Con el tiempo uno suele aprender muchas cosas. Por ejemplo, con el tiempo comprendes que forzar las cosas y las situaciones para que ocurran sólo ocasionará que al final éstas no sean como las esperabas. Con el tiempo aprenderás a construir todos tus planes y tu caminos sobre el hoy, porque el ayer ya se te ha escapado de las manos y el mañana es tan caprichoso e incierto que no te asegura realizar todos tus planes. Con el tiempo te das cuenta de que debes cuidar a quien verdaderamente vale, que debes amar a quien verdaderamente lo merece y debes cuidarle, porque puede que mañana le añores terriblemente cuando ya no esté, cuando ya se haya marchado y entonces, entonces de qué te sirve... Con el tiempo uno entiende que los besos y los abrazos no valen nada, no son contratos y que las palabras, conforme llegan se van y no aportan ninguna seguridad, que las personas cambiamos de tercio demasiadas veces y que es preferible apostarlo todo y ser sincero aunque duela, que quedarse ensimismado mirando como todo se destruye por no haberse atrevido a ser sincero con uno mismo y con el resto. Conforme pasa el tiempo uno entiende que, si está con alguien simplemente por no estar solo o rellenar su soledad, deseará volver a su estado original en algún momento, ante la falta de magia y realidad. Con el tiempo también aprendes que disculparse puede hacerlo cualquiera, pero que perdonar, perdonar de verdad sólo está en manos de personas de gran corazón, de personas enormes, de personas increíbles. Con el tiempo aprendes que los verdaderos amigos son contados y que las locuras son la sal de la vida, el amor es una de ellas y el desamor es algo tan necesario como fracasar en el intento, te hace sentirte vivo y comprender aquello que quizás algún día no entendiste. También te darás cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es única e irrepetible, que hacer sonreír sin razón es algo muy hermoso y que el rencor no sirve de nada, malgasta energía y te hace convertirte en una persona gris. Que olvidar es cosa de mentes maravillosas y que quedarse sólo con lo bueno es un ejercicio que te alimenta el alma. Con el tiempo comprendes que deben quererte con todas tus partes buenas y con todas las malas, que existe quien ve en tus defectos una fuente inagotable de virtudes y que cuando realmente le importas a alguien, es capaz de bajarte la luna si es necesario para estar contigo cinco minutos y darte un abrazo que duela de gusto. Que el orgullo está sobrevalorado, que si crees que debes, puedes, que cuando uno se enamora pierde cualquier tipo de razonamiento y que solo siente desde las vísceras y actúa y habla sin pretender herir, solo desde el amor. Con el tiempo comprendes muchas cosas, con el tiempo aprendes, con el tiempo vuelas, creces, vives… y esas cosas, muchas veces, sólo eres capaz de entenderlas una vez que han ocurrido ya.

 

Alejandra Remon – @alejandraremon

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