Ya tardaba la
Tate Modern -el templo del arte contemporáneo por excelencia- en rendirse ante los encantos de uno de los artistas más "relevantes" de los últimos tiempos. No entraremos aquí a valorar las aptitudes artísticas de
Damien Hirst, más bien nos limitaremos a analizar sus (no pocos) logros dentro del mundo del arte, todos los cuales pueden verse ahora en en la amplia retrospectiva que le dedica el museo y que podrás visitar hasta el próximo 9 de septiembre.
El artista que metió animales en formol para acercarnos (la máximo posible) a la muerte y, de paso, convertir eso de ver arte en un auténtico espectáculo, aquel que se lanzó a subastar su propia obra sin (aparentemente) ningún intermediario, el mismo que habla constantemente de la muerte, la fragilidad de la vida y la enfermedad, ha dicho sí a la Tate -y la Tate a él, claro- y ha dado lugar a la que será, sin lugar a dudas, una de las exposiciones de la década. Para bien y para mal (si es que se puede hablar en estos términos). Si vas a Londres, no te la pierdas, tendrás de que hablar.
Damien Hirst. Tate Modern. Londres.
Hasta el 9 de septiembre. Más info, aquí.
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