Una galería que se ha movido de sitio:
José Robles ahora está aparcada en la calle Belén Nº2. Una exposición: "Soñar despierto es una contradicción que da miedo". Tres artistas:
Tamara Arroyo,
Miguel Ángel Rebollo y
Pablo San Juan. Y una entrevista con uno de ellos,
Miguel Ángel Rebollo, es la fórmula secreta de este artículo. Después de leerlo, lo mejor será acercarse y echar un vistazo.
Vanidad: ¿Cómo definirías tu trabajo?
Miguel Ángel Rebollo: Trato de no pensar en mi trabajo como producción de objetos de carácter estético ni tan siquiera como mera producción sino más bien como una forma de conocimiento.
¿En qué estás trabajando actualmente?
La verdad es que mis últimos trabajos han sido de otro sector, aunque según lo entiendo yo no son de otro campo. En estos últimos seis meses he acabado un par de rodajes cinematográficos como director de arte. El primero con mi hermano “La mujer sin piano” que es nuestro segundo largometraje, con él ya había hecho varios trabajos en cine. Y el segundo “Todas las canciones hablan de mí” cuyo rodaje acabaremos en un par de semanas es una película con Jonás Trueba con quien tengo la suerte de trabajar por primera vez. Creo que afortunadamente en estos trabajos hay mucho de mi obra también y al tiempo hay una retroalimentación muy sana sobre mi trabajo más personal. Aunque estás al servicio de la historia de otro es muy satisfactorio salir un poco de la forma de trabajar del artista en soledad.
Tengo la suerte de poder combinar mi obra con trabajos de dirección de arte en diversos medios; afortunadamente los realizados en cine no podría llamarlos “trabajos alimenticios” porque han sido trabajos que me han permitido aportar mi propia mirada de las cosas.
¿Qué te gustaría estar haciendo en este momento (a cualquier nivel)?
Tengo mucha suerte, sigo produciendo mi obra y lo que hago en distintos campos creativos me da de vivir sin excesos, y como te decía antes la fuente más importante de mis ingresos no es un mero modo de supervivencia sino un fin en si mismo así que me considero muy afortunado.
¿Cómo y cuando decides que quieres ser artista?
Creo que lo de ser artista no se trata de una circunstancia especial ni de un estado, tal vez ni siquiera de una categoría profesional (por eso no la encuentras en los listados de hacienda) así que no es una decisión que puedas tomar del todo conscientemente. Siempre he tenido un poco claro hacia dónde dirigir mis esfuerzos, aunque siempre quise estudiar arte yo acabé filosofía primero que me ayudó mucho más que muchas asignaturas de la carrera de Bellas Artes. Lo que tenía claro era mi deseo de emplear mi tiempo haciendo algo creativo.
¿Cuándo descubres que lo has conseguido?
Bueno, antes trataba de explicar que lo de artista no es un adjetivo así que lo consigues desde el momento en que produces, luego se puede ser bueno o mal artista como en cualquier otra profesión. Lo malo es confundirlo con un adjetivo calificativo y creer que el reconocimiento o el éxito te da ese título. Baselitz decía el otro día en una entrevista para El País que un artista es un individuo que ama el arte.
¿Cómo funciona tu proceso de producción?
Me cuesta pensar en mi trabajo como un proceso determinado en el que sigo una formula porque normalmente no tengo nada definido. Sí es cierto que suelo seguir cierto comportamiento. Por lo general registro de manera obsesiva y en distintos medios (grabo vídeos o audios, dibujo, tomo notas…) sobre cosas que me interesan, el resultado es un mero registro, y después de un tiempo, una vez que ha reposado el documento -a veces pasa muchísimo tiempo- me encuentro relaciones entre cosas que no había advertido y ahí es cuando descubro que conceptualmente tengo algo que aportar sobre esa cuestión que me llamó la atención y sólo a posteriori pienso en el medio por el cual explicar ese concepto que deseo revelar a través de la obra que es un medio. La verdad es que trabajo con muy pocas ideas y cada vez más lento. Unas veces siento que la obra requiere una investigación muy exhaustiva o un esfuerzo intelectual importante, otras es muy sencilla y me sirve como mera terapia para escapar de algo.
¿Que veremos en la exposición "Soñar despierto es una contradicción que da miedo"?¿Qué cosas, bajo tu punto de vista, compartes con los otros dos artistas que participan en la muestra?
En la exposición hay una selección de un tipo de dibujo a bolígrafo que comencé hace tiempo en Estados Unidos que llamé Doodles (monigotes) que eran un mero pasatiempo. Son dibujos que hacía, para seguir sintiéndome productivo, mientras esperaba “esas grandes ideas” que a veces nunca llegan y alguno de los “Carteles de autoayuda“ que son una especie de declaración de intenciones sobre mi trabajo de artista. Luego he seguido haciendo este tipo de dibujos y con el tiempo he advertido que estos sencillos dibujos que empleo como terapia registran periodos aparentemente improductivos de mi trabajo.
¿Qué artistas te interesan?¿Por qué?
Me interesan especialmente artistas que trabajan con el registro y por ende con la memoria como, Jason Rhoades, Thomas Hirschhorn, Paul McCarthy, Sophie Calle…. Pero hay muchos otros; en
España Valcarcel Medina. También siempre procuro tener la mirada vuelta a los más clásicos; no visito mucho las galerías, soy más de bibliotecas y museos. No es que me interesen los más consagrados pero la verdad es que buena parte de la producción actual no me interesa.
¿Cuáles son los temas sobre los que te interesa trabajar?
En las cuestiones anteriores he podido responder un poco a esta pregunta
Tomando de partida pequeños episodios de mi vida me interesa abordar distintos aspectos sobre lo más cotidiano incluso te diría de lo vulgar; el lugar, la memoria, el paso del tiempo…. Todos estamos un poco trabajando lo mismo lo que ocurre es que los distintos medios a veces nos confunden.
Un consejo para los artistas jóvenes que están empezando.
Pensar que estoy en condiciones de dar consejos supone que he llegado a alguna meta pero creo que nuestro trabajo tiene algo de aprendizaje “ad infinitum” y con esta perspectiva procuro abordar cada uno de mis piezas. El único consejo que me atrevería a dar es insistir en la producción porque en esta sociedad adoptar cualquier actitud creativa tiene algo de resistencia. Hay que alejarse de la idea del artista de éxito porque nuestro trabajo, aparentemente improductivo, sólo en muy pocas ocasiones da de comer y producir es en si mismo un éxito.
"Soñar despierto es una contradicción que da miedo".
Galería José Robles. Hasta el 24 de octubre. Comisaria: Virginia Torrente
Texto de José Ganga.
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