¿Cuántas vidas quieres? ¿Cuántas tienes? ¿Cuántas has tenido ya? Me rumorean que sólo hay una y es finita, que tiene fecha de caducidad, pero yo discrepo, porque no concibo que sólo haya tenido una hasta la fecha. La vida es una sucesión de cosas que te van ocurriendo mientras piensas en hacer otros planes y en una sola no me caben todas. Tengo varias. Tantas como prefiera archivarlas. Tengo vida en años y años en vida, y las puedo transcribir como yo quiera. Tengo tres ciudades y tres vidas. Tengo cuatro amores y cuatro historias, quizás una quinta. Tengo cinco trabajos y cinco cambios. Dos vidas en dos rumbos. Tres etapas de madurez emocional, que quizás también tres vidas. Puedo hablar de años en los que parece que haya vivido varias y otros en los que no ocurrió absolutamente nada trepidante, esos los menos, pero no por ello reniego de ellos y mucho menos de mí. Esa es otra vida. Hay quien te juzga por los lugares en los que has vivido, te estima dependiendo de lo que hayas viajado, te encasilla por los amigos que tienes o los lugares que frecuentas, o las inquietudes que tienes. Hay quien presume de tener mucha vida, simplemente por tirar de tarjeta y permitirse vivir situaciones que no son comunes para el resto. Yo prefiero la gente que tiene vida en su vida, los que realmente viven son los que sienten, los que caen y suben, los que cambian y sufren y ríen y lloran. Esa gente que estalla como cohetes artificiales y luego se vuelve a convertir en polvo, y después renace. Aquellos que apuestan, viven. Aquellos que no se dejan llevar por lo fácil y luchan y se emocionan, viven. Viven mucho. Esos que tienen historias que contar, los que escuchan, los que leen, los que no se detienen, viven también. Los que no cesan de pensar en nuevos planes y nuevas ilusiones, los que son fieles a sus valores y sus obligaciones, los que dan aún a expensas que no recibir nada a cambio… A esos les encanta vivir. ¿Lo has pensado ya? ¿Cuántas vidas has tenido ya en tu vida? Dime cuántas. Y cuántas quieres. Y ya de paso, si quieres tener una conmigo, aunque no sepa muy bien lo que pueda ésta durar.

 

Alejandra Remon – @alejandraremon

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