A medio camino entre Harold y Maude (Hal Ashby, 1971) y Love Story (Arthur Hiller, 1970), Restless se deja por el camino el fantástico Gus Van Sant de films como Gerry o Paranoid Park. Una historia que aparentemente no tendría porque no funcionar sin embargo -y a pesar del empeño del director por conducirnos hasta las lágrimas- no logra atrapar ni conmover. Fotografía aceptablemente bonita (que sin embargo tampoco alcanza el nivel de alguno de sus anteriores trabajos) y -algo que viene siendo un ingrediente común en sus largometrajes- elección de actores guapos y jóvenes. Mia Wasikowska y Henry Hopper funcionan como pareja -un poco fría a veces y bastante afectada- pero apuestos y bien vestidos. Lo mejor, que juzguéis vosotros mismos.
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