...Ni para todos los gustos (o estómagos, nunca mejor dicho). Pero es buena. Muy buena. Una de las mejores de 2013. Tan es así que hoy en nuestrta sección de series: H-A-N-N-I-B-A-L, la serie que se atrevieron a estrenar
NBC (en Estados Unidos) y AXN (en España), debe estar en la lista de todo buen seriéfilo por los siguientes motivos:
1) Sale victoriosa de cualquier comparación, tanto con
las novelas de Thomas Harris como con las "Cine" adaptaciones cinematográficas. Así de simple y rotundo. Y eso que tiene la difícil tarea de contarnos en trece episodios la pre-historia del icónico
Hannibal Lecter y su relación con el FBI en general y el agente especial
Will Graham en particular.
2) Su maestría a la hora de moverse entre contrarios: lo onírico y lo real, la sutileza y la crudeza, la psicología y la violencia, la sofisticación y el gore, la certeza y la duda, la lucidez y la demencia, la fidelidad al original y la libertad creativa, el Bien y el Mal...
3) La habilidad para combinar unas imágenes francamente impactantes con una narrativa que resulta ejemplar por su manejo del
timing y las elipsis.
4) Su gusto por el refinamiento asociado al psiquiatra asesino, tanto en su
vestuario (elegantísimo y carísimo) como en sus
espacios (espectaculares consulta y casa) y sus platos (la serie ha contado con el
asesoramiento del chef José Andrés y la estilista culinaria Janice Poon). Especialmente remarcables son los numerosos guiños gastronómicos: los títulos de muchos capítulos, las siniestramente divertidas explicaciones que Lecter ofrece a sus invitados de las exquisiteces que prepara, el “cachondeo” de hablar de comida estando un caníbal por medio...
5) La presencia en la sombra de
Bryan Fuller (Héroes, Tan muertos como yo, Criando malvas) y
David Slade (Hard Candy, 30 días de oscuridad), quienes sin duda son corresponsables de la singular personalidad que tiene Hannibal.
6) El último motivo y quizás el más importante es la fantástica actuación de todo el elenco actoral (incluidas pequeñas colaboraciones como la de
Gillian “Scully” Anderson), con mención especial para
Hugh Dancy (el brillante y atormentado Will Graham) y
Mads Mikkelsen (Hannibal Lecter). Sobre éste, decir que hace olvidar al Lecter de Hopkins son palabras mayores...pero muy fundadas. Pétreo, reptiliano, gélido, sofisticado, seductor, imponente...el Hannibal de Mikkelsen es una exhibición interpretativa al servicio de un personaje tan inteligente, manipulador, frío y cruel como es Lecter. Un recital que activa en el espectador la dinámica de atracción-repulsión que impregna a toda la serie.
Es una producción tan buena, con tanta entidad y tanto atractivo que, comparándola con otras actuales del mismo género como
The Following (ese bochorno...), Bates motel (que se salva gracias a Vera Farmiga) o The blacklist (el desangelado homenaje-plagio a la pareja Lecter-Starling), se convierte en una serie aún más admirable y cuya segunda temporada (prevista para 2014) es sin duda una de las novedades más esperadas. Así que, si no ves Hannibal, estás en tu perfecto derecho de cometer un error.
Javier Crespo Cullell
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