Pixar, al igual que Disney, es una de esas factorías de sueños. Por desgracia, cada día quedan menos fabricantes de sueños. Pero mientras tengamos a Pixar, todo esta más que bien.
Todas y cada una de sus películas, son auténticos contenedores de emociones, capaces de encoger el corazón a pequeños y a mayores. Precisamente, de esa capacidad de emocionar, es de lo que vamos a hablar.
Estos días, llega a los cines la tercera parte de los bólidos más queridos de Pixar.
Cars 3, vuelve a contener altas dosis de diversión pero también, algún que otro momento lágrima. Y para que vayas preparado a ver sentimientos en pantalla, te dejamos con los momentos Pixar que más nos ablandaron el corazón.
Preparando los pañuelos en 3, 2,1...
La secuencia prólogo de Up!
Up! es una película de aventuras para toda la familia. Con un argumento trepidante y grandes dosis de acción infantil. Pero entre toda esta felicidad, Pixar no podía evitar meter uno de sus momentos, que encogen el corazón.
En esta película, el pañuelo lo pillamos nada más empezar. La secuencia prólogo , nos presenta la historia de amor de toda una vida de Carl y Ellie (con final triste incluido). Gracias a estas escenas, entendemos el carácter gruñón y amargado del protagonista de
Up!. Sin duda, una de las grandes joyas que nos ha dado Pixar. También demuestran que las emociones no tienen edad.
Wall-E es de esos personajes que una vez conoces y amas, ya nunca dejarás de hacerlo. Este robot, lleno de bondad, nos dio muchas pero que muchas lecciones. Su amor desinteresado, a pesar de la soledad, es una de sus máximas. Pero todo cambia cuando aparece Eva. El corazón de Wall-E, de repente tendrá dueña. Pero tranquilos, que si pensabais que esta vez os librabais de la lágrima patrocinada por Pixar, estáis muy equivocados. Sólo os decimos que el drama viene por un beso. Ahí lo dejamos. Si queréis sabes más...¡a ver
Wall-E!
Cuando Andy regala sus juguetes a Bonnie en Toy Story 3
Para que negarlo más. Con
Toy Story, hemos llorado más que con
Titanic. Es la peli de animación millennial por antonomasia. Muchos, hemos crecido con Andy y hemos disfrutado con sus mismos juguetes. Y cuando llegamos a la tercera parte de esta increíble saga, no pudimos evitar emocionarnos al ver como regala a sus compañeros de juego. Al ver cómo los deja en manos de una niña, que les dará una nueva y divertida vida. Todo un símbolo, de que hay que crecer. Y eso, ni en una peli de Pixar es fácil verlo sin emocionarse.
El ""Te quiero Papá"" de Nemo
Buscando a Nemo, es una de esas películas aparentemente infantiles, que te ablanda el corazón desde su inicio. La búsqueda desesperada de Nemo por parte de su padre Marling, se convierte en una lucha con la que como espectadores nos identificamos. El rol paternofilial nos puede y eso Pixar lo sabe. Pero el verdadero momentazo lacrimógeno, se hace esperar. Ya cerca del desenlace, y con Nemo encontrado y a salvo, un ""te quiero papá"" nos deshace en un mar de lágrimas. Gracias de nuevo Pixar.
Pixar tiene una gran mania: Hacer que entendamos que la infancia es sólo una parte de nuestra vida y que hay que dejarla ir. Ya lo vimos con
Toy Story 3 y ahora es el turno de
Inside Out. En la película, el personaje de Bing Bong, simboliza la infancia y los sueños que en durante esa época tenemos. Por el bien de los demás, Bing Bong, se deja morir cayendo en el olvido. Y en ese momento, nuestro corazón se muere con él y empieza el Pixar-LLanto.
La puesta a punto de Rayo McQueen en Cars
Y dejamos para el final a nuestra querida
Cars. Pocos momentos tristes tiene esta saga Pixar, pero si hay uno que nos pone el nudo en la garganta. Nos estamos refiriendo, por supuesto al momento de la puesta a punto de Rayo. Su speech sobre el sentimiento y el significado de la carretera en su vida, nos pone el vello de punta. Bravo una vez más por Pixar y por cuidar a los niños grandes.
Redacción Vanidad - @vanidad
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