Ayer pudo ser un día más, anodino y rutinario, pero a las 21.30, a través de
MTV, llegó a nuestras vidas el reality de
Mario y Alaska. Dos episodios divertidos, súper interesantes, perfectamente rodados, con un guión brillante y con una sucesión de momentos a cada cual mejor. Cuando creías que no podía haber más, lo había. El punto de partida ya es genial: Mario y Alaska deciden casarse y las cámaras les van a seguir cada día, cada minuto, hasta que llegue el gran momento. Ayer les vimos cenando en casa de la familia de Mario, jugando al dominó con América, la madre de Alaska (América, te amamos locamente), de cena con Carmen Lomana, con las Nancys Rubias en casa, en el dietista, preparándose para ir a una fiesta de su cirujano, comprando el periódico, tiñéndose el pelo, hablando del vestido de novia, de camino al programa de Federico Jiménez Losantos, con Fabio McNamara, comprando ropita rockabilly para el bebé de su querida asistenta, haciendo la compra, deshaciéndose de tentaciones culinarias que habitan en la despensa, pesándose, en clase de inglés, consiguiendo la nacionalidad española, luciendo una colección de camisetas musicales súper molonas... Todo perfecto.
A continuación, una selección de momentos brillantes. Ha sido muy duro elegir, la verdad. El momento de "la Juanpe" y Mario Vaquerizo bebiendo cerveza, comiendo cortezas y la camiseta de Camilo Sesto fue grandioso. Desde ayer, nuestro día favorito de la semana es el miércoles.
P.D. Desde ayer, también, solo vale llamar a Alaska, "Olvi" y a Mario, "Marito".
Marito y Olvi, a la mesa. La comida: una fuente de angustia. Tan rica y tan traicionera...
En el baño, arreglando una báscula que pesa "mal". Con Carmen Lomana, en casa. En bata, por la mañana, tomando "los polvos" de la dieta. Olvi y Marito, dulces, en el coche de vuelta de casa de los padres de Mario.
Mario en su oficina, trabajando. En la pared, Sara Montiel auspicia que todos los negocios salgan bien.
Mario y Alaska jugando al dominó con América, ausente en la foto, presente para siempre en nuestras retinas.
Otra instantánea luchando con la báscula en sentido literal, Mario en la peluquería tiñéndose de "negro azulado", Olvido a punto de obtener la nacionalidad española y Mario con las Nancys en la cocina; en ese momento discutían sobre qué se hace en una central nuclear.
Por Marta Hurtado de Mendoza
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