La temporada estival es la época del año en la que mi trabajo se vuelve más denso. La costura y las bodas están estrechamente ligadas, por lo que cada día tengo intensos fittings con novias, madrinas e invitadas. Además, ser del norte hace que los días de calor en Madrid me pesen el doble.
Busco la recompensa al esfuerzo en uno de mis lugares favoritos, que descubrí hace unos meses de la mano de mis amigas Vega Royo-Villanova y Mónica Martín Luque:
La Clinique Française. En ella se me olvidan los bieses, las muselinas, los drapeados y los bordados; sólo existimos mi cuerpo, al que he decidido empezar a cuidar, y yo. Su propietaria,
María Muñoz, una de las mujeres más encantadoras que conozco, fue
Directora de Comunicación de la cosmética de Chanel hasta que decidió crear el paraíso. Esta clínica está ubicada en la
calle Lagasca (altura Ortega y Gasset), una de las zonas más exclusivas de Madrid, y en una de esas casas que hacen que se te caigan las lágrimas a borbotones.
Lejos de la tendencia oriental de la mayoría de las clínicas, la atmósfera y la decoración de la Clinique Française es genuinamente parisina:
chandeliers de cristal, parquet de madera, techos kilométricos, sillas rococós... Tantos años en Chanel es lo que tiene y este espacio es más el apartamento de Coco que una fría clínica de estética.
Respecto a los tratamientos, disponen de los más reputados especialistas para cada uno de ellos. Mi favorito es la limpieza facial, que se basa en un ritual
marvelous de cremas, tónicos, mascarillas y masajes. Ten una experiencia hiper high en
www.cliniquefrancaise.net.
La expresión "operación bikini" me produce una desazón horrorosa. Además de ser una ordinariez, provoca una ansiedad que no hay derecho. Y es que, en general, las dietas son un tormento. Que si la de la alcachofa, la disociada, la macrobiótica... Mire usted, ¡déjeme en paz! Yo quiero hablar de algo más que de una dieta; de una experiencia mega apetecible que me tiene emocionado. Se trata de
Dietpack, una empresa española que te hará perder peso sin reparar en ello. Llamas, un nutricionista valora tus necesidades y ellos comienzan a enviarte la comida a tu casa: calamares encebollados, rissoto, lasaña, o hamburguesas servidos en tu casa sin que tengas que pensar qué debes comprar ni en qué tienes que cocinar. ¿No es lo más? Puedes encontrar más información en
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Por Jorge Acuña
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