Del Rey, de la cual hay miles de historias fascinantes, y frente a los restos de una basílica del siglo VI, el nuevo espacio artístico de la galería Hauser & Wirth (que tiene un espacio en Sommesset impresionante), ha conseguido posicionar a Menorca en el epicentro del arte contemporáneo mundial en menos de 4 años.

Exposición de Roni Horn

 

La galería se integra de manera respetuosa con el entorno de la Isla del Rey, cuyo antiguo hospital naval y la serie de dependencias en desuso construidas durante la dominación inglesa en el siglo XVIII, también merecen una visita.

Maravillosa la arquitectura de Luis Laplace, sobre todo por el uso de materiales de construcción tradicionales, así como el Landscape Design de Piet Oudolf, usando especies autóctonas y fusionándose con el espectacular paseo de esculturas creadas por artistas como Eduardo Chillida, Franz West o Luoise Bourgeois y su «Cantina», gestionada por la bodega menorquina Binifadet.

Siéntate en el exterior, una pradera de olivos maravillosa frente al mar. Este verano hay una maravillosa exposición de Eduardo Chillida y de la artista americana Roni Horn. 

Exposición de Roni Horn

 

3. Naveta des Tudons. De camino a Ciudadella, la Naveta des Tudons, situada a tan solo 5 kilómetros de la segunda ciudad de la isla, es el monumento prehistórico más conocido e importante que visitar en Menorca. Tumba funeraria piramidal en forma de nave invertida de entre 1200 y 750 a.C. y en la que se encontraron más de 100 restos de humanos y objetos, pertenece a la cultura talayótica que se originó en Menorca y Mallorca.

La Naveta Des Tudons

 

4. Ciudadella. Antigua capital de la isla y auténtico paraíso gastronómico, desde los mercados a sus pequeños restaurantes portuarios, merecen la pena. No te pierdas el Mercat des Peix, las gildas de su restaurante Ulises y los quesos y sobrasadas de la isla, así como S’Amarador, Café Balear, Es Tast de Na Silvia, Molí des Comte Asador, Ca’n Rafa, Hogar del Pollo y el Racó d’es Palau, todos con pescado fresco local y esa cocina menorquina con toques regionales tan especiales.

Las célebres sobrasadas menorquinas en el Mercado de Ciudadella

 

5. Centro Cultural Convent de Sant Diego, Alaior

El artista Baruc Corazón Brabo presenta en el convento de San Diego en Alaior, Menorca, su instalación «Baruc Corazón, Light and Cloth» hasta el 15 de septiembre. Titulada «Pou de Llum» (pozo de luz), esta explora la relación entre luz y sombra al mismo tiempo que celebra la energía creativa y comunitaria que ha definido al Convento de San Diego a lo largo de los años.

Para hacerlo, en el corazón de la muestra, una lámpara de cristales y un pozo simbolizan esta dualidad. Mientras que, alrededor de este eje central, se exhiben pinturas de sombras que, en realidad, son pinturas de luz, resultado del método shadow painting creado por el artista. Asimismo, la exposición incluye una muestra de telas en cajas de luz ubicada en los espacios subterráneos de los antiguos aljibes y una intervención audiovisual donde se proyectan simultáneamente vídeos en los que se ve al artista crear su obra.

©Pedro Albornoz 

 

Otros destinos para perderse son: Fornells, un antiguo pueblo de pescadores situado en el norte de la isla y Lithica, cantera de la isla donde se extraía el marés y considerado uno de los lugares más singulares que ver en Menorca.

¿Te apuntas?

 

Imágenes: Propias y cortesía del Hotel Pierre & Vacances, Binibeca, Menorca

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