Quizá eres de los que piensa que los famosos son personas especiales, que nacieron con una estrella sobre sus cabezas, un don único del que pocos pueden presumir. Pues bien, en esta sección, que estrenamos hoy, te vamos a mostrar que esto casi siempre se aleja mucho de la realidad, y es que la mayoría de los que ahora están es la cima han tenido que pasar por situaciones realmente vergonzosas para escalar hasta su posición. Desde trabajos poco dignos, a canciones dirigidas a niñas de doce años.
Los famosos también se arrepienten de su pasado y vas a ver por qué.
Para estrenar sección hablaremos de un actor por el que todas hemos suspirado alguna vez, ya sea vestido de guerrero troyano o como agente secreto,
Brad Pitt ha enamorado a las mujeres de todo el mundo. Pero lo cierto es que nuestro chico rubio de ojos azules preferido no siempre fue tan bien vestido. Antes de dedicarse al cine, y mientras trataba de abrirse un hueco en el mundo del teatro de los 80, Brad no tuvo más remedio que
trabajar como chofer, transportista e incluso fue la imagen del restaurante de comida rápida “El pollo loco”. Así es, se dedicaba a ir vestido como un pollo gigantesto para promocionar la comida de este conocido
fast food americano. A pesar de que dicen que el amor el ciego, resulta difícil creer que Angelina se hubiese enamorado de él con esas pintas.
Sus comienzos en televisión tampoco fueron fáciles, mientras realizaba pequeños
papeles en series como “Dallas” o “Jóvenes Policías” en Los Angeles, lo que realmente le daba de comer, muy a su pesar, era la publicidad. Aquí le tenemos vendiendo patatas fritas con su rubia melena al viento en un
spot que nos recuerda a “Los Vigilantes de la playa”.
No sabemos si el actor se siente muy orgulloso de su pasado, pero al menos da esperanzas al resto de mortales, si él empezó vendiendo pollo frito, la moraleja de todo esto es que,
tengas el trabajo que tengas, el futuro aún está por escribir.
Berta Gómez Santo Tomás
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